Cae la noche – Devociones – 22 de julio

Cae la noche y es tiempo de conectar con Dios

Leamos una porción bíblica y oremos al Señor. Comencemos la oración reconociendo que Dios es grande y amoroso. Continuemos presentando en oración a las personas que amamos, a nuestras amistades y familiares. Después presentemos en oración nuestras propias vidas, rogándole a Dios que nos de lo que nos conviene, no lo que deseamos. Terminemos la oración alabando a Dios, en el nombre de Jesús. AMÉN

#caelanoche #DrPj

Lectura Bíblica: Hechos 23.16-35

16 Pero el hijo de la hermana de Pablo se enteró de la emboscada, y fue a la fortaleza y entró para darle aviso a Pablo.17 Éste llamó entonces a uno de los centuriones, y le dijo: «Lleva a este joven ante el tribuno, porque tiene algo que informarle.»18 El centurión llevó al joven ante el tribuno, y a éste le dijo: «El preso Pablo me llamó y me pidió que trajera a este joven a tu presencia, porque tiene algo de qué hablarte.»19 El tribuno lo tomó de la mano y, llevándolo aparte, le preguntó: «¿Qué es lo que tienes que decirme?»20 El joven le dijo: «Los judíos han acordado pedirte que lleves mañana a Pablo ante el concilio, porque le quieren preguntar algunas cosas.21 Pero no les creas, porque más de cuarenta de sus hombres lo esperan para matarlo. Han jurado, bajo maldición, que no comerán ni beberán nada hasta haberlo matado. Están dispuestos a hacerlo, y sólo esperan que hagas venir a Pablo.»22 El tribuno despidió al joven y le mandó que no dijera nada a nadie del aviso que le había dado.

Pablo es enviado a Félix el gobernador

23 El tribuno llamó a dos centuriones y les mandó que para las nueve de esa noche prepararan a doscientos soldados, setenta jinetes y doscientos lanceros, pues irían hasta Cesarea;24 ordenó también que prepararan cabalgaduras para Pablo, y que lo llevaran sano y salvo ante el gobernador Félix.25 Le escribió una carta en estos términos:

26 «Saludos de Claudio Lisias al excelentísimo gobernador Félix.27 Este hombre fue aprehendido por los judíos y lo iban a matar; yo acudí con la tropa y lo puse a salvo, pues me enteré de que era ciudadano romano.28 Quise saber de qué lo acusaban, y lo llevé ante su concilio.29 Allí me di cuenta de que lo acusaban por cuestiones de su ley, pero que no había cometido ningún delito que mereciera la muerte o la cárcel.30 Luego me avisaron de que los judíos le habían preparado una emboscada, y por eso ahora te lo envío. Les he exigido a sus acusadores que traten en tu presencia lo que tengan en su contra.»

31 Siguiendo la orden que habían recibido, los soldados tomaron a Pablo y lo llevaron de noche a Antípatris.32 Al día siguiente, los soldados dejaron a los jinetes con él, y regresaron a la fortaleza.33 Cuando los jinetes llegaron a Cesarea, le dieron la carta al gobernador y le presentaron a Pablo.34 El gobernador leyó la carta y le preguntó de qué provincia era, y cuando supo que era de Cilicia,35 le dijo: «Te oiré cuando vengan tus acusadores.» Y mandó que lo custodiaran en el pretorio de Herodes.

Author: Pablo Jiménez

El Rev. Dr. Pablo A. Jiménez es pastor, conferenciante, escritor, editor de libros teológicos y profesor en el área de teología pastoral, particularmente de homilética y predicación.