Cae la noche – Devociones – 30 de octubre

Cae la noche y es tiempo de conectar con Dios

Leamos una porción bíblica y oremos al Señor. Comencemos la oración reconociendo que Dios es grande y amoroso. Continuemos presentando en oración a las personas que amamos, a nuestras amistades y familiares. Después presentemos en oración nuestras propias vidas, rogándole a Dios que nos de lo que nos conviene, no lo que deseamos. Terminemos la oración alabando a Dios, en el nombre de Jesús. AMÉN

#caelanoche #DrPj

Lectura Bíblica: 2 Timoteo 4 

Predica la palabra

Te encargo delante de Dios y del Señor Jesucristo, quien juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino,que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina.Porque vendrá un tiempo en que no soportarán la sana doctrina, sino que aun teniendo comezón de oír se amontonarán maestros conforme a sus propios malos deseos,y apartarán de la verdad sus oídos y se volverán a las fábulas.Pero tú sé sobrio en todo, soporta las aflicciones, haz obra de evangelista, cumple tu ministerio.

Yo estoy ya a punto de ser sacrificado, y el tiempo de mi partida está cercano.He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe.Por lo demás, me está reservada la corona de justicia, que en aquel día me dará el Señor, el juez justo; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida.

Instrucciones personales

Procura venir pronto a verme,10 porque Demas me ha desamparado. Prefirió este mundo, y se fue a Tesalónica. Crescente se fue a Galacia, y Tito a Dalmacia.11 Sólo Lucas está conmigo. Toma a Marcos y tráelo contigo, porque me es útil para el ministerio.12 A Tíquico lo envié a Éfeso.13 Cuando vengas, tráeme el capote que dejé en Troas, en casa de Carpo, y también los libros, especialmente los pergaminos.14 Alejandro, el calderero, me ha causado mucho daño; que el Señor le pague conforme a sus hechos.15 Cuídate también tú de él, pues se ha opuesto mucho a nuestras palabras.16 En mi primera defensa nadie estuvo a mi lado; todos me desampararon. Espero que no les sea tomado en cuenta.17 Pero el Señor sí estuvo a mi lado, y me dio fuerzas, para que por mí se cumpliera la predicación y todos las naciones la oyeran. Así fui librado de la boca del león.18 Y el Señor me librará de toda obra mala, y me preservará para su reino celestial. A él sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.

Saludos y bendición final

19 Saluda a Prisca y a Aquila, y a la casa de Onesíforo.20 Erasto se quedó en Corinto, y a Trófimo lo dejé en Mileto, pues estaba enfermo.21 Procura venir antes del invierno. Eubulo te saluda, lo mismo que Pudente, Lino, Claudia y todos los hermanos.

22 Que el Señor Jesucristo esté con tu espíritu. Que la gracia sea con ustedes. Amén.

Reseña de “El trípode homilético” de Carlos Emilio Ham-Stanard

Reseña Bibliográfica

Trípode homilético: Una guía para predicadores laicos. Escrito por Carlos Emilio Ham-Stanard. La Habana: Consejo Latinoamericano de Iglesias, 2000. pp. 91. Rústica.

por Pablo A. Jiménez

Descargue este documento, publicado originalmente en la Revista Apuntes 21 no 3 (Otoño 2001), pp. 117-118, en formato PDF

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Desde Cuba nos llega el aporte más reciente a la homilética hispanoamericana. Carlos Emilio Ham-Stanard nos ofrece una introducción al estudio y la práctica de la predicación, escrita para el liderazgo laico de la Iglesia. Ham-Stanard escribió este libro mientras completaba su Doctorado en Ministerio en el Austin Presbyterian Theological Seminary.

Ham-Stanard parte del supuesto que la predicación es un ejercicio en teología contextual. Por esta razón, no debe sorprendernos que el autor indique que escribe su libro en respuesta a la situación de la Iglesia en Cuba, donde “muchas personas asisten por primera vez a las iglesias, debido a una crisis económica profunda causada por la caída súbita de los países socialistas de Europa Oriental y la Unión Soviética, el endurecimiento del embargo de los Estados Unidos contra Cuba y como consecuencia de nuestros propios errores” (p. 11). Este súbito crecimiento de la iglesia explica por qué es necesario preparar más personas laicas para compartir el ministerio de la predicación.

La idea central del libro—que la predicación debe ser una expresión teológica contextual—explica también su título. Ham-Stanard afirma que la predicación tiene tres componentes básicos: la Biblia, la congregación y la persona que predica (p. 12). Quien predica no sólo interpreta la Biblia, sino que analiza el contexto en el cual se encuentra la congregación y se interpreta a sí mismo.

El libro se divide en cuatro capítulos. Como es de esperar, los primeros tres capítulos estudian las distintas partes del “trípode homilético” propuesto por el autor. El primero ofrece perspectivas sobre el estudio y la interpretación de la Biblia para la predicación. Con alegría, indicamos que en este capítulo Ham-Stanard toma en cuenta los aportes de la teología latinoamericana, la caribeña, y la feminista al campo de la interpretación bíblica. El segundo capítulo invita al lector o a la lectora a analizar su propio contexto, tanto a nivel congregacional como nacional y global. El tercer capítulo estudia la tarea del predicador y de la predicadora. Este capítulo ofrece perspectivas teológicas tanto sobre la función del laicado en la vida de la iglesia como de la predicación como tal.

El cuarto y último capítulo estudia el sermón, evento donde convergen las tres partes del trípode. El mismo habla sobre el diseño, la preparación, y la presentación del sermón. La bibliografía, breve pero sustanciosa, completa el libro.

No debe sorprendernos el hecho de que los eruditos que más han influenciado el pensamiento de Ham-Stanard sean aquellos que recalcan el carácter contextual tanto de la teología, en general, como de la homilética, en particular. Se destacan las referencias a Leonora Tubbs-Tisdale, autora de Preaching as Local Theology and Folk Art (Minneapolis: Fortress Press, 1997); a John McClure, autor de The Roundtable Pulpit (Nashville: Abingdon Press, 1995); y a varias teólogas feministas, tales como Carol Schlueter, Christine Smith, y Elsa Tamez.

Trípode homilético cumple su propósito, pues sería un buen libro de texto para cursos básicos de homilética. Sin embargo, la brevedad del libro obliga al autor a resumir varias ideas y a dar por sentado que su audiencia comprende ciertos conceptos teológicos avanzados. Por esta razón, la lectura de este libro se haría difícil para principiantes que deseen estudiar el mismo por su cuenta. Este es un libro de texto, que necesita de un maestro o maestra que ayude al estudiantado a usarlo con provecho.

El Tripode Homilético
El Tripode Homilético