Una meditación celebrando a todas las madres, reconociendo que no todas las madres se ajustan al modelo de la familia tradicional.
Con amor, damos gracias a Dios por todas las madres que se sacrifican día a día por el bienestar de sus respectivas familias. Aunque tienen en común la dedicación a los suyos, reconocemos su enorme diversidad:
- Algunas tienen solo un niño o una niña, otras tienen familias mucho más grandes.
- Algunas son amas de casa a tiempo completo, otras trabajan desde sus casas.
- Algunas trabajan fuera del hogar a tiempo parcial, otras a tiempo completo.
- Algunas dependen económicamente de sus esposos, otras sostienen tanto a sus parejas como a sus hijos e hijas.
- Algunas están casadas, otras nunca lo han estado o ya no lo están.
- Algunas tienen una posición económica holgada, otras apenas pueden cubrir sus necesidades básicas.
- Algunas son mujeres de fe profunda, otras apenas han explorado su espiritualidad.
En este Día de las Madres las celebramos a todas, en toda su diversidad. No importa su situación, damos gracias a Dios por ellas. Reconocemos sus enormes sacrificios por los suyos y su disposición a posponer sus propias metas para avanzar la de sus hijos e hijas. Y nos solidarizamos con aquellas que se ven forzadas por las situaciones a convertirse en jefas de familia, muchas veces en contra de su voluntad.
¡Mamá, recibe este sencillo homenaje. En este día tan especial, le pedimos a Dios te bendiga hoy y siempre!