Cae la noche y es tiempo de conectar con Dios
Leamos una porción bíblica y oremos al Señor. Comencemos la oración reconociendo que Dios es grande y amoroso. Continuemos presentando en oración a las personas que amamos, a nuestras amistades y familiares. Después presentemos en oración nuestras propias vidas, rogándole a Dios que nos de lo que nos conviene, no lo que deseamos. Terminemos la oración alabando a Dios, en el nombre de Jesús. AMÉN
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Lectura Bíblica: Marcos 13.21-37
21 Así que si alguien les dice: “¡Miren, aquí está el Cristo!”; o “¡Miren, allí está!”, no le crean. 22 Porque surgirán falsos cristos y falsos profetas, y harán señales y prodigios para engañar, de ser posible, incluso a los elegidos.23 Pero ustedes, tengan cuidado. Ya los he prevenido de todo.
La venida del Hijo del Hombre
24 »En aquellos días, después de esa gran aflicción, sucederá que el sol se oscurecerá y la luna dejará de brillar; 25 las estrellas caerán del cielo y los poderes celestiales se estremecerán. 26 Entonces verán al Hijo del Hombre venir en las nubes con gran poder y gloria, 27 y él enviará a sus ángeles para reunir a sus elegidos de los cuatro vientos, desde los extremos de la tierra hasta los extremos del cielo.
28 »De la higuera deben aprender esta parábola: Cuando sus ramas se ponen tiernas, y le brotan las hojas, ustedes saben que el verano ya está cerca. 29 De la misma manera, cuando ustedes vean que todo esto sucede, sepan que la hora ya está cerca, y que está a la puerta. 30 De cierto les digo que todo esto sucederá antes de que pase esta generación. 31 El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.
32 »En cuanto al día y la hora, nadie lo sabe, ni siquiera los ángeles en el cielo, ni el Hijo. Sólo el Padre lo sabe. 33 Pero ustedes, presten atención y manténganse atentos, porque no saben cuándo llegará el momento. 34 Es como cuando alguien deja su casa y se va lejos, y delega autoridad en sus siervos y deja a cada uno una tarea, y ordena al portero mantenerse despierto. 35 Así que ustedes deben mantenerse despiertos, porque no saben cuándo vendrá el señor de la casa, si al caer la tarde, o a la medianoche, o cuando cante el gallo, o al amanecer; 36 no sea que venga cuando menos lo esperen, y los encuentre dormidos. 37 Esto que les digo a ustedes, se lo digo a todos: ¡Manténganse despiertos!»