Cae la noche y es tiempo de conectar con Dios
Leamos una porción bíblica y oremos al Señor. Comencemos la oración reconociendo que Dios es grande y amoroso. Continuemos presentando en oración a las personas que amamos, a nuestras amistades y familiares. Después presentemos en oración nuestras propias vidas, rogándole a Dios que nos de lo que nos conviene, no lo que deseamos. Terminemos la oración alabando a Dios, en el nombre de Jesús. AMÉN
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Lectura Bíblica: Marcos 15.1-25
Jesús ante Pilato
En cuanto amaneció, y luego de reunirse los principales sacerdotes, los ancianos, los escribas y todo el tribunal para ponerse de acuerdo, ataron a Jesús y se lo llevaron a Pilato. 2 Éste le preguntó: «¿Eres tú el Rey de los judíos?» Y Jesús le respondió: «Tú lo dices.» 3 Los principales sacerdotes lo acusaban de muchas cosas, 4 así que Pilato volvió a preguntarle: «¿No vas a responder? ¡Mira de cuántas cosas te acusan!» 5 Pero Jesús ni aun así respondió, lo que sorprendió mucho a Pilato.
Jesús sentenciado a muerte
6 En el día de la fiesta Pilato acostumbraba poner en libertad a un preso, el que la gente quisiera. 7 Había uno que se llamaba Barrabás, que estaba preso con sus compañeros de motín porque en una revuelta habían cometido un homicidio. 8 Cuando la multitud se aproximó, comenzó a pedirle a Pilato que hiciera lo que acostumbraba hacer. 9 Pilato les preguntó: «¿Quieren que ponga en libertad al Rey de los judíos?» 10 Y es que Pilato sabía que los principales sacerdotes lo habían entregado por envidia. 11 Pero los principales sacerdotes incitaron a la multitud para que Pilato soltara más bien a Barrabás. 12 Pilato les preguntó: «¿Y qué quieren que haga con el que ustedes llaman Rey de los judíos?» 13 Y ellos volvieron a gritar: «¡Crucifícalo!» 14 Pilato les decía: «¿Pues qué crimen ha cometido?» Pero ellos gritaban más todavía: «¡Crucifícalo!» 15 Pilato optó por complacer al pueblo y puso en libertad a Barrabás; luego mandó que azotaran a Jesús, y lo entregó para que lo crucificaran.
16 Los soldados lo llevaron al interior del atrio, es decir, al pretorio, y llamaron a toda la compañía. 17 Lo vistieron de púrpura, le colocaron una corona tejida de espinas, 18 y comenzaron a saludarlo: «¡Salve, Rey de los judíos!» 19 Lo golpeaban en la cabeza con una caña, y lo escupían, y doblaban las rodillas para hacerle reverencias. 20 Después de burlarse de él, le quitaron la ropa de púrpura, lo vistieron con sus propios vestidos, y lo sacaron de allí para crucificarlo.
Crucifixión y muerte de Jesús
21 A uno que volvía del campo y que pasaba por allí lo obligaron a llevar la cruz. Ese hombre se llamaba Simón de Cirene, y era padre de Alejandro y de Rufo. 22 Llevaron a Jesús a un lugar llamado Gólgota, que significa «Lugar de la Calavera». 23 Le dieron a beber vino mezclado con mirra, pero él no lo tomó. 24 Después de crucificarlo, se repartieron sus vestidos y los sortearon para ver qué le tocaría a cada uno de ellos. 25 Cuando lo crucificaron eran las nueve de la mañana.