Cae la noche y es tiempo de conectar con Dios
Leamos una porción bíblica y oremos al Señor. Comencemos la oración reconociendo que Dios es grande y amoroso. Continuemos presentando en oración a las personas que amamos, a nuestras amistades y familiares. Después presentemos en oración nuestras propias vidas, rogándole a Dios que nos de lo que nos conviene, no lo que deseamos. Terminemos la oración alabando a Dios, en el nombre de Jesús. AMÉN
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Lectura Bíblica: Lucas 17.1-19
Ocasiones de caer
Jesús dijo a sus discípulos: «Es imposible que no vengan tropiezos, pero ¡ay de aquel por quien vengan!2 Más le valdría que le colgaran al cuello una piedra de molino, y que lo arrojaran al mar, que servir de tropiezo a uno solo de estos pequeñitos. 3 Así que, ¡tengan cuidado! Si tu hermano peca contra ti, repréndelo; y si se arrepiente, perdónalo.(B) 4 Si en un solo día peca siete veces contra ti, y siete veces vuelve a ti el mismo día y te dice: “Me arrepiento”, perdónalo.»
Auméntanos la fe
5 Los apóstoles le dijeron al Señor: «Auméntanos la fe.» 6 Entonces el Señor les dijo: «Si ustedes tuvieran fe del tamaño de un grano de mostaza, podrían decirle a este sicómoro: “Desarráigate, y plántate en el mar”, y el sicómoro los obedecería.
El deber del siervo
7 »Si alguno de ustedes tiene un siervo que ara o apacienta el ganado, ¿acaso cuando él vuelve del campo le dice: “Pasa y siéntate a la mesa”? 8 ¡No! Más bien, le dice: “Prepárame la cena, y arréglate la ropa para servirme mientras yo como y bebo. Después podrás comer y beber tú.” 9 ¿Y acaso se le agradece al siervo el hacer lo que se le ordena? 10 Así también ustedes, cuando hayan hecho todo lo que se les ha ordenado, digan: “Somos siervos inútiles, no hemos hecho más que cumplir con nuestro deber.”»
Diez leprosos son limpiados
11 En su camino a Jerusalén, Jesús pasó entre Samaria y Galilea. 12 Al entrar en una aldea, le salieron al encuentro diez leprosos, los cuales se quedaron a cierta distancia de él, 13 y levantando la voz le dijeron: «¡Jesús, Maestro, ten compasión de nosotros!» 14 Cuando él los vio, les dijo: «Vayan y preséntense ante los sacerdotes.»(C) Y sucedió que, mientras ellos iban de camino, quedaron limpios. 15 Entonces uno de ellos, al ver que había sido sanado, volvió alabando a Dios a voz en cuello, 16 y rostro en tierra se arrojó a los pies de Jesús y le dio las gracias. Este hombre era samaritano. 17 Jesús dijo: «¿No eran diez los que fueron limpiados? ¿Dónde están los otros nueve? 18 ¿No hubo quien volviera y alabara a Dios sino este extranjero?» 19 Y al samaritano le dijo: «Levántate y vete. Tu fe te ha salvado.»