Cae la noche y es tiempo de conectar con Dios
Leamos una porción bíblica y oremos al Señor. Comencemos la oración reconociendo que Dios es grande y amoroso. Continuemos presentando en oración a las personas que amamos, a nuestras amistades y familiares. Después presentemos en oración nuestras propias vidas, rogándole a Dios que nos de lo que nos conviene, no lo que deseamos. Terminemos la oración alabando a Dios, en el nombre de Jesús. AMÉN
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Lectura Bíblica: Juan 10.1-23
Parábola del redil
«De cierto, de cierto les digo: El ladrón y el salteador es el que no entra por la puerta del redil de las ovejas, sino que trepa por otra parte. 2 Pero el que entra por la puerta, es el pastor de las ovejas. 3 A éste el portero le abre, y las ovejas oyen su voz; y él llama a las ovejas por su nombre, y las saca. 4 Y una vez que ha sacado a todas sus ovejas, va delante de ellas; y las ovejas lo siguen, porque conocen su voz. 5 Pero a un extraño no lo siguen, sino que huyen de él, porque no conocen la voz de gente extraña.» 6 Jesús les dijo esta alegoría; pero ellos no entendieron qué les quiso decir.
Jesús, el buen pastor
7 Una vez más Jesús les dijo: «De cierto, de cierto les digo: Yo soy la puerta de las ovejas. 8 Todos los que vinieron antes de mí, son ladrones y salteadores; pero las ovejas no los oyeron. 9 Yo soy la puerta; el que por mí entra, será salvo; y entrará y saldrá, y hallará pastos. 10 El ladrón no viene sino para hurtar, matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia. 11 Yo soy el buen pastor; el buen pastor da su vida por las ovejas. 12 Pero el asalariado, el que no es el pastor ni el dueño de las ovejas, huye y abandona las ovejas cuando ve venir al lobo, y el lobo las arrebata y las dispersa. 13 Al que es asalariado, no le importan las ovejas. 14 Yo soy el buen pastor. Yo conozco a mis ovejas, y ellas me conocen a mí, 15 así como el Padre me conoce a mí, y yo conozco al Padre;(B) y yo pongo mi vida por las ovejas. 16 También tengo otras ovejas, que no son de este redil; también a aquéllas debo traer, y oirán mi voz, y habrá un rebaño y un pastor.17 Por eso el Padre me ama, porque yo pongo mi vida para volver a tomarla. 18 Nadie me la quita, sino que yo la doy por mi propia cuenta. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volver a tomarla. Este mandamiento lo recibí de mi Padre.»
19 Y volvió a haber disensión entre los judíos por causa de estas palabras. 20 Muchos de ellos decían: «Tiene un demonio, y ha perdido el juicio. ¿Por qué hacerle caso?» 21 Otros decían: «Estas palabras no son de un endemoniado. ¿Acaso un demonio puede abrir los ojos de los ciegos?»
Los judíos rechazan a Jesús
22 Era invierno, y en Jerusalén se estaba celebrando la fiesta de la dedicación. 23 Jesús andaba en el templo, por el pórtico de Salomón.
Meditemos
- Jesús, el buen pastor: Un sermón sobre Juan 10:1-11 (Audio & Vídeo).