Cae la noche y es tiempo de conectar con Dios
Leamos una porción bíblica y oremos al Señor. Comencemos la oración reconociendo que Dios es grande y amoroso. Continuemos presentando en oración a las personas que amamos, a nuestras amistades y familiares. Después presentemos en oración nuestras propias vidas, rogándole a Dios que nos de lo que nos conviene, no lo que deseamos. Terminemos la oración alabando a Dios, en el nombre de Jesús. AMÉN
#caelanoche #DrPj
Lectura Bíblica: Juan 12.1-26
Jesús es ungido en Betania
Seis días antes de la pascua, Jesús fue a Betania, donde vivía Lázaro, el que había estado muerto y a quien Jesús había resucitado de los muertos. 2 Allí le ofrecieron una cena, y Marta servía, y Lázaro era uno de los que estaban sentados con él a la mesa. 3 Entonces María tomó unos trescientos gramos de perfume de nardo puro, que era muy caro, y con él ungió los pies de Jesús, y con sus cabellos los enjugó. Y la casa se llenó con el olor del perfume. 4 Y dijo Judas Iscariote hijo de Simón, que era uno de sus discípulos y el que más tarde lo entregaría: 5 «¿Por qué no se vendió este perfume por trescientos denarios, y se les dio a los pobres?»6 Pero no dijo esto porque se preocupara por los pobres, sino porque era un ladrón y, como tenía la bolsa, sustraía de lo que se echaba en ella. 7 Entonces Jesús le dijo: «Déjala tranquila, que ha guardado esto para el día de mi sepultura. 8 A los pobres siempre los tendrán entre ustedes, pero a mí no siempre me tendrán.»
El complot contra Lázaro
9 Una gran multitud de los judíos se enteró de que él estaba allí, así que vinieron, no solamente por causa de Jesús, sino también para ver a Lázaro, pues sabían que él lo había resucitado de los muertos. 10 Pero los principales sacerdotes acordaron matar también a Lázaro, 11 pues por causa de él muchos de los judíos se apartaban y creían en Jesús.
La entrada triunfal en Jerusalén
12 Al día siguiente, al oír que Jesús venía a Jerusalén, grandes multitudes que habían venido a la fiesta13 tomaron ramas de palmera y salieron a recibirlo. Y clamaban: «¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor, el Rey de Israel!» 14 Y Jesús halló un asno, y montó sobre él, como está escrito:
15 «No temas, hija de Sión;
Aquí viene tu Rey,
Montado sobre un pollino de asna.»
16 Al principio, sus discípulos no comprendieron estas cosas; pero cuando Jesús fue glorificado, entonces se acordaron de que estas cosas estaban escritas acerca de él, y de que así le habían sucedido. 17 Y la gente que estaba con él daba testimonio de cómo ordenó a Lázaro salir del sepulcro y lo resucitó de los muertos. 18 Por eso también la gente había venido a recibirlo, pues sabía que él había hecho esta señal. 19 Pero los fariseos dijeron entre sí: «Como pueden ver, así no conseguiremos nada. ¡Todo el mundo se va tras él!»
Unos griegos buscan a Jesús
20 Entre los que habían ido a la fiesta para adorar había algunos griegos. 21 Éstos se acercaron a Felipe, que era de Betsaida de Galilea, y entre ruegos le dijeron: «Señor, quisiéramos ver a Jesús.» 22 Felipe fue y se lo dijo a Andrés, y Andrés y Felipe se lo dijeron a Jesús. 23 Jesús les dijo: «Ha llegado la hora de que el Hijo del Hombre sea glorificado. 24 De cierto, de cierto les digo que, si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, se queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto. 25 El que ama su vida, la perderá; pero el que aborrece su vida en este mundo, la guardará para vida eterna. 26 Si alguno me sirve, sígame; donde yo esté, allí también estará mi servidor. Si alguno me sirve, mi Padre lo honrará.