A puerta cerrada (Juan 20.19-23)

A puerta cerrada: Un sermón sobre Juan 20:19-20. Su tema central es: “Cristo nos llama a participar activamente en la misión de alcanzar el mundo con el mensaje del evangelio.” (TextoAudio & Vídeo).

Resucitó al tercer día (1 Corintios 15.3-4)

Un sermón sobre la resurrección de Jesús de Nazaret, parte de una sobre el credo, basado en 1 Corintios 15. Visite www.drpablojimenez.com & www.prediquemos.net.

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El sermón de LAS SIETE PALABRAS

El Sermón de las Siete Palabras, una meditación para el Viernes Santo y la Semana Santa, por el Dr. Pablo A. Jiménez.

Adquiera el libro del Dr. Jiménez sobre Las Siete Palabras.

Las siete palabras, en formato PDF

VídeosLas siete palabras 

Introducción

La primera palabra: Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen. (Lucas 23:24)

La segunda palabra: De cierto, de cierto te digo, que hoy estarás conmigo en el paraíso. (Lucas 23:43)

La tercera palabra: Mujer, he ahí tu hijo…He ahí tu madre. (Juan 19:26-27)

La cuarta palabra: ¡Eloi, Eloi! ¿Lama sabactani? (que significa: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desemparado? (Marcos 15:34)

La quinta palabra: ¡Tengo Sed! (Juan 19:28)

La sexta palabra: ¡Consumado es! (Juan 19:30)

La séptima palabra: Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu. (Lucas 23:46)

Conclusión

 

Las Siete Palabras
Las Siete Palabras

Bendito el que viene (Lucas 19.28-40)

Bendito el que viene: Texto de un sermón sobre Lucas 19:28-40. Su tema central es: “En la entrada triunfal, Dios viene a nuestro encuentro en la persona de Jesucristo, propiciando un momento de juicio y decisión.”

Pablo A. Jiménez
Pablo A. Jiménez

Sermones para la Semana Santa

González y Jiménez – Videos de conferencias en Fuller Theological Seminary

Vea las participaciones del Dr. Justo L. González y del Rev. Pablo A. Jiménez para el Instituto Ogilvie de Fuller Theological Seminary.

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Un sermón sobre liderazgo y visión

¡Señor, abre nuestros ojos!

Por Pablo A. Jiménez

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Texto: II. Reyes 6:8-18

Tema: Para poder desarrollar un ministerio efectivo, Dios llama a la comunidad de fe a comprender su realidad, a comprender la visión del profeta y a caminar en esperanza.

Área: Desafío profético

Propósito: Que la audiencia comprenda que el cuidado de Dios excede sus expectativas.

Diseño: Expositivo tradicional

Lógica: Deductiva

I. Introducción

La tentación es grande. En una ocasión como ésta, sería fácil tomar el camino de la anécdota que ensalza las virtudes de la Iglesia homenajeada. Los méritos los hay.

También sería fácil idealizar la figura del Pastor o tomar este momento para advertir a la congregación del juicio divino que enfrentaría de no comportarse correctamente con el siervo de Dios. Ese es otro peligro.

Pero mi propósito es otro. Entiendo que este es un momento para detenerse a pensar, a evaluar lo que debemos hacer como pueblo de Dios para desarrollar un trabajo efectivo en esta comunidad. Este es el momento indicado para preguntarnos cómo podemos cumplir mejor con la responsabilidad que el Señor Jesucristo ha puesto sobre todos nosotros como pueblo de Dios, comunidad de fe y primicia del reino de Cristo.

II. Presentación del tema

En respuesta a esa pregunta, me gustaría que explorásemos la narrativa de Eliseo ante la emboscada de los Sirios, que se encuentra en II Reyes 6:8-23, y viéramos las tres condiciones que necesitó el siervo de Eliseo para trabajar unido al profeta, a saber:

  • Un entendimiento claro de su situación;
  • Una comprensión exacta de la visión del profeta;
  • Y la disposición a caminar hacia el futuro en esperanza.

III. Puntos a desarrollar

A. Para desarrollar un ministerio efectivo la Iglesia necesita comprender su realidad.

1. La narrativa de Eliseo ante la emboscada de los Sirios es sumamente interesante. Eliseo –como consejero del rey de Israel– se había convertido en un elemento “peligroso” para el Rey de Siria. El Rey, siguiendo la tradición de gobernantes cegados por el poder, envió un grupo de soldados a asesinar al profeta.

2. En ese momento entra en la escena Giezi, el siervo del profeta. Este –a través de ciclo de historias sobre Eliseo– se nos presenta como una persona común y corriente. Ciertamente, no tenía el carácter, el temple, el compromiso y la visión de un profeta.

3. Esta narración describe a Giezi como una persona que solo comprende las realidades materiales; que no tiene la capacidad –ni la disposición– para ver la mano de Dios en acción en el diario vivir. Es por esto que ante el asedio de los soldados sirios el siervo sólo ve el peligro de la muerte; la inminencia del fracaso y ante eso exclama “¡Ah, Señor mío! ¿qué haremos?” (v. 15b).

4. Entonces, el profeta tiene que señalarle una realidad que Giezi no ve: que Dios está con ellos. La realidad es que la victoria en la lucha no depende de nuestra fuerza, sino de la intervención del poder divino. La realidad es que la obra no es nuestra, sino del Señor. Por lo cual dice II Reyes 5:16: “No tengas miedo, porque más son los que están con nosotros que los que están con ellos.”

5. Esta es la primera condición para poder desarrollar la obra de Cristo en el mundo:

Tenemos que ver con claridad la realidad que nos rodea.

Tenemos que entender el peligro que corre una Iglesia que señala el pecado en el mundo.

Tenemos que entender la realidad objetiva de la comunidad en que nos desarrollamos y, al mismo tiempo, discernir lo que Dios está haciendo en medio nuestro.

De otro modo, corremos el riesgo de hacer un trabajo vano, incompleto, que no tenga vigencia para el momento en que vivimos ni pertinencia para las personas que deseamos alcanzar.

Resumen: Por lo tanto, es necesario entender nuestra realidad para llevar a cabo lo que Dios requiere de nosotros en el mundo.

B. Para desarrollar un trabajo efectivo la Iglesia necesita comprender la visión del profeta.

1. Por otro lado, el cuadro que tenemos en la narración es muy interesante: hay dos personas que ante la misma realidad y en la misma situación ven dos visiones distintas.

2. Lo que aquí encontramos es parecido a la historia de tres albañiles que trabajaban en la construcción de una catedral. Estos fueron interrogados por un transeúnte que sintió curiosidad ante su trabajo. “¿Qué hacen?,” les preguntó. El primer albañil contestó “colocando ladrillos”; el segundo dijo “levantando una pared”; el tercero, “estoy edificando la casa de Dios”.

3. Del mismo modo, Giezi y el profeta, estando frente a la misma situación, veían cosas distintas. Esto fue así hasta que el profeta intercedió por su siervo y éste fue capacitado por el Espíritu de Dios para ver más allá de las posibilidades humanas.

4. La iglesia está ante una situación muy similar a la de Eliseo y Giezi. Tenemos dos alternativas. Por un lado, podemos desarrollar la sensibilidad espiritual para cumplir la voluntad del Señor. Para lograr esto, es necesario estar atentos a la visión del futuro que Dios le da a nuestros líderes.

5. Por otro lado, podemos quedarnos en el nivel de lo sensible, de lo puramente material. Podemos desesperarnos al ver lo difícil que es la tarea. Entonces, nuestra ceguera espiritual nos llevará a entorpecer la voluntad de Dios y fallaremos en nuestra misión como creyentes.

Resumen: Por lo tanto, es necesario tener una visión clara del futuro para llevar a cabo lo que Dios requiere de nosotros en el mundo.

C. Para desarrollar un trabajo efectivo la Iglesia necesita caminar en esperanza.

1. Ahora bien, ¿para qué sirve una visión? Hay quienes piensan que una visión no es más que un sueño vano; una esperanza tonta y vacía.

2. Sin embargo, cuando una visión ha sido verdaderamente inspirada por Dios, la misma sirve como un plano, como un mapa que nos indica el camino a seguir.

3. Pero, ¿de qué vale un plan si no tenemos la disposición de llevarlo a cabo? ¿De dónde sacaremos fuerzas para cumplir la misión que Dios nos ha encomendado?

4. ¡Las fuerzas vienen de Dios! Es el Señor quien nos capacita para llevar a convertir nuestras visiones en proyectos.

5. Debemos, pues, discernir la visión divina para nuestros respectivos ministerios. Una vez tengamos clara esa visión del futuro, sólo no resta caminar en esperanza, en el nombre del Señor

Resumen: Por lo tanto, es necesario caminar en esperanza para llevar a cabo lo que Dios requiere de nosotros en el mundo.

IV. Conclusión

La iglesia puede ser una institución muerta, sin poder alguno ante las fuerzas del mal o puede ser un organismo vivo, poderoso y lleno del poder de Dios para vencer toda adversidad, en el nombre de Jesucristo. ¿Cuál es su visión?

*Para ver otros escritos y adquirir los libros del Dr. Jiménez, acceda a www.drpablojimenez.com & a www.prediquemos.net. También puede visitar su canal de YouTube, (https://www.youtube.com/user/drpablojimenez), y su canal de sermones electrónicos en iTunes (https://itunes.apple.com/us/podcast/sermones-del-rev-dr-pablo/id322672790?mt=2

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