DrPabloJimenez.com da la bienvenida

Le damos la bienvenida a drpablojimenez.com, un canal dedicado a la predicación, el liderazgo y la teología pastoral.

Dr. Pablo A. Jiménez
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Le invitamos a visitar las diversas páginas de nuestro canal, entre las cuales se destacan:

Homilética: Materiales educativos sobre teoría homilética, la enseñanza y la práctica de la predicación cristiana, producidos por el Dr. Pablo A. Jiménez. Estas publicaciones tienen el propósito de enseñar cómo predicar a principiantes y cómo optimizar la predicación de personas de experiencia.

Sermones: Acceda a todas nuestras páginas de sermones y prédicas cristianas. Aquí encontrará el índice que le llevará a nuestras diversas páginas relacionadas. En cada una de esas páginas encontrará lo más visto en DrPabloJimenez.com: audios, vídeos, manuscritos y bosquejos, algunos listos para predicar, completamente libres de costo.

Biblia: Acceda a vídeos y materiales educativos sobre la Biblia, enfocando en el estudio del Nuevo Testamento y en la hermenéutica o interpretación bíblica.

Liderazgo pastoral: Vea, escuche o lea vídeos, audios y libros sobre diversos aspectos del liderazgo pastoral y la revitalización de la iglesia.

Teología: Acceda a vídeos, audios, artículos, ensayos y otros materiales sobre teología, teología pastoral, teología práctica, e historia de la Iglesia, por Pablo A. Jiménez.

Educación cristiana: Acceda a varios escritos, audios y vídeos sobre educación cristiana, discipulado y formación espiritual.

Libros: Adquiera publicaciones escritas por el Dr. Pablo A. Jiménez o producidas por su ministerio (Prediquemos y drpablojimenez.com) por medio de nuestra tienda cibernética en Amazon.com.

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El hijo rebelde y el padre amoroso

El hijo rebelde y el padre amoroso es una prédica cristiana apropiada para el Día de los Padres, basada en Lucas 15.11-24.

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En este sermón basado en Lucas 15:11-24, Pablo A. Jiménez explora la parábola del Hijo Pródigo para ilustrar el amor y la misericordia de Dios. Jesús, un maestro excepcional, utilizaba parábolas para enseñar sobre el reino de Dios, comparándolo con situaciones cotidianas. En esta parábola, un padre judío tiene dos hijos, y el menor pide su herencia anticipadamente, un acto que implica un gran desprecio y dolor para el padre. A pesar de que la ley permitía un castigo severo para los hijos rebeldes, el padre elige la ruta de amor y concede la petición de su hijo.

El hijo menor se marcha y desperdicia su herencia en una vida disoluta. Cuando se queda sin dinero encuentra trabajo cuidando cerdos, una ocupación despreciable para un judío. Finalmente se da cuenta de su error y decide regresar a casa, dispuesto a ser tratado como un obrero. Sin embargo, su padre, lleno de amor, lo ve desde lejos, corre hacia él, lo abraza y organiza una fiesta para celebrar su regreso.

El padre pide ropa nueva, un anillo y sandalias para su hijo, símbolos de restauración de su dignidad y posición en la familia. La reacción del padre subraya que lo importante es que el hijo ha regresado, no las razones detrás de su retorno.

Eta prédica concluye afirmando que la parábola muestra cómo, a pesar de la rebeldía humana, Dios nos espera con amor. Dios está dispuesto a perdonarnos y a recibirnos con los brazos abiertos, reflejando el carácter redentor y misericordioso del reino de Dios.

Día de los Padres
Día del Padre
Parábola del Hijo Pródigo
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Rutas de restauración – Juan 3.16

Rutas de restauración es una prédica cristiana sobre el plan de salvación, basada en Juan 3.16 y apropiada para el Viernes Santo.

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La prédica cristiana titulada “Rutas de restauración” basada en Juan 3.16 aborda el tema de la restauración espiritual a través de Jesucristo. Apropiado para el Viernes Santo, refleja cómo la tecnología, aunque útil, ha simplificado experiencias que antes eran comunes, como perderse, sirviendo como metáfora de cómo a menudo las personas no reconocen estar espiritualmente perdidas.

Jiménez utiliza el relato bíblico de Adán y Eva para ilustrar cómo, tras el pecado, no solo se perdieron, sino que comenzaron a experimentar emociones negativas como la vergüenza y el miedo, no dándose cuenta de su estado hasta enfrentar una crisis. Esta historia sirve para enfocarse en cómo el pecado ha roto relaciones fundamentales del ser humano: con Dios, con otros, con la naturaleza y consigo mismo.

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El sermón avanza discutiendo cómo, a lo largo de la historia, Dios ha intentado restaurar estas rupturas a través de pactos y leyes, especialmente mediante la Torá dada a Israel. Sin embargo, Jiménez señala que la ley por sí sola no fue suficiente para la restauración completa, lo que llevó a Dios a establecer un nuevo pacto, prometido en Jeremías 31, que implicaba una relación más profunda y personal mediante la escritura de la ley en los corazones de las personas y una nueva relación con el Espíritu Santo, conforme a Joel 2.

El foco del sermón es el sacrificio de Jesucristo, visto como la culminación de los esfuerzos de Dios por salvar a la humanidad. Jesucristo no solo vino a enseñar y predicar, sino a ofrecer su vida como un sacrificio final, cumpliendo las funciones tanto de sacerdote como de víctima perfecta. Este acto abre un camino nuevo y vivo hacia la salvación, según la enseñanza de la Epístola a los Hebreos.

En conclusión, el sermón enfatiza que la oferta de salvación a través de Cristo está disponible ahora. Es un mensaje de esperanza que ofrece a los oyentes una “ruta hacia la restauración” sin más sacrificios necesarios, ya que Cristo ya ha pagado el precio completo por la salvación. El mensaje termina con un llamado a responder con amor al que lo ha dado todo por amor.

Restauración
Juan 3.16
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No sabía que me tocaba a mi – Marcos 6.37

Predicación narrativa en primera persona basada en la historia de la multiplicación de los panes y los peces, según Marcos 6.30-44.

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La prédica cristiana titulada “No sabía que me tocaba a mí”, escrita por el Dr. Pablo A. Jiménez interpreta la narrativa bíblica de Marcos 6.30-44, destacando la comisión de Jesús a sus discípulos para ser colaboradores activos en la misión de salvar a la humanidad. El texto utiliza una estructura narrativa para recalcar la tarea misionera de la Iglesia y enfatiza el llamado a la acción personal en el ministerio.

Este ejemplo de predicación narrativa comienza describiendo el agotamiento de los discípulos tras predicar el mensaje del Reino de Dios en Galilea, donde experimentaron éxito en su ministerio, con conversiones y milagros. Sin embargo, su regreso se ve empañado por la noticia del asesinato de Juan el Bautista por Herodes Antipas, lo que marca un punto de inflexión emocional en la historia.

Jesús, consciente del cansancio de sus seguidores, les invita a descansar en un lugar apartado, evocando su propio retiro en el desierto. Al llegar, se encuentran con una multitud que los ha seguido, deseosa de escuchar a Jesús. Al ver a la multitud desorientada y necesitada, Jesús se conmueve y decide enseñarles, destacando su compasión y su rol como pastor de aquellos que están perdidos.

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El clímax de la historia ocurre cuando Jesús desafía a sus discípulos a alimentar a la multitud, a pesar de su inicial resistencia y preocupación por la falta de recursos. Jesús les pide que revisen lo que tienen, encontrando solo cinco panes y dos peces. A través de un acto de fe y la bendición de Jesús, estos alimentos se multiplican milagrosamente, alimentando a todos y dejando sobras, lo que simboliza una provisión abundante.

El milagro se interpreta como una manifestación del Salmo 23, con Jesús como el Buen Pastor que provee para su rebaño. El episodio culmina con una lección vital para los discípulos: ellos también están llamados a ser pastores, evaluando y atendiendo las necesidades materiales y espirituales de la gente. La multiplicación de los panes no solo atiende una necesidad física inmediata, sino que también enseña sobre la responsabilidad de cuidar a los demás, un principio central en la misión de la Iglesia.

En resumen, el sermón utiliza la narrativa del milagro de los panes y los peces para ilustrar la importancia del liderazgo compasivo y proactivo en el ministerio cristiano, enfatizando el llamado a cada creyente a participar activamente en la misión de la Iglesia, tanto en el plano espiritual como en el material.

predicación narrativa
multiplicación de los panes y peces
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La parábola de la viña (Isaías 5.1-7)

Un sermón del Dr. Pablo A Jiménez sobre la Parábola de la viña, texto también conocido como el Cantar de la vida.

La Biblia, aparte de su valor religioso, tiene valor literario. En ella encontramos prosa, narración, leyes, poemas y cánticos. Estos pasajes bíblicos hablan de Dios, de la relación entre Dios y la humanidad, de la relación entre los seres humanos y de la relación que toda persona tiene consigo misma. Y entre esas porciones bíblicas se encuentran algunas de las piezas literarias más hermosas producidas jamás.

El capítulo 5 del libro del profeta Isaías contiene una de esas porciones bíblicas “clásicas”: el poema o canción de la viña.

Vea La parábola de la viña en YouTube

La imagen de la viña

Isaías 5 tiene una forma literaria particular, dado que el texto es una canción de amor. Sí, es una canción de amor que Dios, el “novio”, le dedica a su “amada”, la comunidad de fe. Es una canción de amor que comunica los sentimientos divinos hacia la humanidad.

En la primera línea, el profeta presenta el cántico y lo dedica al pueblo de Dios (v. 1a). A partir de la segunda frase (v. 1b), el profeta habla en nombre de Dios, dando voz a las sentimientos divinos. El profeta habla a nombre de un “amigo”, quien será identificado más adelante. Todo comienza con una afirmación muy sencilla: El amigo plantó una viña en terreno fértil (v. 1b-c).

En la literatura hebrea, es común comparar a la persona amada con una viña, es decir, con un sembradío de uvas. Esta imagen aparece en varias veces en el libro del Cantar de los Cantares, específicamente en 1:6, 2:15 y 8:12.

El v. 2 describe los cuidados que el “amigo” tiene para con su viña. Todas las imágenes recalcan el cuidado que tiene el amado por su amada. El “amigo” ha colocado una cerca alrededor de la viña, para evitar la entrada de ladrones y de animales salvajes (v. 2a). También ha quitado las piedras que estorban el proceso de sembrar (v. 2a). Aunque toda persona que desea sembrar debe quitar las piedras del terreno, esto es una referencia al terreno israelita, particularmente en la zona noroeste, que está lleno de rocas de basalto, es decir, de piedras negras de origen volcánico.

Una vez preparado el terreno, el “amigo” plató las semillas de mejor calidad (v. 2b). Además, construyó una torre desde la cual vigilantes podían proteger la viña (v. 2c) y un “lagar”, es decir, un pequeño edificio donde había recipientes para aplastar las uvas maduras, extrayendo su jugo (v. 2d).

Como es evidente, el “amigo” había invertido tanto tiempo y dinero en este proyecto porque esperaba que su viñedo produjera uvas dulces, de buena calidad (v. 2e). Sin embargo, el “amigo” no recibió lo esperado. En lugar de uvas dulces, su viña produjo uvas agrias, es decir, uvas que no eran adecuadas para producir vino (v. 2f).

En el v. 3, el profeta presenta la situación ante la consideración de sus amigos y vecinos para que juzguen el caso, diciendo “juzgad entre mí y mi viña”. Este es un ejemplo de la justicia popular israelita, donde los vecinos de una comunidad—particularmente los líderes de los clanes y las familias prominentes—se reunían para impartir justicia. El profeta pregunta qué más hubiera podido hacer su amigo en este caso (v. 4a-b). Y, por segunda vez, usa el verbo esperar (compare con v. 2e): ¿Cómo es posible que la buena semilla hubiera dado uvas comunes y corrientes? ¿De dónde salieron estas uvas agrias y, por lo tanto, inútiles?

La justicia divina

Sin esperar respuesta, el “amigo” toma la palabra e indica cómo ha de responder a la situación (v. 5a-b). El dueño va a quitar la verja que protegía la viña, para que los vecinos se coman las uvas y los animales se coman las plantas (v. 5c-d).

Además, el dueño planea abandonar la viña, es decir, no ha de cultivarla más (v. 6a-b). Por lo tanto, la viña antes bien cuidada ahora estará llena de hierba mala, de cizaña, de matojo (v. 6c). Y, en la primera referencia al poder divino del “amigo”, hasta mandará a las nubes que no derramen más lluvia sobre la viña (v. 6d-e). Así la identidad del amigo queda clara: El “amigo” enamorado es Dios.

El v. 7 ofrece una interpretación clara del cantar de la vida, dejando clara la identidad de la viña. Israel es la viña y sus habitantes son las uvas. Este pueblo desciende de Abraham, de Isaac, de Jacob y del resto de las personas llamadas por Dios, de acuerdo al libro del Génesis. Por lo tanto, el pueblo es fruto de “semillas escogidas”. Esto explica por qué Dios esperaba buenos frutos de su pueblo. Es lógico esperar que las personas descendientes de Abraham, el padre de la fe, sean fieles a Dios.

No obstante, el pueblo no dio buen fruto, es decir, no cumplió con las expectativas que Dios tenía. El v. 7 termina con dos juegos de palabras, en el idioma hebreo original. El texto dice: “Esperaba juicio, y hubo vileza; justicia, y hubo clamor.”

Primero, la palabra traducida como “juicio”, es la palabra hebrea “mishpat”, que tradicionalmente se traduce como “justicia” pero que también significa “buena obra” o “acto de justicia”. Y la palabra hebrea traducida como “vileza” es la palabra hebrea “mispah”, que significa derramamiento (de sangre). Segundo, la palabra traducida como “justicia” es la palabra “tsedaka” y la palabra “clamor” o grito es “tse’aka”.

Ahora podemos comprender mejor la calidad literaria del texto. El cantar de la viña termina denunciando los pecados del pueblo, afirmando que en lugar de justicia (“mishpat”) el pueblo derrama sangre inocente (“mispah”); que en lugar de justicia (“tsedaka”) el pueblo desesperado grita (“tse’aka”).

Las expectativas divinas

Queda claro que, aún en medio de la crisis social que arropa nuestro mundo, Dios espera que su pueblo de buen fruto. Aún en medio de derramamiento de sangre que continúa manchando nuestras calles, Dios desea que el pueblo actúe con justicia. Aún en medio de los gritos de desesperación de la gente inocente, Dios desea que su pueblo sea un agente de justicia.

Sí, Dios espera grandes cosas de su pueblo. Si usted se identifica como creyente, Dios espera buenos frutos de usted. Por eso, nos atrevemos a afirmar que el mensaje que Dios lanzó al antiguo pueblo de Israel por medio del profeta Isaías sigue vigente. Hoy, Dios espera que su Iglesia produzca buen fruto, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.

La Parábola de la Viña
El Cantar de la Viña
Vea otras prédicas basadas en textos del Antiguo Testamento

Cuando no comprendemos el plan de Dios

Una prédica cristiana sobre cómo discernir el plan de Dios para nuestras vidas y nuestras congregaciones, basada en la vida del Apóstol Pablo



Esta prédica introduce a la audiencia al ministerio del Apóstol Pablo, destacando los desafíos que enfrentó al predicar tanto en su tierra natal como en tierras extranjeras. Recalca que Pablo era un hombre bicultural y bilingüe, que antes de convertirse en un líder cristiano, era un fariseo que perseguía al movimiento de Jesús. Tras su conversión, junto con Bernabé, fue comisionado por la iglesia en Antioquia para predicar el Evangelio, iniciando sus viajes misioneros por Chipre y Asia Menor.

El texto también aborda el conflicto entre Pablo y Bernabé, que surge al planear visitar una vez más las iglesias establecidas en Asia Menor durante su primer viaje. Este desacuerdo provocó que ambos se separaran, y Pablo continuó su ministerio con Silas y más tarde con Timoteo.

Durante su segundo viaje misionero, Pablo enfrentó la inesperada oposición divina cuando el Espíritu Santo le prohibió predicar en Asia, lo cual llevó a Pablo a Macedonia tras recibir una visión.

El sermón reflexiona sobre cómo Pablo, a pesar de ser un predicador preparado e influyente, inicialmente no comprendió la voluntad de Dios para su ministerio, lo cual lo llevó a predicar en el lugar equivocado. Pregunta si su trasfondo fariseo, un grupo judío que tenía una teología nacionalista, le impidió comprender la voluntad de Dios. 

Resalta la importancia de estar abierto a cambios inspirados por Dios, siguiendo la dirección divina, incluso cuando esto signifique abandonar lo familiar y, por lo tanto, más cómodo. Recalca que así como Pablo desarrolló su relación más estrecha con iglesia en Filipos, la comunidad de fe que no quería fundar, nosotros también podemos encontrar el futuro más dulce cuando discernimos y obedecemos el plan de Dios para nuestras vidas.

Cuando no comprendemos el plan de Dios
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Spurgeon: Discursos a mis estudiantes

Reseña académica del libro Discursos a mis estudiantes, escrito por Charles Haddon Spurgeon (El Paso: Casa Bautista de Publicaciones, 1950).



Discursos a mis estudiantes de Charles Haddon Spurgeon (1834 – 1892) es un clásico en la literatura cristiana y que ha sido particularmente influyente en la formación de predicadores. Este libro recopila una serie de conferencias del conocido predicador bautista del siglo XIX dirigidas a candidatos al ministerio del Tabernáculo Metropolitano. 

Spurgeon

El libro abarca una amplia gama de temas, todos centrados en la vida y el ministerio del predicador. Spurgeon toca aspectos como la importancia del llamado al ministerio, la preparación personal y espiritual, la elaboración y entrega de sermones, y la importancia de vivir una vida coherente con el mensaje que se predica. 

  1. Plática 1: La vigilancia que de sí mismo debe tener el ministro: Spurgeon habla sobre la seriedad y la santidad del ministerio pastoral, enfatizando la necesidad de vigilancia constante y autocrítica.
  2. Plática 2: La vocación al ministerio. En este capítulo, Spurgeon discute la importancia de tener un claro llamado al ministerio, destacando que no todos están destinados para este trabajo.
  3. Plática 3: La oración privada del predicador. Spurgeon indica que el predicador debe orar continuamente, pues la oración es parte de la preparación para predicar. 
  4. Plática 4: La oración pública del predicador. Aquí el autor exhorta a los predicadores a hacer oraciones libres y espontáneas, que entiende son las más bíblicas. Esto implica alejarse de las oraciones escritas en manuales ministeriales y libros de oración.
  5. Plática 5: Sermones — Su asunto. Spurgeon enfatiza que la predicación debe enseñar la verdad. Se deben predicar las doctrinas más sencillas, de manera clara. El asunto del sermón debe resumir su enseñanza principal.
  6. Plática 6: Sobre la elección de un texto. El predicador debe escoger personalmente el texto del cual va a predicar. Spurgeon aconseja predicar de toda una variedad de textos, estudiándolos de manera continua y responsable.
  7. Plática 7: Modo de espiritualizar. Spurgeon respalda el uso de la alegoría, exhortando a espiritualizar el texto de manera responsable.  
  8. Plática 8: Sobre la Voz. Se dan consejos sobre cómo mejorar y cuidar la voz para la predicación efectiva. 
  9. Plática 9: Sobre la atención. Este capítulo subraya la importancia de conseguir y retener la atención de la audiencia. Afirma que la atmósfera en el local donde se lleva a cabo el culto debe conducir a la adoración. El predicador debe hablar de manera sencilla y agradable. No debe improvisar el sermón, ni repetir las mismas ideas una y otra vez.
  10. Plática 10: El don de hablar espontanente. Spurgeon advierte que este tipo de predicación no es para principiantes. Ahora bien, reconoce que hay momentos donde es necesario predicar de manera extemporánea. Su mejor consejo es mantener una vida de constante estudio que le prepare para predicar improntu. Esta técnica requiere mucha práctica, pues es fácil perder la habilidad si no se cultiva.
  11. Plática 11: Decaimientos de ánimo del ministro. La vida ministerial puede tener muchas frustraciones y causar abatimiento. Se puede perder el ánimo después de un gran logro; el éxito puede conducir al desaliento.
  12. Plática 12: Conducta del ministro en su vida ordinaria. El ministro nunca está “franco de servicio”. Aún en sus días de descanso, el predicador sigue siendo un ministro del Evangelio. El ministro debe ser sociable y jovial. no debe acaparar las conversaciones ni andar mendigando en las mesas de las personas adineradas. El ministro debe mantenerse firme en sus principios.
  13. Plática 13: A los que cuentan con escasos útiles para trabajar. Spurgeon recalca la importancia de tener una buena biblioteca y de dominar los libros que uno tiene.

A continuación compartimos algunas de las citas más interesantes de este libro:

  • Página 6: “En otras palabras: generalmente efectuaremos mejor la obra de Nuestro Señor, cuando los dones y gracias que hemos recibido nos hayan en buen orden; y lo haremos peor, cuando no lo estén. Esta es una verdad práctica para nuestra guía.”
  • Página 9: “El que un predicador del evangelio sea ante todo participante en él, es una verdad simple, pero al mismo tiempo una regla de la mayor importancia…la conversión es una cosa sine qua non en un ministro.”
  • Página 26: “La santidad en un ministro es su necesidad principal a la vez que su más piadoso ornamento.”
  • Página 74: “No hay retórica como la del corazón, ni escuela para aprenderla fuera del pie de la cruz.”
  • Págna 90: “La verdadera predicación es una aceptable adoración de Dios por la manifestación que hace de sus divinos atributos.”
  • Página 262: “Nunca tendremos grandes predicadores, sino hasta que tengamos grandes teólogos.”
  • Página 269: “Un buen discurso improvisado, no es otra cosa que la expresión de los pensamientos de un hombre práctico, de buena instrucción, que medita concienzudamente, y deja que sus ideas salgan por medio de su boca al aire libre.”
  • Página 299: “Sea cuál fue la situación en que nos hallemos, el púlpito es nuestra atalaya y el ministerio nuestra guerra; y aún cuando no podamos contemplar la faz de nuestro Dios, confiemos siempre en él escudos bajo la santa sombra de sus alas.”
Spurgeon - Discursos a mis estudiantes
Oprima la imagen del libro para comprar “Discursos mis estudiantes” via Amazon.com

“Discursos a mis estudiantes” es una obra profundamente arraigada en la devoción cristiana y la práctica pastoral. Spurgeon, conocido por su elocuencia y profundidad teológica, ofrece una guía invaluable para los predicadores en formación. Sus consejos abarcan desde aspectos prácticos como la elección de textos y el cuidado de la voz, hasta temas más profundos como la llamada al ministerio y la necesidad de integridad personal.

Una de las características más destacadas de Spurgeon es su estilo directo y apasionado. Su deseo genuino de ver a predicadores bien preparados y dedicados a su vocación se refleja en cada página. Además, ofrece consejos prácticos y anécdotas personales que le dan al libro un tono cálido y accesible.

Ahora bien, a pesar de su indudable valor es necesario tener en cuenta algunas características que limitan el uso de este libro en nuestros tiempos. 

  • En primer lugar, sus consejos y ejemplos están anclados en el contexto histórico,  cultural y temporal de Inglaterra en el siglo XIX. El libro refleja los valores de la Era Victoriana, lo que podría requerir una interpretación y aplicación contextual en el mundo moderno. 
  • En segundo lugar, el libro no es un manual de predicación como tal, sino que recalca la importancia del caracter del ministro y de los hábitos que debe cultivar.
  • En tercer lugar, Spurgeon escribe en un momento donde las mujeres no eran aceptadas como pastoras ni predicadoras, lo que explica su uso exclusivo del género masculino al hablar de las personas llamadas a exponer el mensaje del evangelio.

A pesar de estas limitaciones, la contribución de Spurgeon sigue siendo pertinente por sus enseñanzas sobre la importancia del carácter, la pasión por la predicación y la dependencia del Espíritu Santo que debe caracterizar al liderazgo cristiano.

En resumen, Discursos a mis estudiantes es una obra clásica y esencial para quienes están involucrados en el ministerio cristiano, especialmente en la predicación, ya que ofrece tanto inspiración como guía práctica para quienes desean crecer en su vocación.


Si desea citar este escrito, puede usar el siguiente formato:

Jiménez, Pablo A. “Spurgeon: Discursos a mis estudiantes”, disponible en: 2024 https://www.drpablojimenez.com/2024/01/08/spurgeon-discursos-a-mis-estudiantes

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El desafío de la estrella

“El desafío de la estrella” es un sermón narrativo, en primera persona, sobre el relato de los Magos que aparece en Mateo 2.1-11.

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“El desafío de la estrella” enfoca en la historia bíblica de los Magos y su viaje para encontrar a Jesús, interpretada desde una perspectiva científica y espiritual. Su idea central es que Jesús es el Mesías, y su propósito es ilustrar este relato bíblico de una manera narrativa y en primera persona, coincidiendo con la celebración del Día de Reyes o el Día de la Epifanía.

El narrador se describe como un hombre de ciencias criado en Persia, influenciado por la doctrina de Zaratustra (Zoroastro), que enseña sobre la lucha entre el bien y el mal, representada por Ahura Mazda y Angra Mainyu (Ahrimán), respectivamente. Esta visión del mundo le lleva a estudiar las estrellas, donde descubre un astro peculiar que lo lleva a investigar más.

A través del estudio de la estrella y las escrituras hebreas, el narrador experimenta una crisis de fe, ya que su devoción a Ahura Mazda se ve desafiada por las enseñanzas del Dios de Israel. Esta búsqueda lo lleva a un entendimiento más profundo de Dios, viéndolo como la única divinidad verdadera y la luz del mundo, según las escrituras hebreas.

Junto con otros sabios, sigue la estrella hasta Judea, buscando al nuevo rey prometido. Al llegar a Jerusalén, se encuentran con el rey Herodes, quien se muestra perturbado por su búsqueda y les pide que le informen sobre el paradero del niño. Sospechando las intenciones de Herodes, los Magos siguen la estrella hasta Belén, donde encuentran a Jesús con María y José. Los Magos experimentan una revelación espiritual al ver al niño, reconociéndolo como el Mesías, y le presentan regalos simbólicos.

El relato concluye con los Magos evitando a Herodes y regresando a sus hogares por otro camino, convencidos de la divinidad de Jesús y transformados por su encuentro. El narrador afirma su fe en Jesús como el salvador de la humanidad, destacando cómo este encuentro cambió su vida y puede cambiar la de toda persona que le busque con fe.

El desafío de la estrella - Reyes Magos - Mateo 2
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La esencia de la Navidad

Audio, vídeo, y texto listo para predicar de un sermón apropiado para el Día de Navidad basado en Lucas 2.10-14.

Texto: Lucas 2.10-14

Tema: La Navidad es el tiempo cuando conmemoramos el nacimiento del salvador enviado por Dios para alabanza de su gloria.

Área: Educación cristiana

Propósito: Recalcar el verdadero sentido de la Navidad

Diseño: Temático, de ocasión especial (Navidad)

Lógica: Deductiva

Durante esta temporada la iglesia habla continuamente del “verdadero sentido de la Navidad”. En esta ocasión, deseo explorar el significado de esa frase. ¿Cómo podemos definir la esencia de la Navidad?

  1. La Navidad es la temporada en que la Iglesia acordó conmemorar el nacimiento de Jesús en Belén, la ciudad del antiguo Rey David.
  2. Celebramos un hecho objetivo: el nacimiento de Jesús como hombre, hijo de María de Nazaret, recalcando el carácter histórico del evento de Cristo. Esto implica que rechazamos las falsas doctrinas sobre Jesús. De manera particular, rechazamos el “docetismo”, la una falsa doctrina que niega la humanidad de Jesucristo, alegando que solo “parecía” ser humano.
  3. Pero la Navidad es también tiempo de reflexión. Es tiempo de considerar la profundidad del evento de la encarnación de Dios en Cristo, del regalo de salvación que nos hizo Dios al darnos a su hijo.
  4. Esta reflexión debe confrontarnos con nuestra propia situación; debe llevarnos a preguntarnos si hemos tomado la decisión de seguir a Cristo; si hemos tenido un encuentro con Jesús.
  5. El nacimiento de Jesús en Navidad debe ser también nacimiento de Cristo en nuestro corazón. Nacimiento que se renueva cada año; que vive en el corazón del creyente en toda época del año.
  1. El cántico que los ángeles entonaron cuando nació el “niño-Dios” fue “Gloria a Dios en las alturas” (Lc. 2.24), ensalzando así el nombre del Dios de Israel. Esto fue así porque el nacimiento de Cristo es también alabanza.
  2. Sí, es alabanza porque Dios nos eligió “en él antes de la fundación del mundo” (Ef. 1.4), “para alabanza de la gloria de su gracia” (Ef. 1.6), como dice el primer capítulo de la Epístola a los Efesios.
  3. El propósito para el cual Dios ha elegido manifestarse en la historia es darse a conocer a la humanidad. Desde el principio, la Biblia nos muestra que Dios hace cosas “para que sepas que yo soy Dios” (Is. 45.3), como afirman continuamente los profetas.
  4. Ahora bien, conocer a Dios es alabarle; es postrarse ante sus pies; es entregarse o rendirse a la divinidad. Conocer a Cristo es dejarle nacer en nuestro corazón, por eso, ese nacimiento que celebramos en Navidad implica alabanza en acción de gracias por el “Don inefable” (2 Co. 9.15) que Dios nos ha dado en el amado.
  5. Nuestra alabanza es cántico de redención que sale de nuestros labios, desde lo profundo del corazón. Cántico porque hemos sido transformados por los portentosos actos de Dios para con nosotros. Entonamos un cántico de redencion como el de Apocalipsis 1.5b-6, que dice: 

Al que nos amó y nos lavó de nuestros pecados con su sangre; y nos ha hecho reyes y sacerdotes para Dios su padre, a él sea la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén 

Una redención tan grande que aún abarca la naturaleza, la cual “gime” y “sufre” dolores de parto (Ro. 8.19-23) esperando la manifestación del amado.

  1. Esperamos la manifestación del redentor “porque nuestra redención es en esperanza” (Ro. 8.24). Por eso el cántico de los ángeles también decía “¡Paz en la tierra a todos los que gozan de su favor!” (Lc. 2.14 RVC), porque la Navidad es promesa.
  2. La navidad es promesa cumplida: es el niño que “nos es nacido” de Isaías 9.6; el rey que iba a nacer en Belén Efrata según Miqueas 5.2; el Mesías que vendría humilde de acuerdo a Zacarías 9.9.
  3. La Navidad es promesa abierta al futuro: Es promesa de salvación, de Emmanuel, de Dios con nosotros en Cristo, en el poder del Espíritu Santo.
  4. La promesa de Dios es una de esperanza, que nos toma perdidos en el camino y nos al sendero que conduce a la salvación. La esperanza nos toma en estado de pecado, de impotencia y de desesperación, preguntando: “¿Quién me librará de este cuerpo de muerte?” y nos lleva a decir “Gracias a Dios por su Don inefable” (Romanos 7.24-25).
  5. Esta esperanza surge porque la promesa de la Navidad es una de liberación. 
  • La liberación del pecado, de la muerte y del error. 
  • Liberación del miedo y con él de todo lo negativo de la naturaleza humana. 
  • Liberación de la obediencia a las fuerzas de la muerte que matan y destruyen a la humanidad.

La Navidad es el tiempo cuando conmemoramos el nacimiento del salvador enviado por Dios para alabanza de su gloria. Celebremos la liberación que viene por la promesa divina, dada por medio de Jesús, el Salvador que nace hoy en nuestro corazón.

La esencia de la Navidad (Lc. 2) - listo para predicar
Vea otros materiales listos para predicar

Doce días de Navidad – Meditaciones diarias

Doce días de Navidad es una mini-serie producida por el Dr. Pablo A. Jiménez para la temporada navideña. Véala, escúchela y léala.

doce días de Navidad

Los “doce días de Navidad” celebran la Temporada de Navidad, que comienza el el 25 de diciembre y continúa hasta el 5 de enero, culminando en la festividad conocida como la Epifanía o el Día de Reyes. La raíz de esta tradición se encuentra en Mateo 2.1-12 y conmemora la visita de los tres Reyes Magos o sabios al niño Jesús en Belén, como se relata en la Biblia. De acuerdo a la tradición, los Magos se llaman Melchor, Gaspar y Baltasar, aunque la Biblia no menciona sus nombres.

En algunas culturas hispanoamericanas la celebración de la Epifanía es un momento significativo. En muchos lugares, se realizan eventos y festividades durante este período, y algunas personas intercambian regalos en honor a la tradición de los Reyes Magos.

Debemos notar que la Iglesia de Armenia, una de las más antiguas de la cristiandad, celebra la navidad el 6 de enero. La Iglesia Ortodoxa Griega celebra el día de Navidad el 7 de enero.

Esperamos en Dios que pueda disfrutar de estas breves meditaciones para la temporada navideña. ¡Bendiciones!


25 de diciembre – Primer día de Navidad


26 de diciembre – Segundo día de la Navidad


27 de diciembre – Tercer día de la Navidad


28 de diciembre – Cuarto día de la Navidad


29 de diciembre – Quinto día de la Navidad


30 de diciembre – Sexto día de la Navidad


31 de diciembre – Séptimo día de la Navidad


1 de enero – Octavo día de Navidad


2 de enero – Noveno día de Navidad


3 de enero – Décimo día de Navidad


4 de enero – Undécimo día de Navidad


5 de enero – Duodécimo día de Navidad


6 de enero – Día de la Epifanía

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