El principio de la sabiduría – Proverbios 1.7

El principio de la sabiduría es una prédica cristiana sobre Proverbios 1.7 que contrasta la inteligencia y la sabiduría desde la óptica bíblica.

¿Cuál es la clave para vivir una vida plena y con propósito? En este inspirador mensaje, el Dr. Pablo A. Jiménez nos guía a través del libro de Proverbios, revelando cómo la sabiduría nos enseña a vivir de manera provechosa y en comunión con Dios. Desde el corazón de las Escrituras, descubrimos que el verdadero éxito no se encuentra en la riqueza, la fama o el placer momentáneo, sino en acercarnos a Dios con reverencia y amor.

Vea este sermón en nuestro canal de YouTube

Acompáñanos en esta profunda reflexión sobre el principio de la sabiduría basada en Proverbios 1.7, donde la sabiduría clama en las calles, llamándonos a abandonar la necedad y a seguir el camino de la vida. Exploraremos cómo la Biblia personifica la sabiduría como una voz que nos instruye y nos advierte sobre las consecuencias de rechazar el conocimiento divino.

En este mensaje, aprenderemos:

✅ ¿Qué significa “El principio de la sabiduría es el temor del Señor”? (Proverbios 1:7)

✅ Cómo la sabiduría nos ayuda a tomar decisiones correctas y a evitar el engaño del pecado.

✅ La diferencia entre inteligencia y sabiduría, y por qué esta última es esencial para una vida fructífera.

✅ Cómo aplicar los principios de Proverbios a nuestra vida diaria para experimentar paz, estabilidad y éxito verdadero.

📌 Sermón expositivo, de lógica inductiva

🎤 Predicador: Dr. Pablo A. Jiménez

📖 Texto bíblico: Proverbios 1.7

¡Suscríbete, comparte y activa las notificaciones para recibir más enseñanzas bíblicas! 🙏✨

Regrese a la página principal

Un mensaje a las naciones – Mateo 28.16-20

Un mensaje a las naciones es un sermón sobre misión y discipulado, en clave postcolonial, sobre Mateo 28.16-20, el texto conocido como “La Gran Comisión”.

Vea este sermón en nuestro canal de YouTube.

Texto: Mateo 28.16-20 

Idea central: Dios llama a la Iglesia a llevar las buenas nuevas de salvación en Cristo a todas las comunidades del mundo.

Área: Evangelización

Propósito: Animar a la iglesia a evangelizar el mundo y a discipular a los nuevos creyentes.

Lógica: Deductiva 

Diseño: Expositivo 

Introducción

Hace unos años estaba escuchando la radio, donde había un debate sobre la vida y la muerte. Algunas personas hablaban a favor o en contra de la reencarnación. Entonces uno de los oyentes dijo: “Creeré el día que alguien regrese de la muerte y me diga si hay cielo o infierno”.

Esas palabras me llevaron a pensar en Jesús, quien venció la muerte con poder al resucitar de entre los muertos. Específicamente, mi mente se remontó a Mateo 28.16 al 20, que dice: 

Pero los once discípulos se fueron a Galilea, al monte donde Jesús les había ordenado. 17 Y cuando le vieron, le adoraron; pero algunos dudaban. 18 Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. 19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; 20 enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.

En este pasaje hay tres puntos clave:

  • Toda potestad ha sido dada a Jesús.
  • Dios nos ha enviado a bautizar a todas las naciones.
  • Dios nos llama a enseñarle a los nuevos creyentes todo lo que nos ha mandado.

La pregunta que se impone es: ¿Cómo el Imperio Romano tomó esas palabras? ¿Las vieron con un acto revolucionario o como una ofensa a la majestad del Emperador? ¿En qué lugar quedó la Iglesia ante el Imperio?

Puntos a desarrollar

1. Jesús tiene toda potestad sobre cielo y tierra

  • De acuerdo a los criterios del mundo, Roma, su ejército y sus lacayos tenían todo el poder en sus manos. Sin embargo, Jesús afirma en Mateo 28.18 que tiene toda “potestad”, es decir, toda autoridad sobre los cielos y la tierra. ¿Hay algún elemento que pruebe la veracidad de las palabras de Jesús?
  • La transformación que experimentaron los discípulos de Jesús es la mayor prueba de la potestad de Jesucristo sobre los cielos y la tierra. Los mismos once discípulos que huyeron, se escondieron y hasta negaron conocer a Jesús en el día de su crucifixión, son los mismos hombres que se revelan públicamente como mensajeros del Evangelio en el día de Pentecostés (véase Hechos 2). Más aún, la historia de la Iglesia nos enseña que todos ellos estuvieron dispuestos a dar su vida por Cristo. Esa transformación es evidencia clara de la autoridad y el poder de Jesús, el Cristo.
  • Aquí vemos que, a pesar de todos los horrendos sufrimientos que Jesús padeció a manos de las autoridades terrenales, el Cristo resucitado reclama la potestad universal. Se identifica como el misericordioso Señor de la Gracia, del perdón y de la redención. Como dice Filipenses 2.5-11: 

Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, 10 para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; 11 y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.

Esto nos muestra su gran dominio y potestad. 

2. Dios llama a la Iglesia a bautizar personas de todas las naciones

  • En el texto bíblico, “naciones” es la traducción de “ethnos”. Por lo tanto, el texto se refiere a los grupos étnicos no-judíos. De este modo, la fe cristiana, que comenzó como una secta judía, se expande a todas las naciones.
  • Recordemos que el bautismo cristiano surge de los rituales de purificación del judaísmo, según aparecen en las leyes del Antiguo Testamento. De este modo, se expande un ritual nacional para convertirse en un ritual global, que debe llevarse a cabo en todas partes del mundo. Esto explica la oposición del judaísmo normativo a la naciente fe cristiana.
  • Por lo tanto, la fe cristiana en sus inicios sufrió oposición tanto del liderazgo romano como del judío. Visto con ojos humanos, obedecer el mandato de Jesús parecía un suicidio. Sin embargo, la Iglesia de Jesucristo perseveró en la fe y pudo crecer aún entre tanta oposición. Hoy el Imperio Romano no existe, pero la Iglesia Cristiana sigue adelante.

3. Dios llama a la Iglesia a enseñarle a mundo a obedecer las palabras de Jesús.

  • Jesús nos ordena enseñarle al mundo todo lo que nos legó. Esto nos lleva necesariamente a Juan 15.26-27, donde encontramos toda una porción sobre el Espíritu Santo, cuya tarea es precisamente recordarnos las enseñanzas de Jesús. El texto dice:

Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí. 27 Y vosotros daréis testimonio también, porque habéis estado conmigo desde el principio.

  • Así que no estamos solos, sino que la divina presencia de Jesús nos guía a través del Espíritu Santo a compartir las buenas noticias de salvación con toda la humanidad. Este mensaje no es solo para los nuestros, ni para las personas que se parecen a nosotros. Por el contrario, es para toda la humanidad, sin importar lengua, pueblo o nación.
  • El libro de Apocalipsis también afirma esta esperanza. De acuerdo a Apocalipsis 7.9-10, Juan pudo contemplar en visión la Iglesia al final de los tiempos. ¡Y esa Iglesia era multicultural!

Después de esto miré, y he aquí una gran multitud, la cual nadie podía contar, de todas naciones y tribus y pueblos y lenguas, que estaban delante del trono y en la presencia del Cordero, vestidos de ropas blancas, y con palmas en las manos; 10 y clamaban a gran voz, diciendo: La salvación pertenece a nuestro Dios que está sentado en el trono, y al Cordero.

Conclusión

Desde nuestros tempranos años escolares, aprendimos que hay asignaciones que debemos satisfacer. Esas tareas nos ayudan a cumplir con las responsabilidades estudiantiles.

Del mismo modo, Jesús le ha dado una asignación u ordenanza a la Iglesia; una tarea que debemos cumplir: evangelizar al mundo. Dios nos llama a hacer discípulos de todas las naciones, a bautizarles y a educarles en la fe en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

No debemos permitir que el miedo nos cohiba. Debemos dejar a un lado el temor a fracaso y el miedo a ser rechazados. Nuestra tarea no es convencer a la humanidad, sino proclamarles el mensaje del evangelio de Jesucristo. 

Por lo tanto, acerquémonos al Señor y consagremos nuestras vidas a Dios, quien nos dará la valentía necesaria para cumplir con la Gran Comisión que nos ha encomendado. Si Aquel que tiene todo poder, toda autoridad y todo dominio nos envía, ¿por qué temer?

Un mensaje a las naciones
la gran comision
Mateo 28.16-20

El poder del amor sana – Mateo 22.37-39

“El poder del amor sana” es un bosquejo de sermón, listo para predicar, adecuado para el Día del amor y la amistad.

Texto: Mateo 22.37-39 

Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.

Idea central: El amor —inspirado por Dios— promueve la restauración en un mundo roto por el egoísmo y la injusticia.

Área: Consejo pastoral

Propósito: Exhortar a cada creyente a convertirse en un agente de sanidad.

Lógica: Deductiva

Diseño: Temático, apropiado para el Día del amor y la amistad – San Valentín

Vea otros sermones sobre la amistad, la familia y el matrimonio en nuestro canal de YouTube.


El pecado humano afecta a la humanidad, en específico, y al mundo, en general. Por eso, vivimos en un mundo “roto” por el pecado humano.

  • Declaración de la Idea central: El amor —inspirado por Dios— promueve la restauración en un mundo roto por el egoísmo y la injusticia. 
  • Transición: Exploremos este tema a la luz de las Escrituras.
  • Vivimos en un mundo de guerras, pobreza y desigualdad. Podemos dar ejemplos concretos de esos males sociales.
  • Amar a Dios y al prójimo en medio de un contexto de pecado y de maldad es desafiante, pero necesario.
  • Jesús enseñó a perseverar en el amor aún en medio del sufrimiento (Juan 13.34-35).
  • El amor cristiano no es pasivo ni conformista. ¡Todo lo contrario! Amar es un acto de resistencia; es una forma de oponerse al pecado y a la maldad.
  • Por ejemplo, en los evangelios podemos ver que Jesús defendió a las personas más débiles y vulnerables de la sociedad (véase el relato de la Mujer acusada de adulterio en Juan 8.1-11).
  • En este sentido, amar implica denunciar el mal y luchar por el bien común.
  • Dios nos llama a demostrar el amor divino siendo ser agentes de sanidad en nuestras relaciones.
  • Amar implica perdón, reconciliación y justicia. 
  • Uno de los ejemplos más claros de la sanidad y restauración que produce el amor podemos verlo en la parábola del Hijo Pródigo (Lucas 15.11-32).

¿Cómo podemos amar de manera concreta a quienes sufren hoy? Amar a Dios nos compromete con la sanidad de quienes nos rodean.

El poder del amor
San Valentín
Día del amor y la amistad
Vea otros sermones listos para predicar

El poder del amor transforma – Romanos 12.9-10


“El poder del amor transforma” es un bosquejo de sermón, listo para predicar, adecuado para el Día del amor y la amistad.

Texto: Romanos 12.9-10 

El amor sea sin fingimiento. Aborreced lo malo, seguid lo bueno. Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros.

Idea central: El amor verdadero, inspirado por Dios, trasciende las palabras; el amor es un agente de transformación en la vida personal y comunitaria.

Área: Consejo pastoral

Propósito: Explorar las consecuencias sociales del amor.

Lógica: Deductiva

Diseño: Temático, apropiado para el Día del amor y la amistad – San Valentín

Vea otros sermones sobre la amistad, la familia y el matrimonio en nuestro canal de YouTube.


¿Qué es el amor? Esta es una de las preguntas fundamentales que todo ser humano debe tratar de contestar.

  • Declaración de la Idea central: El amor verdadero, inspirado por Dios, trasciende las palabras; el amor es un agente de transformación en la vida personal y comunitaria.
  • Transición: ¿Cuáles son algunos de los elementos más importantes que caracterizan el amor? 
  • La sociedad, a través de los medios de comunicación masiva y las redes sociales, nos vende un amor superficial basado en apariencias y beneficios personales.
  • En contraste, el amor de Dios es honesto y transparente.
  • Por ejemplo: Jesús le pregunta a Pedro si su amor era genuino (Juan 21.15-17).
  • Amar es más que un sentimiento; es un compromiso con un mundo alterno. Desde la perspectiva cristiana, es un compromiso con el Reino de Dios y su justicia.
  • A través de toda la Biblia vemos cómo Dios demostró su amor por la humanidad con hechos concretos. El más grande gesto de amor divino fue el sacrificio de Jesús, el Hijo de Dios, por la salvación de todo aquel que cree (Juan 3.16).
  • Por lo tanto, el amor verdadero se demuestra en actos concretos de servicio por los demás.
  • El amor no es algo que solo ocurre entre parejas. Por el contrario, el amor es la fuerza espiritual que nos mueve a bendecir a los demás.
  • Las primeras iglesias cristianas demostraron el amor divino viviendo en unidad y practicando la justicia social (Hechos 2.44-47).
  • Las relaciones sanas —es decir, que reflejan el amor de Dios— contribuyen a la construcción de relaciones sanas en nuestra sociedad.

¿Nuestro amor es sincero o está basado en intereses? ¿Cómo podemos encarnar el amo divino? ¿Cómo podemos demostrar el amor en acciones concretas por los demás hoy?

El poder del amor
San valentín
Vea otros sermones listos para predicar

Una sola carne (Génesis 2.23-25)

Una sola carne es un bosquejo de sermón listo para predicar sobre el matrimonio y la familia cristiana basado en Génesis 2.23-25. 

  • Texto: Génesis 2:23-25
  • idea central: Dios ha dado un orden para la familia cristiana.
  • Área: Consejo pastoral
  • Propósito: Guiar a la audiencia a pensar de una forma diferente sobre la familia.
  • Lógica: Deductiva
  • Diseño: Temático

Introducción: Dios tiene un maravilloso plan para la familia;un plan que puede ayudarnos a enfrentar y a superar las crisis contemporáneas.

Visión bíblica de las relaciones de pareja: La Biblia entiende que las relaciones de pareja ocurren entre personas de sexos opuestos. También afirma que las relaciones implican diferencia y mutualidad (véase las palabras hebreas “ish” e “ishah”).

La intimidad y la sexualidad: Las relaciones sexuales deben ser la expresión física de la unión psicológica entre una pareja. El sexo crea y afirma los lazos que unen a una pareja, cimentando la relación. Por eso la Biblia afirma que la pareja que se une en matrimonio forma “una sola carne”.

Conclusión: Dios desea que la familia cristiana sigala visión bíblica del matrimonio. Eso es de importancia crucial para nuestra salud emocional y espiritual.

Una sola carne
Génesis 2.23-25
familia y matrimonio
bosquejo listo para predicar
Regrese a la página principal

Ovejas sin pastor (Mateo 9.35-38)

Ovejas sin pastor es un sermón sobre la respuesta desde la fe cristiana a las ansiedades que caracterizan a las sociedades postmodernas.

En el mundo contemporáneo, la ansiedad se ha convertido en una característica predominante de nuestra sociedad. Esta condición, que implica un estado de agitación y zozobra del ánimo, afecta tanto el ámbito emocional como el espiritual.

Según el estudio sociológico de Thomas Bandy sobre las necesidades espirituales de las sociedades postmodernas, existen siete tipos principales de ansiedades que aquejan al ser humano de hoy: el abandono, la soledad, el vacío y la falta de sentido, el destino, la muerte, la culpa, y la victimización.

  • El abandono es la sensación de desamparo por falta de atención personal. Las personas que sufren de esta ansiedad buscan compasión y encuentran en Jesús, el Buen Pastor, una figura de acogida y rescate.
  • La soledad surge del distanciamiento de seres queridos y amistades. Aquellos que se sienten solos buscan a Jesús, el amigo y compañero, así como el compañerismo de una comunidad de fe.
  • El vacío y la falta de sentido representan una carencia de propósito que lleva a las personas a sentirse perdidas. Estas personas buscan dirección en Jesús, el Maestro Galileo, cuya sabiduría ofrece sentido a sus vidas.
  • El destino está ligado al fatalismo, donde las personas se sienten atrapadas por circunstancias predeterminadas. Jesús, el liberador, ofrece una transformación radical que desafía este sentimiento de impotencia.
  • La muerte es una ansiedad universal que genera un temor profundo. Frente a esto, Jesús, el Cristo Resucitado, ofrece esperanza de vida eterna.
  • La culpa produce una angustia que afecta cuerpo, mente y espíritu. Aquí, Jesús, el sanador, ofrece perdón y sanidad integral.
  • La victimización afecta a aquellos que han sufrido abusos o injusticias. Estas personas encuentran en Jesús, la justicia de Dios, la promesa de redención y juicio justo.

Ovejas sin pastor explica cómo en cada una de estas ansiedades, la figura de Jesús se presenta como la respuesta definitiva, capaz de ofrecer alivio y esperanza a un mundo ansioso.

Ovejas sin pastor
Ansiedades postmodernas
Regrese a la página principal

Rutas de restauración – Juan 3.16

Rutas de restauración es una prédica cristiana sobre el plan de salvación, basada en Juan 3.16 y apropiada para el Viernes Santo.

Vea Rutas de restauración en YouTube

La prédica cristiana titulada “Rutas de restauración” basada en Juan 3.16 aborda el tema de la restauración espiritual a través de Jesucristo. Apropiado para el Viernes Santo, refleja cómo la tecnología, aunque útil, ha simplificado experiencias que antes eran comunes, como perderse, sirviendo como metáfora de cómo a menudo las personas no reconocen estar espiritualmente perdidas.

Jiménez utiliza el relato bíblico de Adán y Eva para ilustrar cómo, tras el pecado, no solo se perdieron, sino que comenzaron a experimentar emociones negativas como la vergüenza y el miedo, no dándose cuenta de su estado hasta enfrentar una crisis. Esta historia sirve para enfocarse en cómo el pecado ha roto relaciones fundamentales del ser humano: con Dios, con otros, con la naturaleza y consigo mismo.

Visite www.drpablojimenez.tv

El sermón avanza discutiendo cómo, a lo largo de la historia, Dios ha intentado restaurar estas rupturas a través de pactos y leyes, especialmente mediante la Torá dada a Israel. Sin embargo, Jiménez señala que la ley por sí sola no fue suficiente para la restauración completa, lo que llevó a Dios a establecer un nuevo pacto, prometido en Jeremías 31, que implicaba una relación más profunda y personal mediante la escritura de la ley en los corazones de las personas y una nueva relación con el Espíritu Santo, conforme a Joel 2.

El foco del sermón es el sacrificio de Jesucristo, visto como la culminación de los esfuerzos de Dios por salvar a la humanidad. Jesucristo no solo vino a enseñar y predicar, sino a ofrecer su vida como un sacrificio final, cumpliendo las funciones tanto de sacerdote como de víctima perfecta. Este acto abre un camino nuevo y vivo hacia la salvación, según la enseñanza de la Epístola a los Hebreos.

En conclusión, el sermón enfatiza que la oferta de salvación a través de Cristo está disponible ahora. Es un mensaje de esperanza que ofrece a los oyentes una “ruta hacia la restauración” sin más sacrificios necesarios, ya que Cristo ya ha pagado el precio completo por la salvación. El mensaje termina con un llamado a responder con amor al que lo ha dado todo por amor.

Restauración
Juan 3.16
Vea otros sermones para la Semana Santa

El Dios misionero – Juan 3.16

Manuscrito listo para predicar de un sermón temático-doctrinal basado en Juan 3.16, escrito por el Dr. Pablo A. Jiménez.

  • Texto: Juan 3.16
  • Idea central: La iglesia debe proclamar el carácter de Dios, según lo revelan las Sagradas Escrituras
  • Área: Educación Teológica / Formación espiritual
  • Propósito: Que la audiencia reflexione sobre el carácter de Dios.
  • Diseño: Temático-Doctrinal
  • Lógica: Inductiva

El Dios Misionero (Juan 3.16)

Hace un tiempo asistí a un taller de capacitación para personas que están organizando nuevas congregaciones. Una de las actividades del taller consistió en una conferencia sobre métodos de evangelización. Como parte de la conferencia, la persona recurso le pidió al grupo de pastores y pastoras que describieran las frases que usan para invitar a personas nuevas a asistir a la iglesia. Las respuestas a tal pregunta fueron muy interesantes.

  • Algunas personas contestaron que, cuando invitan a alguien a visitar su iglesia local, recalcan el entusiasmo de la congregación, la música movida y la adoración contemporánea.
  • Otras indicaron que motivaban a la gente a visitar su iglesia porque su pastor era un buen predicador y un excelente maestro de la Palabra de Dios.
  • Aún otros señalaban el amor y el compañerismo cristiano como la razón principal para visitar su congregación.

Lo que me sorprendió de estas respuestas no fue lo que dijeron, sino lo que callaron. Ninguna de las personas presentes mencionó a Dios en su respuesta. Es decir, nadie motivaba a los demás a asistir a la iglesia para conocer a Dios, para establecer una relación más profunda con Dios, o para vivir más cerca de Dios. En todos estos casos, Dios estaba ausente del discurso de la iglesia local.

Esta experiencia me ha hecho reflexionar sobre el lugar que ocupa Dios en la predicación y la enseñanza de la Iglesia contemporánea. Con tristeza, he llegado a la conclusión de que muchos de nosotros hemos olvidado que el propósito principal de la Iglesia es anunciar quién es Dios y proclamar las grandes cosas que ha hecho en beneficio de la humanidad. Es decir, la Iglesia Cristiana tiene la tarea de proclamar el carácter de Dios.

  • ¿Cómo se comporta Dios?
  • ¿Qué es importante para Dios?
  • ¿Qué es agradable a Dios?
  • ¿Qué desea Dios para humanidad?
  • En fin, ¿cuál es el carácter del Dios que revela el Evangelio de Jesucristo?

Quizás comprendan mejor lo que estoy tratando de decir si comparamos nuestra relación con Dios con nuestras relaciones humanas. Los seres humanos podemos afirmar que conocemos a otra persona cuando podemos dar fe de su carácter. Si conocemos una persona a profundidad, podemos decir si es paciente o colérica, si es activa o pasiva, si es misericordiosa o egoísta. Del mismo modo, la persona que conoce a Dios puede dar testimonio de su carácter, afirmando que es bueno, paciente, misericordioso, honesto, justo, alegre, y bondadoso.

Algunos se preguntarán, ¿cómo podemos conocer el carácter de Dios? La respuesta es obvia: por medio de la Biblia. Las Sagradas Escrituras nos revelan a este Dios que liberó al pueblo de Israel del cautiverio en Egipto y que envió a su único hijo a salvarnos. De hecho, podemos decir que el texto bíblico que mejor revela el carácter de Dios es Juan 3.16, que dice: 

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su hijo unigénito para que todo aquel que en él cree no se pierda, sino que tenga vida eterna

Juan 3.16
Bosquejo listo para predicar
Juan 3.16

Juan 3.16 nos habla del carácter de Dios de manera elocuente.

1. En primer lugar, afirma que Dios ama al mundo, un concepto que reitera la Primera carta de Juan 4.8 cuando declara que «Dios es amor».

2. En segundo lugar, afirma que Dios es misericordioso, dado que ha enviado a su único hijo a salvar a la humanidad que se encuentra esclavizada por las fuerzas de la maldad, el pecado y la muerte.

3. En tercer lugar, afirma que Dios es vida. El Dios revelado en el ministerio, la muerte, pasión y resurrección de Jesucristo es el Dios de la Vida (sí, con «v» mayúscula). Este Dios desea salvarnos de la muerte espiritual y emocional que sufren aquellas personas que viven esclavas de la maldad.

Este corto versículo de la Biblia nos enseña todos estos conceptos acerca de Dios. Creo que esto sería suficiente para comenzar a conocer el carácter divino. Sin embargo, cuando tomamos el texto en su contexto nos damos cuenta que Juan 3.16 tiene un mensaje aún más profundo. Este versículo afirma que el Dios de Jesucristo es el «misionero» por excelencia.

Basta re-leer las primeras líneas del texto para ver que Dios desea salvar a la humanidad perdida. Desea salvarla de la influencia de las fuerzas del pecado y de la muerte. Estas fuerzas malignas nos llevan a la destrucción, tanto de nosotros mismos como de las personas que nos rodean. Existe el mal en el mundo, y los seres humanos necesitamos la ayuda de Dios para superar su influencia.

La buena noticia es que Dios ha enviado a Jesucristo, su hijo, a salvarnos del poder de las fuerzas del mal. Jesús de Nazaret nos enseña a vivir de forma agradable a Dios, sirviendo a los demás y alcanzando plena madurez como seres humanos. Por medio del ministerio del Espíritu Santo, la presencia del Cristo Resucitado continúa en nuestros medios salvando y sanando a la humanidad perdida. Es esta presencia divina lo que nos permite resistir, enfrentar, y hasta desenmascarar tanto a las fuerzas de la muerte como a las personas e instituciones que le sirven de instrumentos.

Notemos, pues, que es Dios quien ha tomado el primer paso.

  • Dios es quien se ha revelado en la historia de Israel.
  • Dios es quien ha enviado a Jesucristo, su hijo.
  • Dios es quien nos capacita con su Espíritu Santo.
  • Dios es quien llama a la Iglesia a colaborar en la misión de alcanzar al mundo perdido.
  • En fin, Dios es el «misionero» que salva y libera a la humanidad. 

La tarea principal de la Iglesia Cristiana es anunciar el carácter de Dios a un mundo perdido. Tenemos la responsabilidad de proclamar al Dios de la vida en medio de un mundo esclavizado por las fuerzas de la muerte.

Por esto me preocupa tanto nuestro extraño silencio sobre Dios. A veces me pregunto si estamos avergonzados de hablar de Dios en medio de una sociedad que, para todos los efectos prácticos, es atea. Lo que es más, a veces me pregunto si muchos de nosotros también somos funcionalmente ateos, es decir, si vivimos como si Dios no existiera. 

Para explicar mi punto, permítanme volver al ejemplo con el cual empecé estas reflexiones.

  • ¿Por qué no le decimos a la gente que deben ir a la Iglesia porque necesitan conocer a Dios?
  • ¿Por qué no le decimos a nuestras amistades, nuestros vecinos y nuestros seres amados que necesitan la presencia de Dios para poder vivir con provecho?
  • ¿Por qué presentamos tantas excusas, tratando de llamarle la atención a la gente con trucos o con técnicas de mercadeo?

Me temo que la respuesta a estas preguntas puede ser que nosotros mismos no estamos dedicando suficiente tiempo a conocer a Dios. Me temo que algunos de nosotros todavía funcionamos con falsos conceptos de Dios, tales como.

  • «Papá» Dios: Cuando niños, algunos de nuestros familiares nos hablaban de Dios como si éste fuera un ancianito celeste. Nos decían: «Pórtate bien, porque si te portas mal ‘Papá’ Dios llora». Esto fijaba una falsa idea de Dios en nuestras mentes, como un ser débil e impotente.
  • El Dios violento: Otros aprendimos que Dios era una especie de policía omnisciente que nos castigaba con rudeza cuando hacíamos algo malo. Este tipo de Dios carecía de misericordia, trayendo a la gente al «buen camino» por medio de calamidades y de castigos.
  • El Dios ausente: Aún otros aprendimos que Dios había creado el mundo para que corriera por sí solo. Una vez terminada la creación, Dios se retiró y desde entonces se mantiene al margen de la actividad humana.

Sí, hay muchas personas que operan con falsos conceptos de Dios, tales como los que acabamos de enumerar. Creo que son más las personas que no dedican tiempo alguno a pensar en Dios, viviendo como si Dios no existiera.

La Iglesia de Jesucristo tiene la tarea de predicar al Dios verdadero en medio de un mundo que tiene tantos conceptos falsos sobre Dios. Tenemos que combatir los «ídolos» que la gente adora, pensando equivocadamente que están adorando al Dios de Jesucristo.

Dios invita a la Iglesia a compartir su ministerio misionero, recalcando su amor por la humanidad perdida. En este sentido, cuando hablamos de la «misión» de la Iglesia, en realidad estamos hablando de la misión de Dios. La misión es de Dios, no es nuestra.

Aceptemos, pues, la invitación y el mandato de Dios a compartir su misión de salvar a un mundo perdido. 

  • Prediquemos a este Dios misionero, paciente y amoroso. 
  • Anunciemos el carácter de Dios, dando a conocer su obra en medio de los tiempos.
  • Hagamos el esfuerzo de conocer más y mejor a Dios cada día de nuestra vidas.

¡Dediquemos nuestras vidas a anunciar y a conocer al Dios que «de tal manera» nos amó!

Vea otros sermones basados en el Evangelio de Juan

¡Ven, Espíritu Santo! (Hechos 2.1-11)

Un sermón sobre Hechos 2.1-11, apropiado para el Día de Pentecostés.

Medios

Suscríbase a este podcast por medio de www.prediquemos.com

Visite www.predicar.net

Visite www.drpablojimenez.com 

Visite www.liderpastoral.com 

Suscrí­base a este podcast por medio de iTunes, para dispositivos Apple: https://itunes.apple.com/us/podcast/prediquemos/id1358157330?mt=2 

Suscríbase a este podcast por medio de Stitcher, para dispositivos Androide: http://www.stitcher.com/s?fid=177200

Suscrí­base a nuestro canal de YouTube, donde podrá ver y escuchar centenares de sermones y conferencias: http://www.youtube.com/user/drpablojimenez

Escuche Prediquemos en Spotify: https://open.spotify.com/show/1JqEInrAUgNunx0nfyKc9l

Para comprar los libros del Dr. Jiménez acceda a: http://drpablojimenez.com/libros/

¡Ven Espíritu Santo!

Crecimiento constante: Un sermón sobre 1 Corintios 15.58

Manuscrito listo para predicar de un sermón sobre 1 Corintios 15.58, titulado “Crecimiento constante, escrito por el Dr. Pablo A. Jiménez.

Texto: 1 Corintios 15:58

Tema: Dios nos llama a crecer constantemente en la fe.

Área: Educación cristiana

Propósito: Llamar a la juventud a buscar el crecimiento espiritual.

Diseño: Temático

Lógica: Inductiva

Introducción 

La juventud es tiempo de grandes cambios. Es el tiempo cuando pasamos de la niñez a la edad adulta; de ser personas dependientes a ser personas independientes.

En nuestros días, la sociedad ha añadido una carga a la juventud. Ahora la sociedad nos exige que afirmemos nuestra identidad durante la adolescencia temprana (13 a 18 años).

Más que identidad, la sociedad nos exige que escojamos y afirmemos nuestras identidades. Es decir, que indiquemos cual es nuestra identidad:

  1. Étnica
  2. Sexual
  3. Vocacional
  4. Religiosa
Un sermón sobre 1 Corintios 15.58
1 Corintios 15.58
La identidad cristiana 

Las personas que creemos en Jesucristo, que afirmamos que Jesús es nuestro Señor y Salvador, tenemos una identidad religiosa. Cuando nos llamamos «cristianos» o «cristianas», estamos tomando para nosotros mismos el nombre de Jesucristo. La persona que se llama a sí misma «cristiana», está afirmando que le pertenece a Jesucristo.

¿Qué es lo que nos da esa identidad como personas cristianas? Nuestra identidad cristiana se deriva de la fe en Jesucristo. Es la fe en Dios, en Jesucristo su hijo, y en el poder del Espíritu Santo lo que nos permite llamarnos a nosotros mismos «cristianos».

Ahora bien, la fe en Jesús no se queda en el plano de la ideas. Por el contrario, la fe en Jesús se demuestra por medio de nuestras acciones:

  1. Demostramos fe en Jesús cuando nos unimos a una iglesia cristiana donde podemos crecer en la fe de Jesucristo.
  2. Demostramos fe en Jesús cuando le adoramos de todo corazón.
  3. Demostramos fe en Jesús cuando oramos a Dios, pidiendo dirección y
  4. protección para nuestras vidas.
  5. Demostramos fe en Jesús cuando estudiamos la Biblia, buscando dirección y crecimiento espiritual.
  6. Demostramos fe en Jesús cuando testificamos de su amor, compartiendo nuestra experiencia de Dios con otras personas.
Fe y conducta 

Todos estos elementos son importantes para la vida cristiana. Tenemos que practicar las disciplinas espirituales, tales como la congregación con otras personas de fe, la oración, la adoración, la lectura de la Biblia y el dar testimonio de Jesucristo.

Sin embargo, la fe cristiana se demuestra de otras maneras. Por ejemplo, la Epístola a Santiago dice lo siguiente: «Delante de Dios, la religión pura y sin mancha consiste en ayudar a los huérfanos y a las viudas en sus aflicciones, y en mantenerse limpio de la maldad de este mundo» (Sant. 1.27, RVC).

Santiago afirma que la verdadera religión se demuestra por medio de la conducta; por medio de obras de fe motivadas por el amor que Dios ha puesto en nuestros corazones. Por eso, el Apóstol dice:

Hermanos míos, ¿de qué sirve decir que se tiene fe, si no se tienen obras? ¿Acaso esa fe puede salvar? Si un hermano o una hermana están desnudos, y no tienen el alimento necesario para cada día, y alguno de ustedes les dice: «Vayan tranquilos; abríguense y coman hasta quedar satisfechos», pero no les da lo necesario para el cuerpo, ¿de qué sirve eso? Lo mismo sucede con la fe: si no tiene obras, está muerta.Pero alguien podría decir: «Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras.» Tú crees que Dios es uno, y haces bien. ¡Pues también los demonios lo creen, y tiemblan! ¡No seas tonto! ¿Quieres pruebas de que la fe sin obras es muerta? ¿Acaso nuestro padre Abrahán no fue justificado por las obras cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar? ¿No ves que la fe de Abrahán actuó juntamente con sus obras, y que su fe se perfeccionó por las obras? Y se cumplió la Escritura que dice: «Abrahán creyó a Dios, y eso le fue contado por justicia»,(E) por lo que fue llamado «amigo de Dios». Como pueden ver, podemos ser justificados por las obras, y no solamente por la fe. Lo mismo sucedió con Rajab, la prostituta. ¿Acaso no fue justificada por las obras, cuando hospedó a los mensajeros y los ayudó a escapar por otro camino? Pues así como el cuerpo está muerto si no tiene espíritu, también la fe está muerta si no tiene obras.

Santiago 2.14-26, RVC

La fe se demuestra, pues, por medio de nuestra conducta. El escenario de la fe no es la iglesia. Es relativamente fácil ser cristiano en un ambiente como el que ofrece una congregación cristiana o un lugar de retiro de ambiente cristiano. El verdadero escenario de la fe es el mundo, es la sociedad donde vivimos:

  • Probamos nuestra fe en el seno de la familia, donde interactuamos con las personas más importantes en nuestras vidas.
  • Probamos nuestra fe en nuestros lugares de estudio y trabajo, donde interactuamos regularmente con el mismo grupo de personas.
  • Probamos nuestra fe en la calle, donde interactuamos con extraños en relativo anonimato.

Empero, también probamos nuestra fe cuando nos encontramos a solas, cuando nadie nos ve:

  • ¿Cuáles son los pensamientos que nos asaltan cuando estamos a solas?
  • ¿Cómo usamos el Internet? ¿Qué lugares visitamos? ¿Con quién «chateamos»?
  • ¿Qué decimos en nuestras conversaciones?
  • ¿Cuáles son nuestros planes para el futuro? ¿Cuáles son nuestros anhelos y deseos?
Fe e integridad 

Ahora bien, existe otro elemento importante para el crecimiento en la fe cristiana. Sin este elemento, un creyente no puede alcanzar el desarrollo espiritual necesario para ser un líder en la obra cristiana. Ese elemento es la integridad. Leamos 1 Corintios 15:58 (RVC), que dice: «Así que, amados hermanos míos, manténganse firmes y constantes, y siempre creciendo en la obra del Señor, seguros de que el trabajo de ustedes en el Señor no carece de sentido.»

Notemos el lenguaje que usa el pasaje para recalcar la importancia de la integridad. En primer lugar, el texto exhorta a los creyentes a estar «firmes y constantes». Para comprender lo que el Apóstol Pablo desea decir, es necesario recordar que este versículo forma parte de una carta a la Iglesia en Corinto. La historia nos enseña que Corinto era una ciudad portuaria famosa por su decadencia y por su corrupción. Corinto era tan famosa por sus prostíbulos, que servían a los marineros que atracaban en sus puertos, que los griegos de cualquier ciudad llamaban a las prostitutas «chicas de Corinto».

Además, cuando leemos la carta a los Corintios vemos que esta era una iglesia problemática, donde algunos creyentes:

  • Estaban divididos en grupos que luchaban unos contra otros por el control de la congregación (1 Co. 3).
  • Visitaban prostíbulos regularmente (1 Co. 6:15‐20).
  • Tenían una vida sexual desordenada, como el hombre que enamoró a su
  • madrastra (1 Co. 5).
  • Entablaban demandas legales los unos contra otros en los tribunales paganos (1 Co. 6:1‐11).
  • Se humillaban mutuamente cuando compartían alimentos y celebraban la cena del Señor (1 Co. 8 y 11:17‐34).

Por lo tanto, debe quedar claro que Pablo llama a los corintios a afirmarse en la fe, precisamente porque eran débiles en la fe.

En segundo lugar, el texto llama a los creyentes a crecer en la obra del Señor. Ese crecimiento debe ser constante; debe darse «siempre». Los creyentes, pues, nunca alcanzamos la plena madurez espiritual en este mundo. Por eso, el crecimiento en la fe debe ser constante. No importa su edad, usted debe estar buscando crecer en la fe de Jesucristo.

En tercer lugar, 1 Corintios 15:58 nos recuerda que «nuestro trabajo en el Señor «no carece de sentido» (RVC) o «no es en vano» (RVR 1960). Por lo regular, las cosas que hacemos para agradar al Señor benefician a personas en necesidad. El mundo está lleno de dolor; de personas que sufren debido a problemas familiares, enfermedades y otras experiencias negativas. La fe nos permite ministrar a personas en necesidad.

Quienes predicamos el Evangelio rara vez tenemos la oportunidad de saber hasta qué punto nuestras palabras llegan a la gente en necesidad. Sin embargo, en algunas ocasiones alguien se acerca a nosotros y nos da testimonio de lo que Dios está haciendo en sus vidas. Esos testimonios nos ayudan a continuar creciendo en la fe y trabajando para el Señor. Esos testimonios nos recuerdan que nuestro trabajo en el Señor «no es en vano».

Conclusión

Dios nos llama a crecer constantemente en la fe de Jesucristo. Y si decimos «constantemente» es porque el crecimiento en la fe requiere integridad. La integridad es esencial para el crecimiento y el desarrollo en la fe.

Yo sé que ustedes enfrentan grandes presiones, presiones nuevas a las cuales no están acostumbrados.

  • Algunas de sus amistades se burlan de ustedes. Esto les causa angustia, porque se sienten rechazados socialmente en un tiempo donde las amistades llegan a ser más importantes que sus propios familiares.
  • Otros se sienten presionados por su sexualidad. La juventud es el tiempo cuando uno despierta a su propia sexualidad. Uno comprende que la sexualidad es una fuente de placer, pero que su manejo requiere responsabilidad. También uno comprende que la sexualidad puede ser usada como un arma, que el mal uso de la sexualidad puede convertirnos en víctimas o en verdugos.
  • Aun otros enfrentan problemas con todas las substancias y condiciones que pueden convertirse en adicciones. Los medicamentos, las drogas ilícitas, el alcohol, la pornografía y hasta las sensaciones de peligro pueden convertirse en focos de adicción. Las adicciones nos dan placer por un tiempo que cada vez es más corto, mientras se convierten en fuentes de angustia y vergüenza.

Ante todas estas presiones, Dios nos llama a crecer constantemente en la fe. ¿Por qué? Porque la fe es nos ayuda a enfrentar a vencer todas estas presiones, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. 

Vea otros audios, vídeos y bosquejos de sermones