Adviento 2024 – La luz que une a los pueblos es una obra devocional cristiana que reúne reflexiones y mensajes inspirados en la temporada de Adviento y Navidad, destacando la luz de Cristo como símbolo central de esperanza, unidad y redención.
Publicado por la Vicepresidencia de Asuntos Religiosos de la Universidad Interamericana de Puerto Rico, el libro está diseñado para guiar a creyentes en su preparación espiritual durante este tiempo litúrgico. La obra inicia con mensajes de líderes institucionales, quienes resaltan la relevancia del Adviento como un período de espera activa y fe renovada. Reflexiones bíblicas, basadas en textos del Antiguo y Nuevo Testamento, son el núcleo del libro, explorando temas como la esperanza mesiánica, las señales de esperanza en tiempos de incertidumbre, y la encarnación de Cristo como luz que disipa las tinieblas.
A través de meditaciones profundas, el libro examina aspectos esenciales de la vida cristiana. Por ejemplo, destaca cómo la luz de Cristo une a los pueblos, superando barreras culturales, sociales y espirituales. Se explora también el papel transformador de la Palabra de Dios, que ilumina y guía en medio de las adversidades. Los autores invitan a los lectores a reflexionar sobre su compromiso ético, el perdón y la solidaridad, enfatizando la importancia de actuar con amor, misericordia y justicia.
Cada semana de Adviento 2024 está estructurada en torno a un tema central y un pasaje bíblico que sirve de base para la reflexión. Incluye oraciones y llamados a la acción, haciendo hincapié en la necesidad de vivir los valores cristianos de manera práctica. El libro también ofrece meditaciones específicas para la víspera y el día de Navidad, invitando a los creyentes a celebrar la encarnación de Cristo con gratitud y un espíritu renovado.
Un aspecto distintivo del libro es su enfoque en la unidad y la reconciliación, especialmente en contextos de división y conflicto. Se enfatiza que la luz de Cristo no solo guía individualmente, sino que también reúne a comunidades en torno a un propósito común: la construcción de un mundo más justo y amoroso. Asimismo, el libro aborda la relación entre fe y acción, llamando a los creyentes a ser antorchas que iluminan a otros con su ejemplo.
El título, “La luz que une a los pueblos,” encapsula la esencia del libro, que conecta el mensaje de la Navidad con la necesidad contemporánea de esperanza y unidad. Es una invitación a renovar la fe, a celebrar la luz de Cristo y a reflejarla en la vida diaria. La obra es un recurso valioso tanto para el estudio personal como para el uso en comunidades de fe durante Adviento y Navidad.
¿Será Jesús de Nazaret? es un sermón listo para predicar, por el Dr. Pablo A. Jiménez, apropiado para la temporada de Adviento.
Rudimentos
Texto: Lucas 3.21-22 RVC
Un día en que todo el pueblo estaba siendo bautizado, también fue bautizado Jesús. Y mientras Jesús oraba, el cielo se abrió y el Espíritu Santo descendió sobre él en forma de paloma. Entonces vino una voz del cielo, que decía: «Tú eres mi Hijo amado, en quien me complazco.»
Idea Central: Jesús de Nazaret es el Cristo que vino al mundo con la misión de salvar a la humanidad perdida.
Área: Formación espiritual
Propósito: Recalcar la importancia de Jesús de Nazaret.
Indiscutiblemente, Jesús de Nazaret es el líder religioso más importante en la historia de la humanidad. Su impacto trasciende fronteras culturales, sociales y temporales, influenciando a millones de personas a lo largo de los siglos. Sin embargo, su prominencia histórica y cultural no garantiza que las personas realmente comprendan quién es Jesús. En el mundo occidental, su figura ha sido transformada en un símbolo cultural, casi folklórico, al que muchos recurren en momentos específicos, pero sin profundizar en su verdadera identidad.
Desarrollo
Las versiones seculares de celebraciones como la Navidad y la Semana Santa reflejan este fenómeno. En estas festividades, Jesús a menudo se presenta de manera superficial, mezclado con otras tradiciones religiosas, cuasi-religiosas e incluso completamente seculares. Estas imágenes diluyen la comprensión de su misión y propósito, ofreciendo una perspectiva limitada y distorsionada de quién fue y es Jesús de Nazaret.
La lucha por comprender la verdadera identidad de Jesús no es nueva; es tan antigua como las Escrituras mismas. En los Evangelios, vemos cómo su figura dividió a la sociedad judía de su tiempo. Los líderes religiosos debatían intensamente sobre su naturaleza y misión. Mientras unos lo veían como un revolucionario, otros lo reconocían como el cumplimiento de las profecías mesiánicas.
Jesús de Nazaret es el Mesías prometido por Dios, enviado para traer salvación y redención a su pueblo. Esta verdad central debe ser el eje de cualquier intento por entender su persona y su legado.
Conclusión
No debemos ceder ante las representaciones seculares que trivializan a Jesús de Nazaret. Rechacemos la versión superficial que el secularismo promueve: un Jesús trivializado y sin poder transformador. Por el contrario, esforcémonos por conocer y proclamar al Jesús real; al Salvador que transforma vidas y da esperanza eterna a todas las personas que aceptan y creen el Evangelio.
Doce días de Navidad es una mini-serie producida por el Dr. Pablo A. Jiménez para la temporada navideña.Véala, escúchela y léala.
Los “doce días de Navidad” celebran la Temporada de Navidad, que comienza el el 25 de diciembre y continúa hasta el 5 de enero, culminando en la festividad conocida como la Epifanía o el Día de Reyes. La raíz de esta tradición se encuentra en Mateo 2.1-12 y conmemora la visita de los tres Reyes Magos o sabios al niño Jesús en Belén, como se relata en la Biblia. De acuerdo a la tradición, los Magos se llaman Melchor, Gaspar y Baltasar, aunque la Biblia no menciona sus nombres.
En algunas culturas hispanoamericanas la celebración de la Epifanía es un momento significativo. En muchos lugares, se realizan eventos y festividades durante este período, y algunas personas intercambian regalos en honor a la tradición de los Reyes Magos.
Debemos notar que la Iglesia de Armenia, una de las más antiguas de la cristiandad, celebra la navidad el 6 de enero. La Iglesia Ortodoxa Griega celebra el día de Navidad el 7 de enero.
Esperamos en Dios que pueda disfrutar de estas breves meditaciones para la temporada navideña. ¡Bendiciones!
Audio, vídeo y texto listo para predicar de un sermón sobre Romanos 13.11-12, apropiado para la temporada de Adviento, por el Dr. Pablo A. Jiménez.
Rudimentos
Texto: Romanos 13:11-12
Tema: Dios desea que la iglesia se prepare para la llegada de su Señor.
Área: Formación espiritual
Propósito: Recalcar el significado de la temporada de Adviento.
Diseño: Temático, en ocasión de la temporada de Adviento.
Lógica: Inductiva
Bosquejo
Llega el mes de diciembre y la iglesia se alista para celebrar la Navidad con alegría, dado que es la temporada que conmemora el nacimiento de Jesús de Nazaret, a quien llamamos Señor y Salvador. Sin embargo, en nuestro entusiasmo a veces olvidamos es que la iglesia celebra otra temporada antes de la Navidad; la iglesia celebra la temporada de Adviento.
¿Qué es la temporada de Adviento?
Adviento es una temporada corta que abarca los cuatro domingos antes del día de Navidad. Su propósito principal es preparar a la Iglesia para la venida del Señor, quien viene a nosotros como un niño inocente.
Empero, Adviento es mucho más que una temporada de preparación. «Adviento», una palabra que proviene del latín, significa «llegar a». Esta es la temporada de expectativa y de espera de la venida de Cristo, o mejor dicho, de la venida de Dios en Cristo. ¡Adviento es la temporada de cuatro domingos que prepara a la Iglesia para recibir a Dios-en-Cristo el día de Navidad!
Adviento enfatiza el futuro, no el pasado. Durante estos domingos, la Iglesia lee textos bíblicos que hablan sobre el futuro que Dios desea para toda la creación .
Por esta razón, la mayor parte de las lecturas de la Biblia Hebrea son textos proféticos que predicen el evento de Cristo. Por su parte, las lecturas del Nuevo Testamento también hablan del ministerio de Juan el Bautista, del juicio final y de los últimos tiempos. Todos estos pasajes bíblicos nos invitan a pensar sobre Dios como aquel que viene a nuestro encuentro desde el futuro.
En resumen, durante la temporada de Adviento la iglesia anuncia tanto la primera como la segunda venida de Cristo. Miramos primero al futuro para entonces mirar al pasado. Recordamos la meta antes de mirar el camino que ya hemos transitado. ¿Por qué? Porque mirar al pasado nos ayuda a comprender quiénes somos. Mirar al pasado nos ayuda a comprender nuestra identidad como personas de fe.
Nuestra salvación está cerca
Uno de los textos apropiados para la temporada de Adviento es Romanos 13.11-12, que lee de la siguiente manera.
Hagan todo esto, conscientes del tiempo en que vivimos y de que ya es hora de que despertemos del sueño. Porque nuestra salvación está más cerca de nosotros ahora que cuando creímos. 12 La noche ha avanzado, y se acerca el día. Por tanto, desechemos las obras de las tinieblas, y revistámonos de las armas de la luz.
Este texto es importante porque recoge los énfasis principales de la temporada de Adviento. Comienza con una nota de urgencia, exhortándonos a “levantarnos del sueño, porque ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos”. La nota de urgencia es más clara en la Traducción en Lenguaje Actual (TLA):
Estamos viviendo tiempos muy importantes, y ustedes han vivido como si estuvieran dormidos. ¡Ya es hora de que despierten! Ya está muy cerca el día en que Dios nos salvará; mucho más cerca que cuando empezamos a creer en Jesús (Romanos 13:11).
La exhortación de Romanos 13 tiene una nota su actualidad. Tal parece que fue escrito para la iglesia de hoy, que vive tan entretenida, escuchando predicadores más interesados en motivar a la audiencia que en discipular a la Iglesia. Por eso, muchas personas piensan que la asistencia a la iglesia es opcional; lo mismo podemos ir al servicio de adoración que salir a pasear o quedarnos descansando en casa.
Mucha gente va a la iglesia para entretenerse, escogiendo su casa de adoración en base a criterios vanos, tales como quien va a cantar o la cantidad de chistes que dice el predicador. Por eso, algunos templos se han convertido en auditorios donde la gente va a ver celebridades religiosas. Desgraciadamente, en esas congregaciones todo gira en torno al entretenimiento religioso.
Hoy la lectura de Romanos llama la atención a los peligros que encierra este tipo de conducta.
Debemos ir a la Iglesia para buscar de Dios, no para entretenernos.
Debemos ir a la iglesia para buscar el crecimiento espiritual que sólo viene a través de la adoración a Dios y del servicio cristiano.
Nos congregamos porque queremos servir al Señor en todas las áreas de nuestra vida, no porque deseamos divertirnos.
Las armas espirituales
Romanos nos llama despertar del sueño, indicando que ya está amaneciendo un nuevo día. La noche está a punto de terminar y tenemos que prepararnos para la batalla. Debemos desechar “las obras de las tinieblas” y vestirnos con “las armas de la luz”.
¿Cuáles son esas armas espirituales? El Nuevo Testamento habla de armas espirituales en varios lugares. Por ejemplo, 2 Corintios 10.4-5 nos recuerda que estamos enfrascados en una lucha espiritual:
Las armas con las que luchamos no son las de este mundo, sino las poderosas armas de Dios, capaces de destruir fortalezas 5 y de desbaratar argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y de llevar cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo.
Efesios 6.12 recalca esta verdad espiritual:
La batalla que libramos no es contra gente de carne y hueso, sino contra principados y potestades, contra los que gobiernan las tinieblas de este mundo, ¡contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes!
A renglón seguido, Efesios 6.13-17 nos exhorta a revestirnos con la “armadura” de Dios:
Por lo tanto, echen mano de toda la armadura de Dios para que, cuando llegue el día malo, puedan resistir hasta el fin y permanecer firmes. 14 Por tanto, manténganse firmes y fajados con el cinturón de la verdad, revestidos con la coraza de justicia, 15 y con los pies calzados con la disposición de predicar el evangelio de la paz. 16 Además de todo esto, protéjanse con el escudo de la fe, para que puedan apagar todas las flechas incendiarias del maligno. 17 Cúbranse con el casco de la salvación, y esgriman la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios.
Aquí encontramos una lista de las armas espirituales que debemos procurar. Cada arma está relacionada con una virtud (compare con el texto que habla sobre “el fruto del Espíritu” en Gál. 22-23):
El cinturón se relaciona con la verdad;
La coraza (o peto), con la justicia;
Las botas, con el deseo de predicar el evangelio de la paz;
El escudo, con la fe;
El casco, con la salvación;
Y la espada, con la Palabra de Dios.
Conclusión
Escuchemos la palabra de exhortación que nos legó el Apóstol Pablo en Romanos 13:11-12. ¡Preparémonos para encontrarnos con Dios! ¿Cómo podemos prepararnos?
Despertando del sueño que nos ha sumido en un letargo espiritual.
Rechazando las obras de maldad que nos alejan de Dios.
Y aprendiendo a usar las armas de luz que Dios nos provee por medio de la obra del Espíritu Santo.
¡Dios desea que su Iglesia se prepare para recibir la llegada de Jesucristo, el Señor! Por lo tanto:
Ocupémonos de nuestra salvación “con temor y temblor” (Fil. 2:12).
Revistámonos de Cristo (v. 14, cf. Ef. 4:24), tomando su vida como el modelo a seguir.
Prediquemos el evangelio de salvación “a toda criatura” (Mr. 16.15).
Discipulemos a esos nuevos creyentes, enseñándoles “a cumplir todas las cosas” que Jesús nos ordenó (Mt. 28.19-20).
Y exhortémonos unos a otros a perseverar en la fe, sabiendo que “nuestra salvación está más cerca de nosotros ahora que cuando creímos (Ro. 13:11).
Audio, vídeo y texto listo para predicar de un sermón sobre Isaías 40, titulado “Consuelen a mi pueblo”, por el Dr. Pablo A. Jiménez.
Texto: Isaías 40.1-11
Idea central: Dios da consuelo en los tiempos difíciles a quienes le buscan con fe.
Área: Formación espiritual
Propósito: Preparar la iglesia para encontrarse con Dios.
Lógica: Deductiva
Diseño: Expositivo, para la temporada de Adviento
Introducción
«Consuelen a mi pueblo; ¡consuélenlo!
2 ¡Hablen al corazón de Jerusalén!
¡Díganle a voz en cuello
que ya se ha cumplido su tiempo,
que su pecado ya ha sido perdonado;
que ya ha recibido de manos del Señor
el doble por todos sus pecados.»
Así comienza Isaías 40, un pasaje bíblico lleno de consuelo y esperanza. Este capítulo marca un cambio en el libro de Isaías, transitando de la condena y el juicio hacia un mensaje de consuelo y redención. Es un llamado a la consolación, dirigido al pueblo de Israel, que había experimentado el exilio y la aflicción como consecuencia de su desobediencia a Dios. A lo largo de estos versículos, encontramos poderosas imágenes poéticas que resaltan la grandeza, la fidelidad y el inagotable amor de Dios hacia su pueblo.
Este hermoso pasaje bíblico afirma que Dios da consuelo en los tiempos difíciles a quienes le buscan con fe.
1. El llamado a la consolación (Isaías 40:1-2)
El v. 1 comienza con las palabras “consuelen a mi pueblo”, dándole un tono particular al pasaje. El verbo “consolar” se repite enfáticamente para subrayar la urgencia y la importancia del consuelo divino. Dios mismo se presenta como el dador de consuelo, revelando su carácter compasivo y amoroso.
La razón detrás de este llamado a la consolación se expone en los versículos siguientes. El pueblo de Israel había sufrido las consecuencias de su pecado y desobediencia, pero ahora Dios le promete perdón y restauración. La voz profética declara que la deuda de Israel ha sido pagada, simbolizando la reconciliación entre Dios y su pueblo. Este mensaje de gracia y perdón es un recordatorio de la naturaleza redentora de Dios, que siempre busca restaurar la relación con aquellos que se apartan de él.
Estos versículos nos enseñan que Dios promete consolar a su pueblo. También nos enseñan que el arrepentimiento conduce al perdón. Por lo tanto, el texto recalca la gracia de Dios, quien es compasivo y misericordioso.
II. La voz en el desierto (Isaías 40:3-5)
El texto continúa diciendo:
3 Una voz clama en el desierto:
«Preparen el camino del Señor;
enderecen en el páramo
una calzada a nuestro Dios.
4 Que todo valle sea enaltecido;
que se hunda todo monte y collado;
que se enderece lo torcido
y que lo áspero se allane.
5 Se manifestará la gloria del Señor,
y la humanidad entera la verá.
La boca del Señor ha hablado.»
La imagen de un “voz que clama en el desierto” en el versículo 3 evoca la figura de Juan el Bautista, quien preparó el camino para la llegada de Jesucristo. Esta conexión entre el Antiguo y el Nuevo Testamento resalta la continuidad del plan redentor de Dios a lo largo de la historia. La voz en el desierto llama a preparar el camino para el Señor y enderezar sus sendas, una metáfora que sugiere la necesidad de arrepentimiento y preparación espiritual para recibir al Mesías.
Siguiendo las enseñanzas del Bautista, ustedes y yo también tenemos necesidad de preparar nuestros corazones para encontrarnos con Dios.
III. La fortaleza de la Palabra de Dios (Isaías 40:6-8)
Los versículos 6-8 hablan de la brevedad de la vida humana, en contraste con la permanencia de la Palabra de Dios.
6 Una voz decía: «¡Grita!»
Y yo respondí: «¿Y qué debo de gritar?»
«Grita que toda carne es como la hierba,
y que su belleza es como la flor del campo.
7 La hierba se seca, y la flor se marchita,
porque el viento del Señor sopla sobre ella.
Y a decir verdad, el pueblo es como la hierba.
8 Sí, la hierba se seca, y la flor se marchita
pero la palabra de nuestro Dios permanece para siempre.»
La vida humana es efímera, como la hierba del campo, pero la Palabra de Dios permanece para siempre. Este pasaje bíblico nos invita a reflexionar con humildad sobre la brevedad de nuestras vidas y a reconocer la soberanía divina sobre todas las cosas. Aunque los seres humanos somos mortales, el mensaje de Dios perdura eternamente, ofreciendo consuelo y orientación a lo largo de todas las generaciones.
IV. El pastor amoroso (Isaías 40:9-11)
El texto que hoy nos ocupa termina diciendo:
¡Súbete a un monte alto, mensajera de Sión! ¡Levanta con fuerza tu voz, mensajera de Jerusalén! ¡Levántala sin miedo y di a las ciudades de Judá: «¡Vean aquí a su Dios!» 10 ¡Miren! Dios el Señor viene con poder, y su brazo dominará. ¡Miren! Ya trae con él su recompensa; ya le precede el galardón. 11 Cuidará de su rebaño como un pastor; en sus brazos, junto a su pecho, llevará a los corderos, y guiará con suavidad a las ovejas recién paridas.
Los versículos 10-11 cierran el pasaje con una imagen tierna y poderosa de Dios como pastor. Dios viene con poder y su brazo señorea sobre él, pero al mismo tiempo apacienta como un pastor amoroso a su rebaño. La imagen del Señor recogiendo a los corderos en sus brazos y llevándolos en su regazo transmite un cuidado personal y una ternura divina. Este retrato de Dios como pastor refuerza la idea de su cercanía y preocupación por cada uno de sus hijos, guiándolos con amor y protegiéndolos con su fuerza.
Toda persona cristiana que escuche este texto seguramente pensará en la imagen de Jesús de Nazaret como el Buen Pastor, que aparece en Juan 10.11-15 que dice:
Yo soy el buen pastor; el buen pastor da su vida por las ovejas. 12 Pero el asalariado, el que no es el pastor ni el dueño de las ovejas, huye y abandona las ovejas cuando ve venir al lobo, y el lobo las arrebata y las dispersa. 13 Al que es asalariado, no le importan las ovejas. 14 Yo soy el buen pastor. Yo conozco a mis ovejas, y ellas me conocen a mí, 15 así como el Padre me conoce a mí, y yo conozco al Padre; y yo pongo mi vida por las ovejas.
De este modo, el texto afirma que Dios consuela, cuida y protege a quienes le buscan con fe.
Conclusión
En resumen, Isaías 40:1-11 es un pasaje rico en significado y profundidad espiritual que:
Ofrece consuelo y esperanza a través del perdón divino, llamando al arrepentimiento y la preparación para recibir al Mesías.
Contrasta la brevedad de la vida humana con la eternidad de la Palabra de Dios, recordándonos la importancia de buscar lo eterno en medio de lo temporal.
Presenta la llamada a Sion a proclamar buenas nuevas y subraya nuestra responsabilidad de compartir la gracia divina con el mundo.
Describe, como imagen final, a Dios como pastor, lo que refuerza la cercanía y el amor personal que el Señor tiene por su pueblo.
Hoy la Palabra de Dios nos invita a buscar consuelo en Dios, particularmente en tiempos de prueba. Hoy la Palabra divina nos invita a prepararnos para encontrarnos con Dios.
La opinión que tiene la mayor parte de la gente de Betsabé, la mujer de Urías, está equivocada. ¿Qué dice la Biblia sobre Betsabé, la madre del Rey Salomón?