Veamos, pues, las siete características de la iglesia que está llena del Espíritu:
La Iglesia que vive en el poder del Espíritu crece.
La Iglesia que vive en el poder del Espíritu estudia.
La Iglesia que vive en el poder del Espíritu adora.
La Iglesia que vive en el poder del Espíritu es misericordiosa.
La Iglesia que vive en el poder del Espíritu tiene mayordomía.
La Iglesia que vive en el poder del Espíritu está unida.
La Iglesia que vive en el poder del Espíritu comparte la misión de Dios.
Dios sigue invitando a la humanidad a compartir su visión y su misión para el mundo. Somos colaboradores de Dios, inspirados por Dios y enviados por Dios a proclamar el mensaje del Evangelio tanto con nuestras palabras como con nuestra conducta. Aprendamos, pues, a vivir en el poder del Espíritu Santo para cumplir el llamado que Dios nos hace por medio de Jesucristo.