La bondad en la Biblia – Diccionario Bíblico es un ensayo sobre el uso del término tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento.
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Exploremos el concepto de la “bondad” en la Biblia, una virtud central en las Escrituras que refleja el carácter mismo de Dios.
En el Antiguo Testamento, la palabra hebrea “ḥeseḏ” se traduce comúnmente como “bondad”, “misericordia” o “amor inquebrantable”. Este término no es solo una emoción, sino que implica acciones concretas en beneficio de otros, especialmente dentro de una relación de pacto. Dios manifiesta su ḥeseḏ al mantener su compromiso y lealtad hacia su pueblo, incluso cuando este le es infiel.
Por ejemplo, en Éxodo 34.6, Dios se describe a sí mismo como “grande en misericordia y verdad”, destacando su naturaleza bondadosa y fiel. La ḥeseḏ de Dios es una expresión de su amor que cura heridas, reconcilia relaciones y trae esperanza a los desesperados.
En el Nuevo Testamento, la bondad se refleja en la vida y enseñanzas de Jesús. Él personifica la bondad divina al mostrar compasión, sanar a los enfermos y enseñar sobre el amor al prójimo. El apóstol Pablo, en Gálatas 5.22-23, incluye la bondad como parte del fruto del Espíritu, indicando que es una característica que debe manifestarse en la vida de todo creyente.
La bondad en la Biblia va más allá de simples actos de amabilidad; es una inclinación natural a hacer el bien, un interés activo en el bienestar de otros. Es una virtud que refleja la excelencia moral y la integridad, buscando siempre formas de ayudar y servir a los demás.
Al entender la bondad desde una perspectiva bíblica, somos llamados no solo a recibir la bondad de Dios, sino también a ser agentes de su bondad en el mundo, actuando con misericordia, lealtad y amor inquebrantable hacia nuestro prójimo.
Damos gracias a Dios por su bondad. Quiera Dios capacitarnos para que podamos vivir diariamente reflejando esta virtud en nuestras acciones y relaciones.
