Las Cuatro Maneras de Entender las Escrituras en la Época Medieval

Las Cuatro Maneras de Entender las Escrituras en la Época Medieval

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En la época de la Edad Media, los intérpretes cristianos de la Biblia llegaron a clasificar la interpretación de la Escritura usando cuatro “sentidos” que el texto bíblico puede tener. Aun durante este tiempo se sabía que algunos textos se podían tomar de forma literal y otros no. El problema era cómo determinar qué textos se deben interpretar literalmente y qué textos no. Hoy en día, tenemos que realizar la misma labor interpretativa. Por ejemplo, si alguien dice “mi hermano tiene más vidas que un gato,” esas palabras se tienen que juzgar para ver lo que  se está diciendo. Es evidente que los gatos no tienen más que una vida, y por lo tanto no tendría ningún sentido pensar que la frase es una expresión literal de la realidad. Sin embargo, eso no quiere decir que lo que se está comunicando es una mentira. Si el hermano de la persona que está hablando ha sobrevivido a muchos incidentes que le pudieron costar la vida, entenderíamos que, aunque la frase no es cierta, la verdad que comunica sí es cierta. La clave no es sólo entender las palabras, sino el contexto y el significado de lo que se dice.

Ahora bien, en un sentido, los intérpretes medievales no estaban bien equipados para distinguir entre el sentido de las palabras en el contexto bíblico en contraste con el sentido de las palabras en su época. Para abordar el sentido normal de las palabras en la Biblia en sus términos originales, tenemos que saber cómo usaba la gente las palabras en los tiempos bíblicos. Tales significados eran las funciones de los mundos socio-culturales en los que los autores y el público de los textos bíblicos vivieron, y no siempre tenemos acceso claro a esas “estructuras profundas” detrás de la lengua.

Aunque los intérpretes medievales llegaron a hablar de cuatro posibles sentidos de las palabras de la Escritura, en realidad sólo se reducen a dos categorías—el sentido literal y el no literal. Ya sea que Ud. lea las palabras por lo que normalmente significan o Ud. las lee en algún otro sentido no literal. Así que uno de los cuatro sentidos de la Escritura es el literal, y los otros tres son formas no literales de leer la Biblia.

Los tres sentidos no literales o “espirituales” de leer las Escrituras son la 1) alegórica, 2) moral y 3) anagógica. El sentido alegórico ve una enseñanza o la verdad en el texto mediante la adopción de las palabras en algo distinto de su sentido normal. El sentido moral considera la formación ética acerca de cómo vivir, tomando las palabras en algo distinto de su sentido normal. El sentido anagógico o en el futuro ve a la enseñanza acerca de lo que está por venir, incluyendo el cielo o el más allá, mediante la adopción de las palabras en algo distinto de su sentido normal.

Para no desestimar este tipo de lecturas con demasiada rapidez, es importante reconocer que los autores del Nuevo Testamento interpretaron el Antiguo Testamento, en todas estas formas. Además, muchos maestros cristianos hoy en día utilizan este tipo de métodos sin darse cuenta, sobre todo maestros de la profecía. En Gálatas 4:21-31, Pablo hace una alegoría de la historia del Génesis de Agar y Sara. En 1ra de Corintios 9:9-10, Pablo interpreta moralmente el comando de Deuteronomio de no poner bozal al buey mientras que se pisa el grano, concluyendo que el verdadero significado de la orden tiene que ver con el apoyo material a los que hacen el trabajo del ministerio. Y Hebreos 4:8 sin duda le el Salmo 40 anagógicamente cuando toma el “descanso de Dios” para referirse a algo futuro en lugar de la entrada de Israel en Canaán.

La Reforma Protestante seriamente cuestiono el uso de la alegoría en la interpretación. La alegoría es cuando los elementos de un texto bíblico se hacen corresponder a verdades que no eran parte del significado original. El ejemplo clásico viene de la interpretación alegórica de San Agustín de la parábola del Buen Samaritano. El hombre que es asaltado es Adán, que es asaltado por el diablo y sus ángeles. El sacerdote y el levita son la Ley, que no pueden dar la salvación. Cristo es el Buen Samaritano y la posada es la iglesia. Obviamente, ninguno de estos significados era originalmente parte de Lucas 10.

En el 1500, Martín Lutero deseaba volver a las enseñanzas de la Biblia y podar los agregados de la Edad Media. Sin embargo, si la Escritura podía ser tomada alegóricamente, no había nada que pudiera detener a la Iglesia Católica Romana de afirmar que sus enseñanzas posteriores eran simplemente las interpretaciones adecuadas espirituales de la Biblia. Fue así como algo inevitable que el nuevo disco de “solo la Escritura” (Sola Scriptura) haría hincapié en la interpretación literal sobre interpretación “espiritual”.

Pero esta trayectoria introdujo un doble problema para los intérpretes protestantes. En primer lugar, existe el problema, como hemos visto, de que los textos del Nuevo Testamento en sí, a veces utilizan métodos alegóricos. El segundo problema es que los primeros siglos de la Iglesia son, posiblemente, el centro para el núcleo de la comprensión cristiana, ya que fue en los años 300 y 400s que nuestras creencias actuales acerca de la Trinidad y la divinidad de Cristo fueron determinadas muy en detalle. Uno podría argumentar que la interpretación “espiritual”, juego un papel importante en la formación de estas creencias cristianas básicas.

Para abordar el primer problema, los intérpretes protestantes desarrollaron una categoría llamada “tipología”, que ellos distinguen de la alegoría, a pesar de que esta distinción era desconocida para los antiguos. Tipología supuestamente se presentó cuando un autor del Nuevo Testamento tomo un pasaje del Antiguo Testamento en un sentido no literal, pero de una manera que se basaba en alguna verdad que era intrínseca al pasaje del Antiguo Testamento en sí mismo en sus propios términos. Así que cuando hebreos advierte a su audiencia a continuar en la fe hasta que Cristo regrese y lo contrasta con los israelitas que no entraron en el reposo de Dios en Canaán, la correspondencia es muy análoga.

El sentido moral o tropológico encuentra alguna instrucción ética mediante la adopción de algún pasaje en un sentido figurado. Cuando la interpretación en sentido no literal se divide de esta manera, la alegoría trata de aplicar más a la búsqueda de la enseñanza en un texto y el sentido moral tiene que ver con la búsqueda de la ética en un texto que no era ético en forma directa antes. Pablo encuentra así una ética de apoyar a los ministros en la instrucción que era, literalmente, de los bueyes.

Uno podría sugerir que la mayor parte de la enseñanza sobre la profecía dispensacional sobre el futuro, desde su surgimiento en la década de 1800 con John Darby hasta sus manifestaciones más recientes a través de personas como Tim LaHaye, es una variedad de interpretación anagógica o futurista. Pocos son los textos que estas escuelas de la profecía usan son realmente leídos en su contexto. Así que Marcos 13, que tan claramente se relaciona con la destrucción del templo en el año 70 se toma para profetizar un templo que aún no se ha reconstruido.

La aversión a la alegoría del protestantismo llevó a una distinción importante que debemos tener en cuenta en futuras conversaciones. A pesar de que sigue subsistiendo resistencia a la existencia de la alegoría en los textos bíblicos, es evidente que no todo en la Biblia es literal. Una parábola, por ejemplo, está destinada a ser interpretada simbólicamente por lo menos hasta cierto punto. Cuando Jesús dice que el reino de Dios “es como” algo que está utilizando un símbolo.

Por tanto, es mejor distinguir entre el “sentido simple” de la Biblia y espiritual, o un “sentido pleno” (sensus plenior) a un texto que distinguir entre lo literal y lo no literal. El simple sentido de un texto es su sentido original, ya sea que estaba destinado originalmente para ser tomado literalmente u originalmente para ser tomado como una metáfora, alegoría, etc.  La pregunta entonces es si es apropiado para nosotros alegorizar el texto de manera que no se pretendía originalmente.

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Hebreos y las Escrituras

Referencias al Antiguo Testamento en Hebreos

«El Nuevo Testamento está oculto en el Antiguo, el Antiguo se hace patente en el Nuevo.»

(San Agustín)

por Julio A. González López

            A pesar de que no hay evidencia concreta que nos indique quién es el autor o la autora del libro de Hebreos, podemos inferir que una de sus características es su conocimiento y experiencia extensiva en la exégesis de las escrituras judías. El autor o la autora incluye referencias del AT utilizando la «Septuaginta». La «Septuaginta», también conocida como la «Biblia griega» o «LXX», es una colección de escritos traducidos del hebreo al griego que incorpora todos los libros incluidos en el canon hebreo. El autor o la autora de Hebreos usa de referencia los pasajes de Génesis 14:17-24 y del Salmo 110 principalmente (cf. 1.3, 5.6, 7.17, 7.21, 8.1, 10.12-13 y 12.2) para afirmar el triple oficio de Jesucristo como profeta, sacerdote y rey. Este triple oficio de Jesucristo nos hace libres de la ley del pecado y de la muerte, y nos trae un nuevo Reino con nuevos valores y un nuevo orden. Por esto, algunos autores afirman que Hebreos puede clasificarse como un comentario bíblico escrito o, en hebreo, midrash. Un «midrash» se define como la explicación o ilustración de un pasaje de la Biblia en función del tiempo presente[1]. Por medio de técnicas literarias y hermenéuticas, el autor o la autora hace referencias al AT en el NT como palabra de Dios, viva y actual. Primeramente Hebreos hace uso de una cadena o un compendio de trozos selectos del AT. A esto se le conoce como «florilegio». El autor o autora usa esta técnica, por ejemplo, en la primera sección del libro (1.5-2.18) donde cita y alude a siete pasajes del AT (cf. Salmo 2.7, 2 Samuel 7.14, Deuteronomio 32.43, Salmo 104.4, Salmo 45.6-7, Salmo 102.25-27 y Salmo 110.1) para hacer un llamado a reconocer la superioridad y autoridad de Jesucristo. Hebreos también estudia e interpreta personajes e historias del AT para establecer relación con personajes e historias del NT. Esto se conoce como tipología bíblica. El texto hace referencias a quince personajes bíblicos que no sólo son héroes y heroínas de la fe del AT sino que han pasado a ser parte de nuestra historia en el presente (11.4-40). Hebreos también compara la figura de Cristo con la de Moisés (3.1-6) e interpreta a los creyentes de Jesucristo como el nuevo Israel. A través de diversos capítulos y textos se compara a la iglesia como un pueblo que marcha, como el pueblo hebreo al salir de Egipto (3.7-4.11).

Julio González
Julio González

Notas bibliográficas

[1] Jiménez, Pablo A. Hebreos. Minneapolis: Augsburg Fortress, 2006.

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Hebreos y los espacios sagrados

Lo sagrado y los espacios sagrados en Hebreos

Luis Serrano Rodríguez

La Epístola de los Hebreos tiende a ser un poco densa para su interpretación si se trata de manera aislada. Para comprender la misma se requiere tener una noción clara secuencial y entrar en la mente del autor, que tiene la habilidad de hacer conexiones con los eventos trascendentales de gran significado teológico. Uno de los temas que el autor de Hebreos trata es lo sagrado y los espacios sagrados.

Luis Serrano
Luis Serrano

Entre las definiciones que se debe trabajar para comprender lo que el autor quiere transmitir se encuentran: gloria, presencia de Dios, lugar santo, lugar santísimo, utensilios sagrados, morada celestial, diestra de Dios y santuario entre otros. Aunque el tema de lo sagrado está difuminado a lo largo de la epístola, donde mayor se evidencia es en el capítulo 9. Aquí hay una clara referencia donde el autor nos menciona sobre el lugar santo y santísimo que muy bien evoca en detalle Éxodo del 25 al 27. En 9:2-7, el autor describe el lugar santo, el lugar santísimo y las reliquias que se encontraban en dicho lugar con el propósito de contrastar el acceso limitado que tenían los sacerdotes y sumo sacerdote a los lugares sagrados del tabernáculo.

Tal deficiencia fue corregida por Jesús al asumir el sacerdocio por una orden no levita entrando a ocupar el lugar de Sumo sacerdote, no de manera temporera sino eterna. No en un santuario como lo describe el Antiguo Testamento sino un santuario cósmico. Lo sagrado trasciende de un lugar visible a un lugar invisible e incorruptible.

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Hebreos y la mujer

Perspectiva feminista en el libro de Hebreos

José O. Vega Nieves

La voz de la mujer se ha tratado de silenciar dentro de nuestra ideología cristiana desde el principio de los tiempos. Esto debido al sistema patriarcal existente dentro del pueblo de Israel, el pueblo escogido por Dios. El ministerio de la mujer no ha tenido la preponderancia que ha tenido el del hombre y muchas veces se oculta dentro de nuestras parroquias, incluyendo su servicio a la humanidad. Tanto así, que todavía en el siglo XXI, muchos concilios limitan el trabajo de la mujer dentro de la iglesia.

Jose Vega
Jose Vega

Sin embargo, cuando estudiamos el ministerio de Jesús nos damos cuenta que la mujer tuvo un rol importante. Jesús comienza su ministerio con María Magdalena. Mujer fuertemente discriminada por los teólogos y siempre colocada en escenarios no gratos por la labor que realizaba antes de su transformación. Pero Jesús, incluye a la mujer en su ministerio con un “propósito divino”. En un gigantesco esfuerzo el análisis feminista busca su origen en la conciencia de las mujeres y sus grupos marginados.[1]

Hebreos, libro que estamos estudiando en clase, apenas habla sobre la mujer. Algunos estudiosos piensan que pudo ser Priscilla, aunque esto es imposible de probar. Sin embargo, la autoría de Priscilla no debería descartarse pues ella tiene muchas cualidades que la podrían colocar como posible autora. Por ejemplo, fue colega de Pablo y Timoteo; su carrera se centralizó entre Roma y Efeso, ruta de la epístola; fue maestra, aún de Apólos, y evangelista. Además, la teología presentada en Hebreos difiere de la Paulina en varios conceptos.[2] No obstante, la realidad es que no tenemos evidencia suficiente para llegar a tal conclusión.

Carmen Bernabé dice que la Biblia ha sido experimentada por las mujeres como un instrumento de sumisión usado contra ellas por el sistema socio-cultural patriarcal. Pero también, ellas han encontrado en la misma Biblia, luz y autoridad para encontrar liberación y continuar luchando contra este mismo patriarcado en sus múltiples manifestaciones.[3]

Notas bibliográficas

[1] Ediberto López, Para que comprendiesen las escrituras.

[2] Ruth Hoppin, The Book of Hebrews Revisited.

[3] Ediberto López, Para que comprendiesen las escrituras, 528.

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Jesús y los seres espirituales en Hebreos

Jesús es superior a los ángeles

Por Carlos R. Collazo Pérez

Al comenzar a leer el libro de los Hebreos notamos como el autor inserta una serie de comparaciones entre Jesús el hijo de Dios y los seres espirituales, particularmente los ángeles. Estas comparaciones tienen la finalidad de demostrar por qué Jesús es superior a los ángeles. Los pasajes que utilizaremos para demostrar el tema se encuentran en el capítulo 1.4-7 y 13-14.

Carlos Collazo
Carlos Collazo

Comenzamos señalando que Jesús es superior a los ángeles por el título que ostenta en cuanto a su nombre ya que es más excelente que el de los ángeles. Esto se infiere del contexto, debido al título de Hijo, ya que el mismo pasaje lo señala como heredero.

Por otro lado, encontramos las palabras “Mi Hijo eres tú, yo te he engendrado hoy” (1.). Estas palabras nunca fueron dirigidas a ningún ángel por parte de Dios. Sin embargo, pueden ser llamados de manera colectiva “Los hijos de Dios” pero no en su carácter individual.

Podemos observar que al introducir la palabra “primogénito” claramente el texto implica que Jesús es el primero de muchos y, aún más, añade “Adórenle todos los ángeles de Dios”. Lo que muestra claramente jerarquía espiritual que tiene su inicio en Jesús.

Los ángeles ocupan un lugar especial en cuanto la administración y la ejecución de los mandatos divinos. Esto significa que ocupan una posición inferior a la situación de supremacía dada al Hijo. Esta supremacía es lo que ha llevado a entender el significado de las palabras “Siéntate a mi diestra”; palabras que son dichas y referidas solamente al Hijo. Aun aquellos ángeles más exaltados y cuyo privilegio es estar “delante de Dios” no han sido invitados nunca a sentarse ante él.

En resumen, podemos entender que Jesús es superior a los ángeles por lo siguiente:

  • Primero: Posee un título como Hijo y, a su vez, heredero
  • Segundo: Ser reconocido como primogénito y, a su vez, objeto de la adoración de los ángeles.
  • Tercero: En cuanto la administración y la ejecución de los mandatos divinos, los ángeles deben seguir y cumplir los mandatos divinos; mientras en al Hijo comparte la majestad divina al sentarse a la diestra de Dios.

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