Cae la noche – Devociones – 3 de mayo

Cae la noche y es tiempo de conectar con Dios

Leamos una porción bíblica y oremos al Señor. Comencemos la oración reconociendo que Dios es grande y amoroso. Continuemos presentando en oración a las personas que amamos, a nuestras amistades y familiares. Después presentemos en oración nuestras propias vidas, rogándole a Dios que nos de lo que nos conviene, no lo que deseamos. Terminemos la oración alabando a Dios, en el nombre de Jesús. AMÉN

#caelanoche #DrPj

Lectura Bíblica: Lucas 22.31-46

Jesús anuncia la negación de Pedro

31 El Señor dijo también: «Simón, Simón, Satanás ha pedido sacudirlos a ustedes como si fueran trigo; 32 pero yo he rogado por ti, para que no te falte la fe. Y tú, cuando hayas vuelto, deberás confirmar a tus hermanos.»33 Pedro le dijo: «Señor, no sólo estoy dispuesto a ir contigo a la cárcel, sino también a la muerte.» 34 Y Jesús le dijo: «Pedro, te aseguro que el gallo no cantará hoy antes de que tú hayas negado tres veces que me conoces.»

Bolsa, alforja y espada

35 Luego Jesús les preguntó: «Cuando los envié sin bolsa, sin alforja y sin calzado, ¿les faltó algo?» Ellos respondieron: «Nada.» 36 Entonces Jesús les dijo: «Pues ahora, el que tenga bolsa, que la tome, junto con la alforja. Y el que no tenga espada, que venda su capa y se compre una. 37 Porque yo les digo que todavía se tiene que cumplir en mí aquello que está escrito: “Y fue contado entre los pecadores”. Porque lo que está escrito acerca de mí, tiene que cumplirse.» 38 Ellos le dijeron: «Señor, ¡aquí hay dos espadas!» Y Jesús respondió: «¡Basta!»

Jesús ora en Getsemaní

39 Jesús salió y, conforme a su costumbre, se fue al monte de los Olivos. Sus discípulos lo siguieron.40 Cuando llegó a ese lugar, Jesús les dijo: «Oren para que no caigan en tentación.» 41 Luego, se apartó de ellos a una distancia como de un tiro de piedra, y allí se arrodilló y oró. 42 Y decía: «Padre, si quieres, haz que pase de mí esta copa; pero que no se haga mi voluntad, sino la tuya.» 43 [Se le apareció entonces un ángel del cielo, para fortalecerlo. 44 Lleno de angustia, oraba con más intensidad. Y era su sudor como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra.] 45 Cuando Jesús se levantó después de orar, fue a donde estaban sus discípulos, y a causa de la tristeza los halló durmiendo. 46 Les dijo: «¿Por qué duermen? ¡Levántense y oren para que no caigan en tentación!»

Lucas 22.31-32
Lucas 22.31-32

Cae la noche – Devociones – 2 de mayo

Cae la noche y es tiempo de conectar con Dios

Leamos una porción bíblica y oremos al Señor. Comencemos la oración reconociendo que Dios es grande y amoroso. Continuemos presentando en oración a las personas que amamos, a nuestras amistades y familiares. Después presentemos en oración nuestras propias vidas, rogándole a Dios que nos de lo que nos conviene, no lo que deseamos. Terminemos la oración alabando a Dios, en el nombre de Jesús. AMÉN

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Lectura Bíblica: Lucas 22.1-30

El complot para matar a Jesús

Se acercaba la fiesta de los panes sin levadura, que se llama la pascua. Los principales sacerdotes y los escribas buscaban la manera de matar a Jesús, pero le tenían miedo al pueblo.

Entonces Satanás entró en Judas, uno de los doce, al que llamaban Iscariote, y éste fue a hablar con los principales sacerdotes y con los jefes de la guardia, para acordar con ellos cómo les entregaría a Jesús. Ellos se alegraron, y acordaron darle dinero. Judas aceptó y comenzó a buscar el mejor momento de entregarles a Jesús sin que el pueblo lo supiera.

Institución de la Cena del Señor

Llegó el día de los panes sin levadura, cuando es necesario sacrificar el cordero de la pascua. Jesús envió a Pedro y a Juan con estas instrucciones: «Vayan a preparar todo para que comamos la pascua.» Ellos le preguntaron: «¿Dónde quieres que hagamos los preparativos?» 10 Jesús les dijo: «Al entrar en la ciudad, verán ustedes a un hombre que lleva un cántaro de agua; síganlo hasta la casa donde entre, 11 y díganle al dueño de la casa: “El Maestro pregunta dónde está el aposento en donde comerá la pascua con sus discípulos.”12 Entonces él les mostrará un gran aposento alto, ya dispuesto. Hagan allí los preparativos.» 13 Los discípulos partieron, y encontraron todo tal y como Jesús se lo había dicho, y prepararon la pascua.

14 Cuando llegó la hora, Jesús se sentó a la mesa, y los apóstoles se sentaron con él. 15 Entonces les dijo: «¡Cómo he deseado comer con ustedes esta pascua, antes de que padezca! 16 Porque yo les digo que no volveré a comerla hasta su cumplimiento en el reino de Dios.» 17 Y Jesús tomó la copa, dio gracias y dijo: «Tomen esto, y repártanlo entre ustedes; 18 porque yo les digo que no volveré a beber del fruto de la vid hasta que venga el reino de Dios.» 19 Luego tomó el pan, lo partió, dio gracias y les dio, al tiempo que decía: «Esto es mi cuerpo, que por ustedes es entregado; hagan esto en memoria de mí.» 20 De igual manera, después de haber cenado tomó la copa y les dijo: «Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que por ustedes va a ser derramada. 21 Pero sepan que la mano del que me va a traicionar está sobre esta mesa, conmigo. 22 A decir verdad, el Hijo del Hombre va, según lo que está determinado; pero ¡ay de aquél que lo va a traicionar!»23 Ellos comenzaron a preguntarse unos a otros, quién de ellos sería capaz de hacer esto.

La grandeza en el servicio

24 Además, los discípulos tuvieron una discusión en cuanto a quién de ellos sería el mayor. 25 Pero Jesús les dijo: «Los reyes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que tienen autoridad sobre ellas son llamados benefactores; 26 pero entre ustedes no debe ser así, sino que el mayor entre ustedes tiene que hacerse como el menor; y el que manda tiene que actuar como el que sirve. 27 Porque, ¿quién es mayor? ¿El que se sienta a la mesa, o el que sirve? ¿Acaso no es el que se sienta a la mesa? Sin embargo, yo estoy entre ustedes como el que sirve.

28 »Pero son ustedes los que han permanecido conmigo en mis pruebas. 29 Por tanto, yo les asigno un reino, así como mi Padre me lo asignó a mí, 30 para que en mi reino coman y beban a mi mesa, y se sienten en tronos para juzgar a las doce tribus de Israel.»

Lucas 22.19
Lucas 22.19

Cae la noche – Devociones – 1 de mayo

Cae la noche y es tiempo de conectar con Dios

Leamos una porción bíblica y oremos al Señor. Comencemos la oración reconociendo que Dios es grande y amoroso. Continuemos presentando en oración a las personas que amamos, a nuestras amistades y familiares. Después presentemos en oración nuestras propias vidas, rogándole a Dios que nos de lo que nos conviene, no lo que deseamos. Terminemos la oración alabando a Dios, en el nombre de Jesús. AMÉN

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Lectura Bíblica: Lucas 21.20-38

20 »Pero cuando vean a Jerusalén rodeada de ejércitos, sepan que su destrucción ha llegado. 21 Entonces, los que estén en Judea, huyan a los montes; y los que estén en la ciudad, salgan de allí. Los que estén en los campos, no entren en la ciudad. 22 Porque esos días serán de retribución,(A) para que se cumplan todas las cosas que están escritas. 23 Pero ¡ay de las que en esos días estén embarazadas, o amamantando! Porque vendrá sobre la tierra una gran calamidad, y sobre este pueblo vendrá la ira. 24 Y caerán a filo de espada, y serán llevados cautivos a todas las naciones; y Jerusalén será pisoteada por los paganos, hasta que se cumplan los tiempos que a ellos les esperan.

La venida del Hijo del Hombre

25 »Habrá entonces señales en el sol, en la luna y en las estrellas.(C) En la tierra, la gente se angustiará y quedará confundida por causa del bramido del mar y de las olas. 26 El miedo y la expectación de las cosas que sobrevendrán en la tierra hará que los hombres desfallezcan, y los poderes celestiales se estremecerán.27 Entonces verán al Hijo del Hombre venir en una nube, con poder y gran gloria.(D) 28 Cuando esto comience a suceder, anímense y levanten la cabeza, porque su redención estará cerca.»

29 También les contó una parábola: «Fíjense en la higuera y en todos los árboles. 30 Cuando ustedes ven que brotan sus hojas, pueden saber que ya se acerca el verano. 31 De la misma manera, cuando ustedes vean que todo esto sucede, podrán saber que ya se acerca el reino de Dios. 32 De cierto les digo, que todo esto sucederá antes de que pase esta generación. 33 El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.

34 »Pero tengan cuidado de que su corazón no se recargue de glotonería y embriaguez, ni de las preocupaciones de esta vida, para que aquel día no les sobrevenga de repente. 35 Porque caerá como un lazo sobre todos los que habitan la faz de la tierra. 36 Por lo tanto, manténganse siempre atentos, y oren para que se les considere dignos de escapar de todo lo que habrá de suceder, y de presentarse ante el Hijo del Hombre.»

37 De día, Jesús enseñaba en el templo;(E) de noche, se quedaba en el monte llamado de los Olivos. 38 Y toda la gente acudía a él por la mañana, para escucharlo en el templo.

Lucas 21.36
Lucas 21.36

Cae la noche – Devociones – 30 de abril

Cae la noche y es tiempo de conectar con Dios

Leamos una porción bíblica y oremos al Señor. Comencemos la oración reconociendo que Dios es grande y amoroso. Continuemos presentando en oración a las personas que amamos, a nuestras amistades y familiares. Después presentemos en oración nuestras propias vidas, rogándole a Dios que nos de lo que nos conviene, no lo que deseamos. Terminemos la oración alabando a Dios, en el nombre de Jesús. AMÉN

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Lectura Bíblica: Lucas 21.1-19

La ofrenda de la viuda

Jesús estaba observando a los ricos que depositaban sus ofrendas en el arca del templo, y vio que una viuda muy pobre depositaba allí dos moneditas de poco valor. Entonces dijo: «En verdad les digo, que esta viuda pobre ha echado más que todos. Porque todos aquellos ofrendaron a Dios de lo que les sobra, pero ella puso, en su pobreza, todo lo que tenía para su sustento.»

Jesús predice la destrucción del templo

Algunos hablaban de las hermosas piedras con las que el templo estaba adornado, y de las ofrendas dedicadas a Dios, así que Jesús les dijo: «En cuanto a lo que ustedes ven, vienen días en que no quedará piedra sobre piedra. Todo será destruido.»

Señales antes del fin

Entonces le preguntaron: «Y esto, Maestro, ¿cuándo sucederá? ¿Y qué señal habrá cuando esto ya esté por suceder?» Jesús les respondió: «Cuídense de no ser engañados. Porque muchos vendrán en mi nombre, y dirán: “Yo soy”, y también: “El tiempo está cerca.” Pero ustedes no los sigan. Y cuando oigan hablar de guerras y de levantamientos, no se alarmen, porque es necesario que esto suceda primero, pero el fin no llegará de manera repentina.»

10 También les dijo: «Se levantará nación contra nación, y reino contra reino. 11 Habrá impresionantes terremotos, y hambre y pestilencias en diferentes lugares; también sucederán cosas espantosas y habrá grandes señales del cielo. 12 Pero antes de que todo esto suceda, a ustedes les echarán mano, los perseguirán, y los entregarán a las sinagogas y a las cárceles, y por causa de mi nombre los harán comparecer ante reyes y gobernantes. 13 Pero esto les servirá para dar testimonio. 14 Propónganse en su interior no ponerse a pensar cómo responder en su defensa, 15 porque yo les daré las palabras y la sabiduría, las cuales no podrán resistir ni contradecir todos sus oponentes. 16 Ustedes serán entregados incluso por sus padres, hermanos, parientes y amigos, y a algunos de ustedes los matarán. 17 Por causa de mi nombre, todo el mundo los odiará, 18 pero ustedes no perderán ni un solo cabello de su cabeza. 19 Tengan paciencia, que así ganarán sus almas.

Meditemos

Lucas 21.3-4
Lucas 21.3-4

Cae la noche – Devociones – 29 de abril

Cae la noche y es tiempo de conectar con Dios

Leamos una porción bíblica y oremos al Señor. Comencemos la oración reconociendo que Dios es grande y amoroso. Continuemos presentando en oración a las personas que amamos, a nuestras amistades y familiares. Después presentemos en oración nuestras propias vidas, rogándole a Dios que nos de lo que nos conviene, no lo que deseamos. Terminemos la oración alabando a Dios, en el nombre de Jesús. AMÉN

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Lectura Bíblica: Lucas 20.27-47

La pregunta sobre la resurrección

27 Algunos de los saduceos, que decían que no hay resurrección, le preguntaron: 28 «Maestro, Moisés nos escribió: “Si el hermano de alguien tiene esposa y muere sin tener hijos, el hermano del difunto debe casarse con la viuda y darle descendencia a su hermano muerto.” 29 Pues bien, se dio el caso de siete hermanos, y el primero de ellos se casó, y murió sin tener hijos. 30 El segundo se casó con la viuda, pero también murió sin tener hijos. 31 El tercero también se casó con ella, y así todos los siete, y todos murieron sin dejar descendencia. 32 Finalmente, murió también la mujer. 33 Así que, en la resurrección, ¿esposa de cuál de ellos será la viuda, ya que los siete estuvieron casados con ella?»

34 Entonces Jesús les dijo: «La gente de este mundo se casa, y se da en casamiento, 35 pero los que sean considerados dignos de alcanzar el mundo venidero y la resurrección de entre los muertos, no se casarán ni se darán en casamiento, 36 porque ya no podrán morir, sino que serán semejantes a los ángeles, y son hijos de Dios por ser hijos de la resurrección. 37 Pero en cuanto a que los muertos han de resucitar, aun Moisés lo enseñó en el pasaje de la zarza, pues llama al Señor, “Dios de Abrahán, Dios de Isaac y Dios de Jacob”.38 Porque Dios no es Dios de muertos, sino de vivos, pues para él todos viven.» 39 Algunos de los escribas le respondieron: «Maestro, has dicho bien.» 40 Y no se atrevieron a preguntarle nada más.

¿De quién es hijo el Cristo?

41 Entonces él les dijo: «¿Cómo pueden decir que el Cristo es hijo de David? 42 David mismo dice, en el libro de los Salmos:

»“El Señor le dijo a mi Señor:
‘Siéntate a mi derecha,
43 hasta que ponga a tus enemigos
por estrado de tus pies.’”

44 »Y si David lo llama Señor, ¿cómo entonces puede ser su hijo?»

Jesús acusa a los escribas

45 Como todo el pueblo lo estaba escuchando, Jesús les dijo a sus discípulos: 46 «Cuídense de los escribas, porque les gusta pasearse con ropas largas, y que los saluden en las plazas, y sentarse en las primeras sillas de las sinagogas, y en los lugares más importantes de los banquetes. 47 Se adueñan de los bienes de las viudas, y para disimular todo esto hacen largas oraciones. ¡Pero ellos recibirán una mayor condenación!»

Lucas 20.38
Lucas 20.38

Cae la noche – Devociones – 28 de abril

Cae la noche y es tiempo de conectar con Dios

Leamos una porción bíblica y oremos al Señor. Comencemos la oración reconociendo que Dios es grande y amoroso. Continuemos presentando en oración a las personas que amamos, a nuestras amistades y familiares. Después presentemos en oración nuestras propias vidas, rogándole a Dios que nos de lo que nos conviene, no lo que deseamos. Terminemos la oración alabando a Dios, en el nombre de Jesús. AMÉN

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Lectura Bíblica: Lucas 20.1-26

La autoridad de Jesús

Un día, mientras Jesús estaba en el templo enseñando al pueblo y anunciándoles las buenas noticias, llegaron los principales sacerdotes y los escribas, junto con los ancianos, y le preguntaron: «¿Con qué autoridad haces todo esto? ¿Quién te ha dado esta autoridad?» Jesús les dijo: «Yo también voy a hacerles una pregunta. Díganme: El bautismo de Juan, ¿era del cielo, o de este mundo?» Ellos empezaron a discutir entre sí: «Si decimos que era del cielo, nos dirá: “Entonces, ¿por qué no le creyeron?” Y si decimos que era de los hombres, todo el pueblo nos matará a pedradas, pues están convencidos de que Juan era un profeta.»Y respondieron que no sabían de dónde era. Entonces Jesús les dijo: «Pues yo tampoco les diré con qué autoridad hago estas cosas.»

Los labradores malvados

Luego comenzó a contarle a la gente esta parábola: «Un hombre plantó una viña,(C) se la arrendó a unos labradores, y se ausentó por mucho tiempo. 10 A su debido tiempo, envió a uno de sus siervos para que los labradores le entregaran la parte de lo que la viña había producido; pero los labradores lo golpearon y lo mandaron con las manos vacías. 11 Volvió a enviar a otro siervo; pero ellos golpearon y humillaron también a éste, y lo enviaron con las manos vacías. 12 Envió entonces a un tercer siervo, pero también a éste lo hirieron y lo echaron de allí. 13 Entonces el dueño de la viña dijo: “¿Qué haré? Voy a enviar a mi hijo amado. Tal vez, cuando lo vean, le tendrán respeto.” 14 Pero cuando los labradores lo vieron, se dijeron unos a otros: “Éste es el heredero. Vamos a matarlo, para quedarnos con la herencia.” 15 Así que lo expulsaron de la viña, y lo mataron. ¿Qué creen ustedes que el dueño de la viña hará con ellos? 16 Pues irá y matará a esos labradores, y dará su viña a otros.»

Al oír esto, la gente exclamó: «¡Dios nos libre!» 17 Pero Jesús los miró fijamente y les dijo: «¿Qué significa esta escritura que dice:

»“La piedra que desecharon los constructores
ha venido a ser la piedra angular?”

18 Todo el que caiga sobre esa piedra, se hará pedazos; y si ella cae sobre alguien, lo aplastará por completo.»

La cuestión del tributo

19 En ese mismo instante los principales sacerdotes y los escribas trataron de echarle mano, pues comprendieron que, al contar esa parábola, Jesús se refería a ellos. Pero tenían miedo de la gente; 20 entonces enviaron espías que parecían gente buena, para que lo acecharan y atraparan a Jesús en sus propias palabras, y así poder ponerlo bajo el poder y la autoridad del gobernador. 21 Los espías le preguntaron: «Maestro, sabemos que dices y enseñas con rectitud, y que no discriminas a nadie, sino que en verdad enseñas el camino de Dios. 22 ¿Nos está permitido pagar tributo al César, o no?» 23 Pero Jesús se dio cuenta de sus malas intenciones, y les dijo: 24 «Muéstrenme una moneda. ¿De quién son la imagen y la inscripción?» Ellos respondieron: «Del César.» 25 Entonces Jesús les dijo: «Pues den al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios.» 26 Así que no pudieron sorprenderlo ante el pueblo en ninguna palabra; y admirados de su respuesta, no dijeron más.

Lucas 20.17
Lucas 20.17

Cae la noche – Devociones – 27 de abril

Cae la noche y es tiempo de conectar con Dios

Leamos una porción bíblica y oremos al Señor. Comencemos la oración reconociendo que Dios es grande y amoroso. Continuemos presentando en oración a las personas que amamos, a nuestras amistades y familiares. Después presentemos en oración nuestras propias vidas, rogándole a Dios que nos de lo que nos conviene, no lo que deseamos. Terminemos la oración alabando a Dios, en el nombre de Jesús. AMÉN

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Lectura Bíblica: Lucas 19.28-48

La entrada triunfal en Jerusalén

28 Después de decir esto, Jesús siguió su camino en dirección a Jerusalén. 29 Cuando ya estaba cerca de Betfagué y de Betania, junto al monte que se llama de los Olivos, les dijo a dos de sus discípulos: 30 «Vayan a la aldea que está ante ustedes. Al entrar en ella, van a encontrar atado un burrito, sobre el cual nadie se ha montado. Desátenlo y tráiganlo aquí. 31 Si alguien les pregunta: “¿Por qué lo desatan?”, respondan: “Porque el Señor lo necesita.”» 32 Los discípulos se fueron y encontraron todo tal y como él les había dicho. 33 Mientras desataban el burrito, sus dueños les dijeron: «¿Por qué lo desatan?» 34 Y ellos contestaron: «Porque el Señor lo necesita.» 35 Luego se lo llevaron a Jesús, echaron sus mantos sobre el burrito, e hicieron montar a Jesús.36 Conforme Jesús avanzaba, la multitud tendía sus mantos por el camino. 37 Cuando se acercó a la bajada del monte de los Olivos, todo el conjunto de sus discípulos comenzó a gritar de alegría y a alabar a Dios por todas las maravillas que habían visto; 38 y decían: «¡Bendito el rey que viene en el nombre del Señor!(B) ¡Paz en el cielo, y gloria en las alturas!» 39 Algunos de los fariseos que iban entre la multitud le dijeron: «Maestro, ¡reprende a tus discípulos!» 40 Pero Jesús les dijo: «Si éstos callaran, las piedras clamarían.»

41 Ya cerca de la ciudad, Jesús lloró al verla, 42 y dijo: «¡Ah, si por lo menos hoy pudieras saber lo que te puede traer paz! Pero eso ahora está oculto a tus ojos. 43 Porque van a venir sobre ti días, cuando tus enemigos levantarán un cerco a tu alrededor, y te sitiarán. 44 Y te destruirán por completo, a ti y a tus hijos dentro de ti, y no dejarán en ti piedra sobre piedra, por cuanto no te diste cuenta del momento en que Dios vino a visitarte.»

Purificación del templo

45 Después Jesús entró en el templo, y comenzó a echar de allí a todos los que vendían y compraban. 46 Les decía: «Escrito está: “Mi casa es casa de oración.” ¡Pero ustedes han hecho de ella una cueva de ladrones!» 47 Todos los días Jesús enseñaba en el templo, pero los principales sacerdotes, los escribas y los principales del pueblo procuraban matarlo. 48 Sin embargo, no hallaban la manera de hacerlo, pues todo el pueblo estaba pendiente de lo que él decía.

Meditemos

Bendito el que viene – Un sermón para el Domingo de Ramos

Lucas 19.40
Lucas 19.40

Cae la noche – Devociones – 26 de abril

Cae la noche y es tiempo de conectar con Dios

Leamos una porción bíblica y oremos al Señor. Comencemos la oración reconociendo que Dios es grande y amoroso. Continuemos presentando en oración a las personas que amamos, a nuestras amistades y familiares. Después presentemos en oración nuestras propias vidas, rogándole a Dios que nos de lo que nos conviene, no lo que deseamos. Terminemos la oración alabando a Dios, en el nombre de Jesús. AMÉN

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Lectura Bíblica: Lucas 19.1-27

Jesús y Zaqueo

Jesús entró en Jericó, y comenzó a cruzar la ciudad. Mientras caminaba, un hombre rico llamado Zaqueo, que era jefe de los cobradores de impuestos, trataba de ver quién era Jesús, pero por causa de la multitud no podía hacerlo, pues era de baja estatura. Pero rápidamente se adelantó y, para verlo, se trepó a un árbol, pues Jesús iba a pasar por allí. Cuando Jesús llegó a ese lugar, levantó la vista y le dijo: «Zaqueo, apúrate y baja de allí, porque hoy tengo que pasar la noche en tu casa.» Zaqueo bajó de prisa, y con mucho gusto recibió a Jesús. Todos, al ver esto, murmuraban, pues decían que Jesús había entrado en la casa de un pecador. Pero Zaqueo se puso de pie y le dijo al Señor: «Señor, voy a dar ahora mismo la mitad de mis bienes a los pobres. Y si en algo he defraudado a alguien, le devolveré cuatro veces más lo defraudado.» Jesús le dijo: «Hoy ha llegado la salvación a esta casa, pues este hombre también es hijo de Abrahán. 10 Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.»

Parábola de los siervos

11 Al escuchar la gente estas cosas, Jesús les contó una parábola, pues ya estaba cerca de Jerusalén y la gente pensaba que el reino de Dios estaba por manifestarse. 12 Jesús les dijo: «Un hombre de alto rango se fue a un país lejano, para recibir un reino y luego volver. 13 Antes de partir, llamó a diez de sus siervos, les dio una buena cantidad de dinero, y les dijo: “Hagan negocio con este dinero, hasta que yo vuelva.” 14 Pero sus conciudadanos lo odiaban, y enviaron tras él unos representantes para que dijeran: “No queremos que éste reine sobre nosotros.” 15 Cuando ese hombre volvió, después de recibir el reino, hizo comparecer ante él a los siervos a quienes había dado el dinero, para saber qué negocios había hecho cada uno. 16 Cuando llegó el primero, dijo: “Señor, tu dinero ha producido diez veces más”. 17 Aquel hombre dijo: “¡Bien hecho! Eres un buen siervo. Puesto que en lo poco has sido fiel, vas a gobernar diez ciudades.” 18 Otro más llegó y le dijo: “Señor, tu dinero ha producido cinco veces más.” 19 Y también a éste le dijo: “Tú vas a gobernar cinco ciudades.” 20 Llegó otro más, y le dijo: “Señor, aquí tienes tu dinero. Lo he tenido envuelto en un pañuelo,21 pues tuve miedo de ti, porque sé que eres un hombre duro, que tomas lo que no pusiste, y recoges lo que no sembraste.” 22 Entonces aquel hombre le dijo: “¡Mal siervo! Por tus propias palabras voy a juzgarte. Si sabías que soy un hombre duro, que tomo lo que no puse, y que recojo lo que no sembré, 23 ¿por qué no pusiste mi dinero en el banco? Así, ¡a mi regreso lo habría recibido con los intereses!” 24 Y dijo entonces a los que estaban presentes: “¡Quítenle el dinero, y dénselo al que ganó diez veces más!” 25 Pero ellos objetaron: “Señor, ése ya tiene mucho dinero.” 26 Y aquel hombre dijo: “Pues al que tiene, se le da más; pero al que no tiene, aun lo poco que tiene se le quita. 27 Y en cuanto a mis enemigos, los que no querían que yo fuera su rey, ¡tráiganlos y decapítenlos delante de mí!”»

Meditemos

Es necesario: Un sermón sobre la historia de Zaqueo el publicado, basado en Lucas 19:5-10 (Audio & Vídeo).

Lucas 19.5
Lucas 19.5

Cae la noche – Devociones – 25 de abril

Cae la noche y es tiempo de conectar con Dios

Leamos una porción bíblica y oremos al Señor. Comencemos la oración reconociendo que Dios es grande y amoroso. Continuemos presentando en oración a las personas que amamos, a nuestras amistades y familiares. Después presentemos en oración nuestras propias vidas, rogándole a Dios que nos de lo que nos conviene, no lo que deseamos. Terminemos la oración alabando a Dios, en el nombre de Jesús. AMÉN

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Lectura Bíblica: Lucas 18.24-43

24 Y al ver Jesús que se había entristecido mucho, dijo: «¡Qué difícil es para los ricos entrar en el reino de Dios!25 Le es más fácil a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el reino de Dios.» 26 Los que oyeron esto dijeron: «Entonces, ¿quién podrá salvarse?» 27 Y Jesús les respondió: «Lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios.» 28 Pedro dijo entonces: «Nosotros hemos dejado nuestras posesiones, y te hemos seguido.» 29 Y Jesús les dijo: «De cierto les digo, que cualquiera que haya dejado casa, padres, hermanos, mujer, o hijos, por el reino de Dios, 30 recibirá mucho más en este tiempo, y en el tiempo venidero recibirá la vida eterna.»

Nuevamente Jesús anuncia su muerte

31 Jesús llamó aparte a los doce, y les dijo: «Como pueden ver, ahora vamos camino a Jerusalén. Allí se cumplirá todo lo que los profetas escribieron acerca del Hijo del Hombre. 32 Éste será entregado a los no judíos, los cuales se burlarán de él, lo insultarán y le escupirán, 33 y después de azotarlo, lo matarán. Pero al tercer día resucitará.» 34 Ellos no entendieron nada de esto, pues el mensaje no les resultaba claro ni podían comprenderlo.

Un ciego de Jericó recibe la vista

35 Cuando Jesús estuvo cerca de Jericó, junto al camino estaba sentado un mendigo ciego. 36 Al oír éste a la multitud que pasaba, preguntó qué era lo que sucedía, 37 y cuando le dijeron que Jesús de Nazaret estaba pasando por allí, 38 comenzó a gritar: «¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí!» 39 Los que iban al frente lo reprendían para que se callara; pero él gritaba más aún: «¡Hijo de David, ten misericordia de mí!» 40 Entonces Jesús se detuvo y mandó que lo llevaran a su presencia. Cuando el ciego llegó, Jesús le preguntó: 41 «¿Qué quieres que haga por ti?» Y el ciego respondió: «Señor, quiero recibir la vista.» 42 Jesús le dijo: «Ya la has recibido. Tu fe te ha sanado.» 43 Al instante, el ciego pudo ver y comenzó a seguir a Jesús, mientras glorificaba a Dios. Y al ver todo el pueblo lo sucedido, también alababa a Dios.

Lucas 18.25
Lucas 18.25

Cae la noche – Devociones – 24 de abril

Cae la noche y es tiempo de conectar con Dios

Leamos una porción bíblica y oremos al Señor. Comencemos la oración reconociendo que Dios es grande y amoroso. Continuemos presentando en oración a las personas que amamos, a nuestras amistades y familiares. Después presentemos en oración nuestras propias vidas, rogándole a Dios que nos de lo que nos conviene, no lo que deseamos. Terminemos la oración alabando a Dios, en el nombre de Jesús. AMÉN

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Lectura Bíblica: Lucas 18.1-23

Parábola de la viuda y el juez injusto

Además, Jesús les contó una parábola en cuanto a la necesidad de orar siempre y de no desanimarse.Les dijo: «En cierta ciudad había un juez que no temía a Dios ni respetaba a nadie. En esa misma ciudad había también una viuda, la cual acudía a ese juez y le pedía: “Hazme justicia contra mi adversario.” Pasó algún tiempo, y el juez no quiso atenderla, pero después se puso a pensar: “Aunque no temo a Dios ni respeto a nadie, esta viuda me molesta tanto que voy a hacerle justicia, no sea que siga viniendo y me agote la paciencia.”» Dijo entonces el Señor: «Presten atención a lo que dijo el juez injusto. ¿Acaso Dios no les hará justicia a sus elegidos, que día y noche claman a él? ¿Se tardará en responderles? Yo les digo que sin tardanza les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?»

Parábola del fariseo y el cobrador de impuestos

A unos que a sí mismos se consideraban justos y menospreciaban a los demás, Jesús les dijo esta parábola:10 «Dos hombres fueron al templo a orar: uno de ellos era fariseo, y el otro era cobrador de impuestos.11 Puesto de pie, el fariseo oraba consigo mismo de esta manera: “Dios mío, te doy gracias porque no soy como los demás, que son ladrones, injustos y adúlteros. ¡Ni siquiera soy como este cobrador de impuestos!12 Ayuno dos veces a la semana, y doy la décima parte de todo lo que gano.” 13 Pero el cobrador de impuestos, desde lejos, no se atrevía siquiera a levantar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho y decía: “Dios mío, ten misericordia de mí, porque soy un pecador.” 14 Yo les digo que éste volvió a su casa justificado, y no el otro. Porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido.»

Jesús bendice a los niños

15 La gente llevaba los niños a Jesús, para que él los tocara. Cuando los discípulos vieron esto, los reprendieron; 16 pero Jesús los llamó y les dijo: «Dejen que los niños se acerquen a mí. No se lo impidan, porque el reino de los cielos es de los que son como ellos. 17 De cierto les digo: el que no recibe el reino de Dios como un niño, no entrará en él.»

El joven rico

18 Un hombre importante le preguntó: «Maestro bueno, ¿qué debo hacer para heredar la vida eterna?» 19 Jesús le dijo: «¿Por qué me llamas bueno? No hay nadie que sea bueno, sino sólo Dios. 20 Conoces los mandamientos: No adulterarás, no matarás, no hurtarás, no dirás falso testimonio, honra a tu padre y a tu madre.» 21 Aquél le dijo: «Todo esto lo he cumplido desde mi juventud.» 22 Al oír esto, Jesús le dijo: «Aún te falta una cosa: vende todo lo que tienes, y dáselo a los pobres; así tendrás un tesoro en el cielo. Después de eso, ven y sígueme.» 23 Cuando aquel hombre oyó esto, se puso muy triste, porque era muy rico.

Lucas 18.22
Lucas 18.22