En el tema de liderazgo es importante para traer a conciencia lo que significa ser líder. Sobre todo, para aquellas personas que son administradoras, incluyendo a pastores y pastoras que administramos una estructura tan compleja la iglesia.
Dentro del liderazgo encontramos lo que se conoce como el liderazgo informal. Aquí encontramos a aquellas personas que tienen la capacidad de impactar a otros, aun cuando no tengan una posición oficial de la organización. Se les consulta por su experiencia y capacidad de administración. Es por esto que se consideran líderes innatos.
A través del liderazgo las estrategias tienen que alcanzar la visión y aun más, provocar cambios de ser necesarios. El líder efectivo debe mostrar autoridad y capacidad para lograr metas. Debe ser capaz de tener excelentes relaciones interpersonales para poder trabajar con grupos y organizaciones. Además, debe tener la capacidad de influenciar a otras personas. Si usted no influye a otros, usted no es líder y nunca lo será. Solamente tiene sueños de grandeza y de proyectos inalcanzables. No tiene un plan definido ni métodos para lograrlo. Si se proyecta como un soñador su vida será un fracaso. Por otro lado, la líder de visión es más específica y comunica con el corazón. Inspira y se proyecta hacia la enseñanza aun en tiempos desafiantes. Tiene la visión clara: establecer las pautas de la organización dictando la dirección del organismo, moldeando las estrategias y los elementos de la planificación.
Según lo discutido en clase, hemos tomado modelos seculares, como el tema de “calidad total”, para las organizaciones eclesiásticas. Mientras tanto, las organizaciones seculares se han movido a usar modelos de liderazgo basado en mentoría, que tiene bases bíblicas. Este es un hecho bastante incongruente. Los problemas que enfrentamos en la pastoral tienen que ver también con el asignar a personas a ocupar puestos para los cuáles que no están preparados. El líder debe marcar el camino que transforme e impacte la sociedad. La formación del líder debe tener como base la fe. Esta herramienta es crucial para mantener una actitud positiva. En la organización debe proyectar ética profesional, además de sus valores personales.
El material discutido en clase presenta muy bien las etapas del poder. De las seis mencionadas desearía enfocar en una: el poder del modelaje. Debemos analizar nuestro lenguaje y actitud ante el llamado como líder de fe. No debemos olvidar el colectivo, que son las ovejas del rebaño que Dios nos dio para cuidar. El o la líder con fe triunfa. Conoce y confía plenamente en Dios y su provisión. También debe tener el “ADN de Dios,” Sobre todo en estos tiempos donde no hay temor ni respeto por los demás. Es un gran reto ser líder en una sociedad tan demandante como la actual.
Un punto sumamente interesante en la presentación es el trabajo en equipo de Jesús. Lo muestra así dentro de su trabajo ministerial llamando a Pedro y sus hermanos. La invitación fue a ser pescadores de “hombres.” Jesús, como moderador y líder, guiaba a su equipo a experiencias fuertes pero a la vez gratas y únicas jamás vistas por hombre alguno. Aunque muchas personas quieren ser líderes, no todo el mundo lo puede lograr.
