Cae la noche – Devociones – 1 de enero

Cae la noche y es tiempo de conectar con Dios. Leamos una porción bíblica y oremos al Señor.

Comencemos la oración reconociendo que Dios es grande y amoroso. Continuemos presentando en oración a las personas que amamos, a nuestras amistades y familiares. Después presentemos en oración nuestras propias vidas, rogándole a Dios que nos de lo que nos conviene, no lo que deseamos. Terminemos la oración alabando a Dios, en el nombre de Jesús. AMÉN

1 Libro de la genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abrahán.

2 Abrahán engendró a Isaac, Isaac a Jacob, y Jacob a Judá y a sus hermanos. 3 Judá engendró con Tamar a Fares y a Zeraj, Fares a Esrón, y Esrón a Aram. 4 Aram engendró a Aminadab, Aminadab a Nasón, y Nasón a Salmón. 5 Salmón engendró con Rajab a Booz, Booz engendró con Rut a Obed, y Obed a Yesé. 6 Yesé engendró al rey David, y con la que fue mujer de Urías el rey David engendró a Salomón. 7 Salomón engendró a Roboán, Roboán a Abías, y Abías a Asa. 8 Asa engendró a Josafat, Josafat a Jorán, y Jorán a Uzías. 9 Uzías engendró a Yotán, Yotán a Ajaz, y Ajaz a Ezequías. 10 Ezequías engendró a Manasés, Manasés a Amón, y Amón a Josías. 11 En el tiempo de la deportación a Babilonia, Josías engendró a Jeconías y a sus hermanos.

12 Después de la deportación a Babilonia, Jeconías engendró a Salatiel, y Salatiel a Zorobabel. 13 Zorobabel engendró a Abiud, Abiud a Eliaquín, y Eliaquín a Azor. 14 Azor engendró a Sadoc, Sadoc a Aquín, y Aquín a Eliud. 15 Eliud engendró a Eleazar, Eleazar a Matán, Matán a Jacob; 16 y Jacob engendró a José, marido de María, de la cual nació Jesús, llamado el Cristo.

17 De manera que todas las generaciones, desde Abrahán hasta David, son catorce; desde David hasta la deportación a Babilonia, catorce; y desde la deportación a Babilonia hasta Cristo, catorce.

18 El nacimiento de Jesucristo fue así: María, la madre de Jesús, estaba comprometida con José, pero antes de unirse como esposos se encontró que ella había concebido del Espíritu Santo. 19 José, su marido, era un hombre justo y quiso dejarla secretamente, pues no quería denigrarla. 20 Mientras José reflexionaba al respecto, un ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: «José, hijo de David, no temas recibir a María, tu mujer, porque su hijo ha sido concebido por el Espíritu Santo. 21 María tendrá un hijo, a quien pondrás por nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.» 22 Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor dijo por medio del profeta:

23 «Una virgen concebirá y dará a luz un hijo,
y le pondrás por nombre Emanuel, que significa: “Dios está con nosotros.”»

24 Cuando José despertó del sueño, hizo lo que el ángel del Señor le había mandado y recibió a su mujer, 25 pero no la conoció hasta que dio a luz a su hijo primogénito. Y le puso por nombre JESÚS.

Buen Dios y Padre celestial, en este primer día del año te damos gracias porque sabemos que tú no nos dejas, que tú nos bendices, y que tú jamás nos vas a abandonar. Gracias por enviarnos a Jesucristo el Señor a salvarnos cuando más lo necesitábamos. Ayúdanos a valorar su sacrificio, ayúdanos a amarlo, y ayúdanos a servirle. Bendícenos en este año que comienza, te lo rogamos en el nombre de Jesús. AMÉN

cae la noche - Mateo 1.18
Mateo 1.18
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Hebreos y las Escrituras

Referencias al Antiguo Testamento en Hebreos

«El Nuevo Testamento está oculto en el Antiguo, el Antiguo se hace patente en el Nuevo.»

(San Agustín)

por Julio A. González López

            A pesar de que no hay evidencia concreta que nos indique quién es el autor o la autora del libro de Hebreos, podemos inferir que una de sus características es su conocimiento y experiencia extensiva en la exégesis de las escrituras judías. El autor o la autora incluye referencias del AT utilizando la «Septuaginta». La «Septuaginta», también conocida como la «Biblia griega» o «LXX», es una colección de escritos traducidos del hebreo al griego que incorpora todos los libros incluidos en el canon hebreo. El autor o la autora de Hebreos usa de referencia los pasajes de Génesis 14:17-24 y del Salmo 110 principalmente (cf. 1.3, 5.6, 7.17, 7.21, 8.1, 10.12-13 y 12.2) para afirmar el triple oficio de Jesucristo como profeta, sacerdote y rey. Este triple oficio de Jesucristo nos hace libres de la ley del pecado y de la muerte, y nos trae un nuevo Reino con nuevos valores y un nuevo orden. Por esto, algunos autores afirman que Hebreos puede clasificarse como un comentario bíblico escrito o, en hebreo, midrash. Un «midrash» se define como la explicación o ilustración de un pasaje de la Biblia en función del tiempo presente[1]. Por medio de técnicas literarias y hermenéuticas, el autor o la autora hace referencias al AT en el NT como palabra de Dios, viva y actual. Primeramente Hebreos hace uso de una cadena o un compendio de trozos selectos del AT. A esto se le conoce como «florilegio». El autor o autora usa esta técnica, por ejemplo, en la primera sección del libro (1.5-2.18) donde cita y alude a siete pasajes del AT (cf. Salmo 2.7, 2 Samuel 7.14, Deuteronomio 32.43, Salmo 104.4, Salmo 45.6-7, Salmo 102.25-27 y Salmo 110.1) para hacer un llamado a reconocer la superioridad y autoridad de Jesucristo. Hebreos también estudia e interpreta personajes e historias del AT para establecer relación con personajes e historias del NT. Esto se conoce como tipología bíblica. El texto hace referencias a quince personajes bíblicos que no sólo son héroes y heroínas de la fe del AT sino que han pasado a ser parte de nuestra historia en el presente (11.4-40). Hebreos también compara la figura de Cristo con la de Moisés (3.1-6) e interpreta a los creyentes de Jesucristo como el nuevo Israel. A través de diversos capítulos y textos se compara a la iglesia como un pueblo que marcha, como el pueblo hebreo al salir de Egipto (3.7-4.11).

Julio González
Julio González

Notas bibliográficas

[1] Jiménez, Pablo A. Hebreos. Minneapolis: Augsburg Fortress, 2006.

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Hebreos y los espacios sagrados

Lo sagrado y los espacios sagrados en Hebreos

Luis Serrano Rodríguez

La Epístola de los Hebreos tiende a ser un poco densa para su interpretación si se trata de manera aislada. Para comprender la misma se requiere tener una noción clara secuencial y entrar en la mente del autor, que tiene la habilidad de hacer conexiones con los eventos trascendentales de gran significado teológico. Uno de los temas que el autor de Hebreos trata es lo sagrado y los espacios sagrados.

Luis Serrano
Luis Serrano

Entre las definiciones que se debe trabajar para comprender lo que el autor quiere transmitir se encuentran: gloria, presencia de Dios, lugar santo, lugar santísimo, utensilios sagrados, morada celestial, diestra de Dios y santuario entre otros. Aunque el tema de lo sagrado está difuminado a lo largo de la epístola, donde mayor se evidencia es en el capítulo 9. Aquí hay una clara referencia donde el autor nos menciona sobre el lugar santo y santísimo que muy bien evoca en detalle Éxodo del 25 al 27. En 9:2-7, el autor describe el lugar santo, el lugar santísimo y las reliquias que se encontraban en dicho lugar con el propósito de contrastar el acceso limitado que tenían los sacerdotes y sumo sacerdote a los lugares sagrados del tabernáculo.

Tal deficiencia fue corregida por Jesús al asumir el sacerdocio por una orden no levita entrando a ocupar el lugar de Sumo sacerdote, no de manera temporera sino eterna. No en un santuario como lo describe el Antiguo Testamento sino un santuario cósmico. Lo sagrado trasciende de un lugar visible a un lugar invisible e incorruptible.

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Hebreos y la mujer

Perspectiva feminista en el libro de Hebreos

José O. Vega Nieves

La voz de la mujer se ha tratado de silenciar dentro de nuestra ideología cristiana desde el principio de los tiempos. Esto debido al sistema patriarcal existente dentro del pueblo de Israel, el pueblo escogido por Dios. El ministerio de la mujer no ha tenido la preponderancia que ha tenido el del hombre y muchas veces se oculta dentro de nuestras parroquias, incluyendo su servicio a la humanidad. Tanto así, que todavía en el siglo XXI, muchos concilios limitan el trabajo de la mujer dentro de la iglesia.

Jose Vega
Jose Vega

Sin embargo, cuando estudiamos el ministerio de Jesús nos damos cuenta que la mujer tuvo un rol importante. Jesús comienza su ministerio con María Magdalena. Mujer fuertemente discriminada por los teólogos y siempre colocada en escenarios no gratos por la labor que realizaba antes de su transformación. Pero Jesús, incluye a la mujer en su ministerio con un “propósito divino”. En un gigantesco esfuerzo el análisis feminista busca su origen en la conciencia de las mujeres y sus grupos marginados.[1]

Hebreos, libro que estamos estudiando en clase, apenas habla sobre la mujer. Algunos estudiosos piensan que pudo ser Priscilla, aunque esto es imposible de probar. Sin embargo, la autoría de Priscilla no debería descartarse pues ella tiene muchas cualidades que la podrían colocar como posible autora. Por ejemplo, fue colega de Pablo y Timoteo; su carrera se centralizó entre Roma y Efeso, ruta de la epístola; fue maestra, aún de Apólos, y evangelista. Además, la teología presentada en Hebreos difiere de la Paulina en varios conceptos.[2] No obstante, la realidad es que no tenemos evidencia suficiente para llegar a tal conclusión.

Carmen Bernabé dice que la Biblia ha sido experimentada por las mujeres como un instrumento de sumisión usado contra ellas por el sistema socio-cultural patriarcal. Pero también, ellas han encontrado en la misma Biblia, luz y autoridad para encontrar liberación y continuar luchando contra este mismo patriarcado en sus múltiples manifestaciones.[3]

Notas bibliográficas

[1] Ediberto López, Para que comprendiesen las escrituras.

[2] Ruth Hoppin, The Book of Hebrews Revisited.

[3] Ediberto López, Para que comprendiesen las escrituras, 528.

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Jesús y los seres espirituales en Hebreos

Jesús es superior a los ángeles

Por Carlos R. Collazo Pérez

Al comenzar a leer el libro de los Hebreos notamos como el autor inserta una serie de comparaciones entre Jesús el hijo de Dios y los seres espirituales, particularmente los ángeles. Estas comparaciones tienen la finalidad de demostrar por qué Jesús es superior a los ángeles. Los pasajes que utilizaremos para demostrar el tema se encuentran en el capítulo 1.4-7 y 13-14.

Carlos Collazo
Carlos Collazo

Comenzamos señalando que Jesús es superior a los ángeles por el título que ostenta en cuanto a su nombre ya que es más excelente que el de los ángeles. Esto se infiere del contexto, debido al título de Hijo, ya que el mismo pasaje lo señala como heredero.

Por otro lado, encontramos las palabras “Mi Hijo eres tú, yo te he engendrado hoy” (1.). Estas palabras nunca fueron dirigidas a ningún ángel por parte de Dios. Sin embargo, pueden ser llamados de manera colectiva “Los hijos de Dios” pero no en su carácter individual.

Podemos observar que al introducir la palabra “primogénito” claramente el texto implica que Jesús es el primero de muchos y, aún más, añade “Adórenle todos los ángeles de Dios”. Lo que muestra claramente jerarquía espiritual que tiene su inicio en Jesús.

Los ángeles ocupan un lugar especial en cuanto la administración y la ejecución de los mandatos divinos. Esto significa que ocupan una posición inferior a la situación de supremacía dada al Hijo. Esta supremacía es lo que ha llevado a entender el significado de las palabras “Siéntate a mi diestra”; palabras que son dichas y referidas solamente al Hijo. Aun aquellos ángeles más exaltados y cuyo privilegio es estar “delante de Dios” no han sido invitados nunca a sentarse ante él.

En resumen, podemos entender que Jesús es superior a los ángeles por lo siguiente:

  • Primero: Posee un título como Hijo y, a su vez, heredero
  • Segundo: Ser reconocido como primogénito y, a su vez, objeto de la adoración de los ángeles.
  • Tercero: En cuanto la administración y la ejecución de los mandatos divinos, los ángeles deben seguir y cumplir los mandatos divinos; mientras en al Hijo comparte la majestad divina al sentarse a la diestra de Dios.

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Hebreos 5.11 al 10.39: Tercera parte de la Epístola

Materiales para el estudio de Hebreos 5.11 al 10.39, la tercera parte de la Epístola.

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Hebreos - Jiménez
Hebreos – Jiménez

Hebreos 3.1–5.10: Segunda parte de la Epístola

Notas para el estudio del prólogo de la Epístola a los Hebreos (3.1–5.10).

Hebreos 3.1–5.10: Segunda parte de la Epístola

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Hebreos - Jiménez
Hebreos – Jiménez