Una conferencia contrastando dos estilos de predicación contemporáneos: el sermón deductivo tradicional y el inductivo.
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En esta conferencia consideramos el tema de los estilos de predicación. En primer lugar, veremos cómo surge el estilo de predicación dominante en el protestantismo hispanoamericano: el sermón deductivo tradicional. Después consideraremos el estilo de predicación inductiva, un acercamiento contemporáneo surgido en contraposición y respuesta al modelo anterior.
Logos, pathos y ethos
Aristóteles afirmó qué la habilidad para influenciar a otras personas estaba íntimamente relacionada con tres aspectos de la comunicación que, identificados por sus palabras griegas, son “logos”, “pathos” y “ethos”. Basado en esta estructura, Agustín argumenta que todo sermón debe enseñar, deleitar y persuadir.
Por lo tanto, el mito de que todo sermón debe tener “tres puntos” se basa en este modelo retórico, donde todo discurso debe apelar a la razón (“logos”), al corazón (“pathos”) y a la voluntad (“ethos”).
El sermón deductivo
El sermón tradicional comienza con el anuncio de su idea central. Dicho de otro modo, el sermón sigue una lógica deductiva que va de lo universal a lo particular. La iglesia ha usado el sermón deductivo tradicional por centenares de años para proclamar el evangelio y bendecir a la humanidad. La pregunta que se impone es si este estilo homilético sigue siendo útil en nuestros tiempos.
El sermón inductivo
La característica principal del estilo de predicación inductivo es que presenta las conclusiones al final de sermón. De este modo, la verdad central que buscamos comunicar está en su lugar lógico: al final de la presentación. Durante la predicación, mientras construimos el argumento, el oyente va haciendo conexiones personales con las ideas y las historias que presentamos. Así el sermón se convierte en un diálogo donde la audiencia colabora con la persona que predica en la aplicación del mensaje.
La Nueva Escuela de Homilética
La propuesta de Fred B. Craddock llegó en un momento oportuno, creando la Nueva Escuela de Homilética estadounidense (conocida en inglés como New Homiletic). Este nuevo enfoque afirmaba la unidad de la forma y el contenido, exhortando a quienes predican a seguir la lógica del texto bíblico en lugar de imponerle puntos homiléticos. También valoraba la narración, afirmaba el carácter contextual de la verdad, y exploraba la poesía del lenguaje. Basada en la idea de que el sermón es un evento, este nuevo enfoque buscaba la transformación del oyente por medio del encuentro con Dios y su palabra.
Objeciones al modelo inductivo
Ahora bien, la gran crítica al modelo inductivo es que, de acuerdo a sus críticos, niega la existencia de la “verdad”, particularmente de las “verdades universales”. En lo personal, he escuchado a varios expertos en el campo de la homilética tradicional afirmar equivocadamente que el método de inductivo desarrollado por Craddock convierte el texto bíblico en una mera imagen que puede ser interpretada de manera arbitraria. Para decirlo con toda claridad, critican el enfoque inductivo argumentando que permite que el predicador interprete los textos bíblicos como le venga en gana.
Esta crítica es completamente injusta, dado que caricaturiza la predicación inductiva. La Nueva Escuela de Homilética afirma la existencia de la verdad universal, dado que Dios es la fuente de dicha verdad. La diferencia es que el enfoque tradicional entiende que la verdad es “proposicional”, es decir, que puede enunciarse claramente con palabras y plasmarse de manera escrita, mientras la nueva escuela afirma que la verdad trasciende las palabras humanas. En este sentido, el nuevo enfoque afirma que la verdad no es algo que se escribe en un papel, sino alguien que se ha revelado a la humanidad para salvarla: Jesús de Nazaret. La verdad no se encuentra en una declaración teológica sino en la experiencia de tener un encuentro transformador con Dios, por medio de Jesucristo, en el poder del Espíritu Santo.
Modelos inductivos en el púlpito hispano
A lo largo de los años he comprendido que los predicadores y las predicadoras de gran efectividad en el púlpito emplean elementos inductivos en sus sermones de manera natural y espontánea. Su predicación se caracteriza por el uso de historias, ilustraciones, preguntas, alusiones poéticas y hasta diálogos que son inherentemente inductivos. Podemos identificar varios modelos de sermones que son naturalmente inductivos en la predicación hispanoamericana. Algunos de estos modelos inductivos surgieron en el ámbito Pentecostal.
Conclusión: Dos estilos de predicación
En conclusión, afirmo que toda persona que predique profesionalmente debe conocer y dominar tanto el estilo deductivo tradicional como el inductivo. El modelo deductivo ha sido y seguirá siendo útil para la iglesia, a pesar de sus limitaciones. Sin embargo, la predicación inductiva es y será un instrumento muy útil a la hora de alcanzar a las personas no creyentes, particularmente aquellas que se identifican con las nuevas generaciones postmodernas.