Comunidad

Medios

Texto

En esta hora hablaremos acerca de la comunidad. Al hablar de la comunidad no nos referiremos al pueblo, al país o al lugar donde vivimos. Por el contrario, hablaremos de la Iglesia como una comunidad; como un grupo de personas unidas por la cruz de Cristo que se reúnen para adorar a Dios y servir a los demás en amor.

En primer lugar, debemos decir que la comunidad cristiana es creada por la Palabra de Dios. La Iglesia surge cuando diversas personas responden a la predicación del Evangelio y se unen para adorar a Dios. En cierto sentido, la comunidad cristiana se forma en base al testimonio de los escritores bíblicos y se convierte en una comunidad de nuevos testigos que continúan la tarea de la evangelización.

En este punto pudiéramos preguntar, ¿cómo es que la comunidad de fe puede llevar a cabo su tarea evangelística? ¿Cómo es que la Iglesia “habla” la palabra divina? En fin, ¿cómo es que la Iglesia da testimonio de Jesucristo?

La respuesta más sencilla a esta pregunta es que la Iglesia da testimonio por medio de la predicación y la enseñanza. Es decir, la Iglesia “habla” a través de las palabras, habladas y escritas, que enuncian sus miembros cuando predican, cuando ofrecen clase de Escuela Bíblica, cuando conducen talleres, conferencias, dinámicas y cualquier otra actividad parecida en la Iglesia.

Pero debemos tener claro que la Iglesia no habla sólo con sus palabras. La mera existencia de una comunidad cristiana en un lugar determinado es un testimonio vivo del poder de Dios. El que un grupo se reúna a adorar a Dios ya es un testimonio firme de la misericordia divina.

Por otro lado, la comunidad de fe da testimonio de Jesucristo al servir al prójimo. Cuando la Iglesia sirve a los necesitados, los incapacitados y los débiles, está “hablando” elocuentemente; también está dando testimonio de Jesucristo.

En segundo lugar, encontramos que la misma Palabra que crea la comunidad, la confronta y la desafía. La Palabra de Dios siempre le está preguntando a la Iglesia si su testimonio es verdadero, si está mostrando el amor de Dios en forma clara, si está proclamando el mensaje del Evangelio en forma sencilla y pura.

Pero debemos tener claro que, si nosotros formamos parte de la comunidad cristiana, ese reto, esa confrontación que hace la Palabra de Dios es también para nosotros al nivel individual. En esta hora Dios nos pregunta si estamos siendo una comunidad de testigos; una comunidad viva, santa donde cada persona refleje claramente el amor de Dios. Dios quiere que cada uno de nosotros demuestre en su vida lo que cree.

¡Así nos ayude Dios!

Suscríbase a este podcast por medio de www.prediquemos.com

Visite www.predicar.net

Visite www.drpablojimenez.com 

Suscrí­base a este podcast por medio de iTunes, para dispositivos Apple: https://itunes.apple.com/us/podcast/prediquemos/id1358157330?mt=2 

Suscríbase a este podcast por medio de Stitcher, para dispositivos Androide: http://www.stitcher.com/s?fid=177200

Suscrí­base a nuestro canal de YouTube, donde podrá ver y escuchar centenares de sermones y conferencias: http://www.youtube.com/user/drpablojimenez

Escuche Prediquemos en Spotify: https://open.spotify.com/show/1JqEInrAUgNunx0nfyKc9l

Admiración

Medios

Texto

¡Admiración!

Ciertamente «Admiración» es un nombre muy extraño para una meditación sobre la fe. Por lo regular, nos admiramos ante lo sorpresivo, lo extraordinariamente hermoso o lo que causa temor. Sentimos admiración ante lo desconocido o ante lo que representa una amenaza para nuestra seguridad. Entonces, ¿de qué modo se relaciona la fe con esta sensación de temor? ¿Qué relación hay entre la vida cristiana y la admiración? En esta hora presentaremos la importancia que tiene la admiración para el creyente y daremos cuatro ejemplos concretos dónde se manifiesta esa sensación en la vida cristiana. 

En primer lugar, debemos afirmar que la admiración es el punto de partida para toda búsqueda; es el comienzo de toda jornada. En la vida, cada ser humano encuentra diversas cosas que le atraen, que le interesan y, entonces, procede a estudiarlas de más cerca. La vida cristiana no es diferente. El caminar de fe comienza cuando nos quedamos maravillados ante la realidad del Dios que nos llama y respondemos con fe a su Palabra santa. De este modo, es imposible interesarse por las cosas de Dios si no hay una sensación de amor y respeto que nos lleve a buscar la presencia de Dios. 

En segundo lugar, y a diferencia de la admiración que nos lleva al estudio de otras materias, esa sensación de admiración no puede cesar después de un tiempo. Es imposible que un creyente fiel pierda esa capacidad de maravillarse. Esto es así, porque no estamos estudiando una materia que pueda ser comprendida a cabalidad, en todas sus partes. No amados míos. Nos hemos acercado al Dios infinito, sabio, poderoso, insondable y profundo. A aquél que es «Alfa y Omega» (Ap. 1:8), el principio y el fin del discurso (Ecl. 12:13). Nos hemos encontrado con un Dios poderoso cuyo conocimiento siempre nos sorprende, cuyo poder siempre nos maravilla, cuya fidelidad siempre causa admiración. De esta manera, podemos afirmar que es imposible que una persona pueda llegar al conocimiento de Dios sin maravillarse, o que pueda mantenerse en la fe sin experimentar una profunda admiración por el Dios que le ha dado la vida. 

Quizás, en este punto, sería provechoso presentar algunos ejemplos donde esa sensación de admiración se manifiesta en nosotros. El primero de ellos, lo encontramos en la Biblia, la Palabra de Dios. La Biblia contiene varios relatos que causan admiración. Relatos como el Éxodo, la conquista de Canaan, las historias de David, el Exilio y restauración de Judá, la historia del Bautista, el nacimiento de Jesús, la cruz, la resurrección, los milagros y las conversiones de distintas personas al Evangelio de Jesucristo. Esas historias nos hacen maravillar; nos hacen sentir admiración. 

Otro ejemplo lo tenemos en la maravilla de la conversión. ¿Quién no encuentra maravilloso el cambio que puede ocurrir en una vida? ¿Qué se puede pasar de muerte a vida; ir del pecado a la gracia de Dios? O, ¿dejar atrás una vida oscura por la luz del Evangelio de Jesucristo? 

Jesucristo mismo es nuestro tercer ejemplo. Él es el evento definitivo de Dios. Él es la persona en quien Dios ha revelado su amor, sus cuidados y su preocupación por cada uno de nosotros. 

Y, precisamente, nuestro cuarto ejemplo es el más sorprendente de todos, el más maravilloso, el más admirable. Lo que más admiración debe causarnos es nuestra propia experiencia. ¿Se imaginan ustedes a un Dios santo que recibe a criaturas pecadoras como hijas suyas? ¿Se imaginan que cada uno de nosotros ha experimentado la más grande de las maravillas? ¿Comprenden ustedes que cada uno de nosotros puede mirar al futuro y enfrentarlo sin temor porque podemos decir «Dios me ama; Dios me ama, a mi»? Permita Dios que cada uno pueda admirarse ante la profundidad de tal milagro. 

¡ASÍ NOS AYUDE DIOS

Suscríbase a este podcast por medio de www.prediquemos.com

Visite www.predicar.net

Visite www.drpablojimenez.com 

Suscrí­base a este podcast por medio de iTunes, para dispositivos Apple: https://itunes.apple.com/us/podcast/prediquemos/id1358157330?mt=2 

Suscríbase a este podcast por medio de Stitcher, para dispositivos Androide: http://www.stitcher.com/s?fid=177200

Suscrí­base a nuestro canal de YouTube, donde podrá ver y escuchar centenares de sermones y conferencias: http://www.youtube.com/user/drpablojimenez

Escuche Prediquemos en Spotify: https://open.spotify.com/show/1JqEInrAUgNunx0nfyKc9l

Flores en el desierto

Flores en el desierto es una prédica cristiana sobre la profecía que aparece en el capítulo 35 del libro del profeta Isaías, apropiada para la temporada de adviento.

Texto: Isaías 35:1-10

Idea central: La esperanza de vida y salvación nos lleva a proclamar que el futuro que Dios tiene deparado para la humanidad traerá grande bendición. 

Área: Desafío profético

Propósito: Dar ánimo y esperanza a la audiencia.

Diseño: Expositivo

Lógica: Inductiva

Vea este sermón en nuestro canal de YouTube

Cuando uno viaja por las riveras del Río Jordán, usted puede ver en medio del desierto toda una serie de árboles frutales. La escena es impresionante, pues evoca la profecía que aparece en el capítulo 35 del libro de Isaías.

El capítulo 35 de Isaías contiene una serie de profecías muy hermosas. La más conocida se encuentra en los vv. 1-2. 

Isaías 35 afirma que el desierto florecerá. Esta es una profecía sobre el final de los tiempos. Empero, no es una profecía de juicio, sino de salvación. Las flores en el desierto simbolizan la renovación de todas las cosas, la victoria de la vida sobre la muerte y el gozo de la salvación. Esta profecía de salvación le da ánimo al creyente. Por eso, el profeta exhorta a quienes han perdido la esperanza en los vv. 3 y 4.

¿Cómo describe el profeta los actos salvíficos de Dios? En los vv. 5 y 6a el profeta afirma que Dios ha de hacer grandes prodigios y milagros en medio de su pueblo. El texto bíblico describe cómo Dios restaura a la humanidad. Al final de los tiempos, los ciegos verán, los sordos escucharán, los cojos saltarán y los mudos cantarán. Estas también son «flores en el desierto» que sugieren que nada hay imposible para Dios. Del mismo modo que el desierto puede florecer, la humanidad puede ser regenerada, en el nombre del Señor.

El profeta describe un terreno fértil por donde corren torrentes de aguas.(vv. 6b-7). ¡Hasta las partes más secas se convertirán en estanques! ¡Hasta las cuevas de los perros salvajes serán campos fértiles! Estas son imágenes de fertilidad, de gozo y de esperanza.

Ahora bien, la promesa de vida y salvación va de la mano con una demanda o condición: Dios exige que el ser humano viva en santidad (v. 8). 

La santidad es integridad. La persona que vive en santidad, actúa con integridad. Tiene una sola cara, una sola voz y una sola palabra; sus palabras y sus acciones son congruentes; y su conducta es consistente. 

Para el justo, el juicio de Dios trae alegría y esperanza. La persona justa no teme al juicio divino. Quien vive en comunión con Dios, vive confiado en el cuidado divino. Por el contrario, quien practica la injusticia vive en el miedo, en la ansiedad y en la desesperación. Teme al juicio divino, porque sabe que está actuando de manera indebida. Por eso ve el futuro con desconfianza y aprensión. 

El poema profético de Isaías concluye con palabras tan conmovedoras como hermosas (vv.9-10). Quienes creemos en Cristo Jesús, Señor nuestro, esperamos con ansias el día cuando desaparezcan los peligros del camino. Esperamos el día cuando las personas redimidas y liberadas por Dios puedan regresar al santuario.

Esta esperanza de vida y salvación nos lleva a proclamar que el futuro que Dios tiene deparado para la humanidad traerá grande bendición. Será un futuro de gozo, de paz y de alegría. Será un futuro de renovación y victoria. Sabemos que todo esto es cierto porque la iglesia ve flores en el desierto todos los días. Vemos personas que reciben sanidad, que superan vicios y que cambian sus vidas. Cada vez que una mujer escapa de una situación de violencia, que un hombre asume sus responsabilidades como padre, y que una familia se restaura, vemos flores en el desierto. 

¡Proclamemos con esperanza que el desierto florecerá, en el nombre del Señor, Amén!

Flores en el desierto
Isaías 35
Vea otros sermones listos para predicar


Visión en medio de la crisis / Vision in the midst of crisis

Un sermón bilingüe que explora cómo es posible tener visión espiritual en medio de la crisis. / A bilingual sermon about how it is possible to have spiritual vision in the midst of a crisis.

Suscríbase a este podcast por medio de www.prediquemos.com

Visite www.predicar.net

Visite www.drpablojimenez.com 

Suscrí­base a este podcast por medio de iTunes, para dispositivos Apple: https://itunes.apple.com/us/podcast/prediquemos/id1358157330?mt=2 

Suscríbase a este podcast por medio de Stitcher, para dispositivos Androide: http://www.stitcher.com/s?fid=177200

Suscrí­base a nuestro canal de YouTube, donde podrá ver y escuchar centenares de sermones y conferencias: http://www.youtube.com/user/drpablojimenez

Escuche Prediquemos en Spotify: https://open.spotify.com/show/1JqEInrAUgNunx0nfyKc9l

Para comprar los libros del Dr. Jiménez acceda a: http://drpablojimenez.com/libros/

Para información sobre la Maestría en Artes en Liderazgo Cristiano en español del Seminario Teológico Gordon-Conwell, visite: https://gordonconwell.instructure.com/courses/1264 

Sobre las luchas generacionales

Las luchas generacionales en la Iglesia son tan comunes como inevitables. Algunas personas desean quedarse en el pasado, pensando que todo lo novedoso es pecado. Otras quieren desechar el pasado, considerando que solo lo nuevo es bueno.

Josué 4.1-7 nos muestra otro camino, pues enseña que es necesario honrar el pasado para proyectarse al futuro con seguridad y esperanza. 

Suscríbase a este podcast por medio de www.prediquemos.com

Visite www.predicar.net

Visite www.drpablojimenez.com 

Suscrí­base a este podcast por medio de iTunes, para dispositivos Apple: https://itunes.apple.com/us/podcast/prediquemos/id1358157330?mt=2 

Suscríbase a este podcast por medio de Stitcher, para dispositivos Androide: http://www.stitcher.com/s?fid=177200

Suscrí­base a nuestro canal de YouTube, donde podrá ver y escuchar centenares de sermones y conferencias: http://www.youtube.com/user/drpablojimenez

Escuche Prediquemos en Spotify: https://open.spotify.com/show/1JqEInrAUgNunx0nfyKc9l

Para comprar los libros del Dr. Jiménez acceda a: http://drpablojimenez.com/libros/

Para información sobre la Maestría en Artes en Liderazgo Cristiano en español del Seminario Teológico Gordon-Conwell, visite: https://gordonconwell.instructure.com/courses/1264 

Cuando pases por las aguas (Isaías 43)

Una meditación para el Dia de Acción de Gracias, basada en Isaías 43.

Suscríbase a este podcast por medio de www.prediquemos.com

Visite www.drpablojimenez.com 

Suscrí­base a este podcast por medio de iTunes, para dispositivos Apple: https://itunes.apple.com/us/podcast/prediquemos/id1358157330?mt=2 

Suscríbase a este podcast por medio de Stitcher, para dispositivos Androide: http://www.stitcher.com/s?fid=177200

Suscrí­base a nuestro canal de YouTube, donde podrá ver y escuchar centenares de sermones y conferencias: http://www.youtube.com/user/drpablojimenez

Escuche Prediquemos en Spotify: https://open.spotify.com/show/1JqEInrAUgNunx0nfyKc9l

Para comprar los libros del Dr. Jiménez acceda a: http://drpablojimenez.com/libros/

Para información sobre la Maestría en Artes en Liderazgo Cristiano en español del Seminario Teológico Gordon-Conwell, visite: https://gordonconwell.instructure.com/courses/1264 

Cómo hacer ilustraciones para sermones

Un ensayo que ofrece consejos prácticos para la elaboración de ilustraciones para sermones, por el Dr. Pablo A. Jiménez.

Una ilustración es una anécdota o una historia que desarrolla, aclara o apoya una de las ideas presentadas en un sermón. También se consideran como «ilustraciones» el uso de símiles, metáforas, analogías, alegorías, ejemplos, poemas, y testimonios, entre otros recursos literarios y figuras de construcción.

Una ilustración efectiva debe ser tan clara que no necesite mayores explicaciones. Las ilustraciones demasiado complejas o complicadas no tienen utilidad alguna. A menos que usted tenga una enorme capacidad para explicar temas complejos, no emplee ilustraciones que hablen de asuntos científicos o técnicos, tales como la electricidad o la medicina. Una buena ilustración debe aclarar una idea; una mala ilustración confunde, aburre o distrae.

Todo sermón debe tener, por lo menos, una ilustración, anécdota o una historia que aclare o ejemplifique su mensaje. Es común encontrar libros que recogen cientos de ilustraciones para sermones. En términos generales, estos libros son de poca utilidad por dos razones fundamentales. Por un lado, estas historias, anécdotas y citas son tan conocidas que la mayor parte de nuestra feligresía ya las ha escuchado anteriormente. Por otro lado, muchas de estas historias hacen referencia a la historia y la literatura europea o estadounidense. Por esta razón, gran parte de nuestra feligresía no las puede comprender a cabalidad.

Visite www.drpablojimenez.tv en YouTube

En el pasado, era común usar escenas de la literatura universal como ilustraciones para sermones. Por ejemplo, quienes predicaban citaban las obras de Cervantes, Shakespeare o de Calderón de la Barca. Sin embargo, es difícil hacer este tipo de referencias literarias en la actualidad sin darle al predicador un aire de superioridad, pues la mayor parte de la gente no conoce las novelas y las obras de teatro que hoy se consideran como «clásicos» de la literatura. Por lo tanto, si usa ilustraciones tomadas de la literatura, asegúrese que la audiencia comprenda adecuadamente su contenido.

Podemos encontrar una nueva fuente de ilustraciones para la predicación en las películas de cine y los programas de televisión. Sin embargo, es necesario evitar referencias a los productos culturales que puedan distraer a la audiencia, sobre todo a películas y a programas de televisión no tienen la dignidad que merece el púlpito cristiano. Nunca cite materiales chabacanos.

En conclusión, la mejor opción es que la persona que predica escriba sus propias ilustraciones, haciendo referencias claras que sean comprensibles para la congregación. En el proceso, evite el error de hablar de su vida privada, publicando las interioridades de su vida familiar. Busque historias, anécdotas y citas que ayuden a su congregación a recordar los puntos principales de su sermón.

Cómo hacer ilustraciones para sermones
Vea nuestra página de teoría homilética.

Tenga expectativas altas

Uno de los mejores consejos de Stephen R. Covey, en su libro Los siete hábitos de la gente altamente efectiva, es «Comience con el fin en mente». ¿Podemos aplicar este consejo a la predicación?

Antes de planear un viaje, es necesario tener claro el destino de nuestra travesía. ¿A dónde queremos llegar? En gran medida, el destino determina los detalles del viaje.

Del mismo modo, el propósito de nuestro sermón determina detalles tan importantes como su diseño, su estructura y hasta su duración. Por lo tanto, es crucial plantearnos varias preguntas antes comenzar a escribir un bosquejo o un manuscrito de sermón: ¿Cuál es el propósito de este sermón? ¿A dónde queremos llegar? 

Otra manera de plantear la pregunta es la siguiente: Si la audiencia tomara en serio el contenido de nuestro sermón, ¿cómo debería reaccionar? ¿Qué deseamos que ocurra en respuesta a este sermón?

Tener expectativas altas es crucial para la efectividad de nuestra predicación. Debemos subir al púlpito esperando que Dios haga algo especial en la vida de cada oyente. Si creemos que la palabra de Dios es viva y eficaz, debemos esperar que ocurran eventos extraordinarios en respuesta a la predicación.

Escuchen lo que dice Isaías 55.10-11 (RVC) sobre la efectividad de la palabra de Dios:

Así como la lluvia y la nieve caen de los cielos, y no vuelven allá, sino que riegan la tierra y la hacen germinar y producir, con lo que dan semilla para el que siembra y pan para el que come, así también mi palabra, cuando sale de mi boca, no vuelve a mí vacía, sino que hace todo lo que yo quiero, y tiene éxito en todo aquello para lo cual la envié.

La Palabra de Dios «no vuelve vacía» por que es efectiva, como enseña Hebreos 4.12 (RVC):

La palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que las espadas de dos filos, pues penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.

Por lo tanto, si en verdad creemos en la efectividad de la Palabra divina, debemos diseñar nuestros sermones con plena confianza en Dios. Tengamos expectativas altas para cada sermón, sabiendo que Dios tiene tanto el poder como el deseo de bendecirnos, en el nombre de Jesús. AMÉN

Comience con el fin en mente
Prediquemos
Prediquemos

12 consejos prácticos para diseñar sermones narrativos

Consejos prácticos para el diseño y la presentación de sermones narrativos, por el Dr. Pablo A. Jiménez.

El sermón narrativo es un tipo de predicación muy sencilla que apela a todos. Tanto grandes como chicos se involucran en la historia, prestándole más atención al sermón. Sin embargo, el diseño de sermones narrativos puede ser muy difícil, especialmente para aquellas personas que no están acostumbradas a prepararlos. A continuación presentamos doce consejos prácticos que podrán ayudarle a diseñar este tipo de sermones.

  1. Apréndase bien la historia: El primer paso para predicar un sermón narrativo en forma efectiva es aprender la historia que vamos a narrar. Para lograr este objetivo podemos seguir el siguiente método. Primero, lea la historia varias veces. Segundo, encuentre las secciones principales de la historia (marco escénico, trama, punto culminante y desenlace) e identifique sus episodios más importantes. Tercero, identifique cada sección por medio de una palabra clave. Cuarto, haga un corto bosquejo siguiendo las palabras claves. Finalmente, memorice el bosquejo.
  2. Identifique los tipos de personajes: Recuerde que una historia puede tener hasta tres tipos de personajes. Las «sombras» son los personajes que apenas se mencionan en la historia. Éstos, más que personajes, son parte del trasfondo de la narración. Los «tipos» son los personajes que representan a una clase de persona o a un grupo social. Es común que los «tipos» carezcan de nombre, por lo cual se les denomina por sus profesiones (un fariseo, un sacerdote, etc.). Muchos personajes secundarios pertenecen a esta clasificación. Los «caracteres» son aquellos personajes que se desarrollan a plenitud. En unión a la profesión que puedan tener, también tienen características personales que les distinguen. La mayor parte de los personajes principales de las historias son «caracteres».
  3. Estudie el contexto social e histórico del pasaje bíblico: El conocimiento del contexto de la Biblia no sólo puede darle más vida a la historia sino que puede ayudarle a relacionar la narración con la vida diaria de su congregación. Por ejemplo, en Israel las mujeres no podían hablar en público con hombre alguno, ni siquiera con sus esposos. También estaba prohibido el contacto físico en lugares públicos entre personas de sexos opuestos. Estos detalles le ayudarán a comprender cómo la conducta de Jesús–quien hablaba públicamente con mujeres y hasta permitía que le tocaran los pies o le ungieran la cabeza–era escandalizante para el liderazgo religioso de la época. Del mismo modo, estos detalles le permitirán recalcar en sus sermones la actitud inclusiva y liberadora de Jesús hacia las mujeres de ayer y de hoy.
  4. Conozca el contexto literario del pasaje: Quien predica un sermón narrativo debe tener presente los eventos que han ocurrido antes del pasaje bíblico que desea exponer. De otro modo, podrá cometer errores graves. Como un estudiante que, predicando un sermón de práctica sobre Lucas 5.1-11, recalcó varias veces que ésta era la primera vez que Simón (Pedro) veía o escuchaba a Jesús. Este novel predicador no había leído el capítulo anterior, donde Lucas 4.38-39 narra cómo Jesús sanó a la suegra de Simón.
  5. No invente episodios: En ocasiones, debido a la brevedad de las historias bíblicas, algunos predicadores se sienten tentados a alargar las narraciones inventando episodios que no aparecen en el texto. Este es una práctica que debemos evitar pues tiende a confundir a los oyentes y a fomentar interpretaciones bíblicas equivocadas. Recuerdo con tristeza cuando un día mi abuela quiso enseñarme el pasaje bíblico que había servido de base al hermoso sermón que su pastor había predicado aquella mañana. Después de una larga búsqueda, encontramos el texto por medio de la concordancia. Pero al leer el pasaje nos dimos cuenta que, basado en la poca información que ofrecía el pasaje bíblico, su pastor había creado una versión ampliada de la historia.
  6. No omita episodios: La mayor parte de las historias bíblicas son tan breves que, si se salta un episodio, se pierde el sentido de la historia. Hasta en historias bien conocidas, como la parábola del Hijo Pródigo (Lc. 15.11-32), es común omitir detalles. La inmensa mayoría de las personas que predican esta historia afirman que el hijo menor cae en una situación deplorable a consecuencia de haber despilfarrado su dinero. Pero pocos recuerdan que la región donde vivía este joven fue afectada por una crisis económica que dejó al pueblo hambriento (v. 14). Esto explica por qué el muchacho no pudo conseguir un trabajo honesto y tuvo que dedicarse a una profesión inmunda, como lo era la crianza de cerdos para el pueblo judío.
  7. Evite los anacronismos: El anacronismo ocurre cuando se dice que un evento ocurrió en una fecha que resulta ser equivocada. ¡Como el predicador aquel que, exponiendo la historia de Ruth, afirmó que la situación de las viudas en la Biblia no era tan desesperada porque «el gobierno ayuda a las viudas y a los envejecientes»! Eso es un anacronismo, ya que en el mundo antiguo no habían programas de seguridad social. Ahora bien, los anacronismos más comunes en los sermones surgen del desconocimiento de la cronología bíblica. Por ejemplo, quien no conoce el orden de los eventos bíblicos puede afirmar equivocadamente que Salomón escuchó las profecías de Jeremías o que el apóstol Pablo estuvo presente en la «Última Cena».
  8. Corrija sus errores: Si por alguna razón se salta un episodio o cambia el orden de la historia, detenga su sermón para explicar cual es el orden correcto de la historia. De otro modo, la congregación podrá salir de la iglesia pensando que su versión equivocada de los hechos es la correcta.
  9. Apele a los sentidos: Hábleles del olor del campo, del rumor del arroyo y de la suavidad de la brisa. De primera intención, este consejo parece contradecir la regla de que no debemos añadir elementos a la historia. Pero esto no es así. Lo que estamos recomendando es describir en forma vívida los detalles que pueda contener el pasaje bíblico. En este sentido, si el texto indica que Jesús estaba con los discípulos en una barca es enteramente correcto hablar de la humedad en el viento o del ruido que hace el agua al chocar contra la embarcación.
  10. Déle más importancia al verbo que al adjetivo: El exceso de adjetivos y adverbios recarga los sermones, restándole agilidad a la expresión. Por el contrario, los verbos le dan movimiento a la narración. Digamos que deseamos caracterizar a Judas Iscariote. Quienes dependen de adjetivos dirán: «Judas Iscariote era un hombre deshonesto, infiel, pusilánime y traicionero». Por el contrario, quienes prefieren el verbo se expresarán de la siguiente manera: «Judas Iscariote traicionó a Jesús. Lo delató a cambio de un poco de plata. Y usó un beso, signo de compañerismo y amistad, para identificarle ante la policía del templo.» Como ven, la segunda descripción es mucho más amplia y más ágil que la primera.
  11. Déle sabor contemporáneo a la historia: Salpique la narración con alusiones a elementos comunes en la vida de su audiencia. Hay dos maneras de incluir estos elementos. La primera es comparando la situación del mundo antiguo con la actual: «En Israel los leprosos eran echados de sus comunidades cuando se enfermaban, pues la gente temía contagiarse con una enfermedad incurable. Era una actitud muy parecida a la de quienes hoy rechazan a las personas enfermas de SIDA.» La segunda es usando el anacronismo en forma responsable, es decir, presentando al personaje bíblico como si viviera en nuestro barrio: «Los soldados se acercaron a Jesús con sus ametralladoras y sus bayonetas.» Aunque esta segunda técnica puede ser muy impactante, debemos usarla en forma limitada. Ya explicamos anteriormente las consecuencias desastrosas que puede tener el mal uso del anacronismo en la predicación.
  12. Privilegie los encuentros: Las narrativas que narran encuentros, sobre todo los encuentros con Jesús en los relatos evangélicos, son una fuente excelente  para la predicación. Considere hacer una serie de sermones sobre este tipo de historias. Por ejemplo, puede predicar dos sermones sobre encuentros con Dios en el Antiguo Testamento; o cuatro sobre confrontaciones entre los profetas de Israel y la corte real; o tres sobre las mujeres que tuvieron encuentros transformadores con Jesús.

Esperamos que estos consejos prácticos le ayuden a diseñar sermones narrativos que lleguen a la mente y el corazón de su congregación.

12 Consejos para diseñar sermones narrativos
12 Consejos Sermón Narrativo

Visite el canal del Dr. Jiménez en YouTube.com, drpablojimenez. Suscríbase gratuitamente a Prediquemos, nuestro podcast sobre predicación, liderazgo cristiano & teología pastoral, visitando www.prediquemos.com.

Visite nuestra página sobre teoría homilética

El sermón narrativo

Por Pablo A. Jiménez

Un ensayo que explica qué es el sermón narrativo y ofrece consejos prácticos para el diseño diseño de bosquejos homiléticos narrativos.

Introducción

El sermón narrativo es aquel que presenta un aspecto del mensaje de una porción de las Sagradas Escrituras por medio de una o más historias. Es decir, este sermón transmite el mensaje por medio de la narración. La función de este tipo de sermón es involucrar a la audiencia en la narración de tal manera que se pueda identificar con la historia y pueda experimentar el mensaje del texto. Esto se hace posible por las características particulares que tiene el fenómeno de la narración.

Las virtudes del sermón narrativo son muchas. En primer lugar, despierta el interés de la audiencia; atrae y mantiene el interés a lo largo de la presentación. Segundo, guía la imaginación de los y las oyentes, de tal manera que las imágenes, ilustraciones e ideas presentadas en el sermón sean más llamativas y reales. Tercero, el sermón narrativo da viveza a la experiencia narrada. La historia facilita que la congregación se identifique con los personajes y, por lo tanto, que «viva» la experiencia que escucha. Cuarto, la narración creativa y bien ejecutada puede darle un sabor contemporáneo a la tradición bíblica, estableciendo un puente para que quien escucha pueda salvar la distancia entre la historia bíblica y el momento actual.

Podemos decir que el propósito del sermón narrativo es que la audiencia identifique su historia, tanto personal como colectiva, con la historia que narramos. En este sentido, la predicación narrativa trasciende los detalles de la historia bíblica que podamos narrar. En este tipo de predicación proclamamos una «historia compartida» donde se entrelazan la historia bíblica, la historia de la Iglesia, la historia personal de quien predica y la historia personal de cada oyente.

Cómo diseñar el sermón narrativo

Podemos crear sermones narrativos siguiendo la estructura de un cuento corto. Como es bien sabido, un cuento corto tiene cuatro partes principales.

  • Marco escénico: En esta sección se presentan tanto los personajes como el problema o discrepancia que da pie a la acción.
  • Trama: Aquí encontramos el desarrollo de la acción. En esta parte la tensión narrativa aumenta a medida que los hilos narrativos se entrelazan y la situación se va complicando.
  • Punto culminante o «climax»: Este es el momento donde la tensión narrativa llega a su punto más alto. Desde este momento, comenzamos a vislumbrar el desenlace de la situación.
  • Desenlace: En este punto la tensión narrativa se disipa y la situación problemática comienza a resolverse.

El bosquejo más efectivo para predicar el sermón narrativo es el que reproduce la estructura del cuento corto. En lugar de comenzar con una introducción similar a la del sermón tradicional, empieza indicando el marco escénico de la historia. En vez de emplear «puntos» en el desarrollo del sermón, tiene una sección donde narra la trama y otra donde presenta el punto culminante de la historia. Finalmente, en vez de una conclusión, cuenta el desenlace de la historia.

Por lo tanto, el bosquejo del sermón narrativo luce de la siguiente manera:

  • Marco escénico
  • Trama
    • Episodio #1
    • Episodio #2 
    • Episodio #3
  • Punto culminante 
  • Desenlace

El elemento más importante de la historia es la trama. Es crucial describir adecuadamente cómo la historia central se complica, afectando a todos los personajes. Por eso, podemos afirmar que toda historia presenta uno o más problemas que deben ser resueltos. Si tomamos esta idea como punto de partida, podemos desarrollar sermones narrativos que comiencen describiendo un problema que necesita solución.

Dicho problema o discrepancia se complica a medida que avanza la historia. En el punto culminante de la historia se presentan nuevas perspectivas sobre el problema. El sermón termina narrando cómo se soluciona el problema. 

Sobre el sermón narrativo, en Prediquemos
Prediquemos

Podemos bosquejar este tipo de sermón de la siguiente manera:

  • Identifique el problema
  • Explique el problema, narrando los distintos episodios de la historia
    • Episodio #1
    • Episodio #2
    • Episodio #3
  • Ofrezca una nueva perspectiva sobre el problema
  • Solucione el problema 

Aunque lo ideal es tomar historias bíblicas como base para nuestros sermones, también podemos usar otras historias, que no se encuentran en la Biblia, como imágenes centrales del sermón. Esta variante narra episodios de la historia de la Iglesia, de la historia contemporánea o de la historia personal de quien predica con el propósito de ilustrar una doctrina cristiana o la idea central de un pasaje bíblico. Además, debe ser una historia impresionante y pertinente. Claro está, la dificultad con este tipo de sermón estriba en encontrar una historia extraordinaria que cumpla con todos los requisitos mencionados anteriormente. 

En este tipo de sermón, los comentarios que interpretan y contextualizan la historia se ofrecen a lo largo de la narración. La idea es entremezclar estos comentarios con la narración, de manera que su significado sea evidente. El mensaje central de la historia se presenta hacia el final del sermón, sea en el punto culminante o en el desenlace de la historia.

Conclusión

Esperamos que estas ideas les ayuden a diseñar sermones narrativos que exploren el mensaje de las muchas historias que encontramos en las Sagradas Escrituras. 

Vea varios modelos de sermones narrativos
Vea otros materiales sobre teoría homilética