Cómo predicar Adviento, Navidad y Epifanía

Cómo predicar Adviento, Navidad y Epifanía es un ensayo sobre homilética y predicación escrito por el Dr. Pablo A. Jiménez.

Cuando hablamos del “Año Cristiano”, nos referimos a la secuencia de eventos y días especiales que la iglesia observa durante el año. Conocido también como el “Calendario litúrgico” o “eclesial”, el Año Cristiano surge de los ciclos de lecturas bíblicas, temporadas, y festivales del Judaísmo del tiempo de Jesús.

El calendario está organizado alrededor de los distintos domingos de cada año. Los días más importantes del Año Cristiano son Navidad y Resurrección. Ambos son precedidos de temporadas de preparación (Adviento y Cuaresma) y seguidos por temporadas de celebración (Epifanía y Pentecostés).

El Año Cristiano comienza con una temporada corta, que abarca los cuatro domingos antes del día de Navidad. Aunque prepara a la Iglesia para recibir la Navidad, esta temporada es mucho más que una temporada de preparación.

“Adviento” (del latín “llegar a”) es temporada de expectativa y de espera de la venida de Cristo, o mejor dicho, de la venida de Dios en Cristo. Originalmente, era un período de ayuno y penitencia—parecido a la Cuaresma—que preparaba a la Iglesia para recibir a su Señor en el día de la Epifanía. Empero, Adviento hoy es la temporada de cuatro domingos que prepara a la Iglesia para recibir a Dios-en-Cristo el día de Navidad.

El énfasis de la temporada es el futuro, no el pasado. Por ejemplo, la mayor parte de las lecturas del AT son textos que la Iglesia históricamente ha interpretado como pasajes bíblicos proféticos que predicen el evento de Cristo.

No obstante, también son textos “escatológicos”, es decir, pasajes bíblicos que hablan sobre el juicio final y los últimos tiempos. Por eso invitan a la audiencia a pensar sobre Dios como aquel que viene desde el futuro.

Esta orientación al futuro también recalca la doctrina de la encarnación. Esto se ve con claridad en los temas del patrón de lecturas del Evangelio durante Adviento. El Año Cristiano comienza hablando sobre el final de los tiempos; su énfasis apocalíptico anuncia la Segunda Venida de Cristo. Vuelve atrás para analizar el ministerio de Juan el Bautista y explicar su relación con el ministerio de Jesús. El lenguaje de estas lecturas recalca el significado de la vida y la obra de Cristo (quien bautiza con “Espíritu Santo y fuego”).

Finalmente, el domingo antes de la Navidad trata el tema de la anunciación del nacimiento de Jesús. La cronología está, pues, invertida. Miramos primero al futuro para entonces mirar al pasado. Recordamos la meta antes de mirar el camino que debemos transitar. Mirar al pasado nos ayuda a fijar nuestra identidad.

La Navidad es el centro de la primera parte del Año Cristiano. Es una temporada corta, pero abarca mucho más que un día. Los “Doce días de la Navidad” se extienden desde el 25 de diciembre hasta el 6 de enero.

Aunque la inmensa mayoría de las congregaciones protestantes no lo celebran, el primer servicio es el de Nochebuena. Del mismo modo, muchas congregaciones no celebran servicios durante el día de Navidad, viéndolo como un día feriado para compartir con la familia.

La celebración de la Nochebuena se basa en la práctica judía que entiende que un día comienza cuando cae la noche del día anterior. En términos técnicos, la Navidad comienza durante la tarde del día de Nochebuena. 

De todos los libros que componen el Nuevo Testamento, sólo Mateo y Lucas incluyen historias sobre el nacimiento de Jesús. El problema es que estas historias son distintas. Mateo presenta la siguiente información:

  1. Una genealogía que traza el linaje de Jesús hasta Adán (1.1-17). La genealogía se distingue por mencionar a cuatro mujeres: Tamar, la nuera de Judá (v. 2); Rahab, la ramera de Jericó (v. 5); Rut, la moabita (v. 5); y Betsabé, a quien el texto sólo llama “la mujer de Urías” (v. 6). Todas estas mujeres tienen un historial sexual o matrimonial que se sale de la norma aceptada por la fe judía. A esta lista se une María, la madre de Jesús. 
  2. Jesús nace de una manera milagrosa que José, el prometido de María, no entiende (1.18-25). Al igual que las cuatro mujeres mencionadas en la genealogía, la situación de María rompe con las normas aceptadas por la sociedad.
  3. Mateo narra la visita de los magos (2.1-12), quienes primero van al palacio de Herodes el Grande y después llegan a Belén. Los magos simbolizan la adoración de las naciones y los pueblos no-judíos al niño-Dios.
  4. La visita de los magos también sirve de marco a la matanza de los niños, pues Herodes es la figura común a ambos textos (2.13-23).

Mateo sugiere un paralelo entre Jesús y Moisés, pues ambos sobrevivieron una matanza de infantes, ordenada por un poderoso rey (Ex. 2.1-10 y Mt. 2.13-23). Además, ambos llegan a la tierra prometida desde Egipto, donde se refugia la familia de Jesús hasta la muerte de Herodes.En Mateo, las narrativas de la infancia se distinguen por el uso de frases que introducen los textos proféticos del Antiguo Testamento (véase 1.22, 2.5 y 17). 

Por su parte, Lucas sigue otro camino, ofreciendo la siguiente información:

  1. El anuncio del nacimiento milagroso de Juan, el futuro “Bautista” (1.5-25).
  2. El anuncio a María de Nazaret del nacimiento milagroso de Jesús (1.26-38).
  3. La visita de María a Elisabet (1.39-45) y el cántico de María—conocido como el “Magníficat”—en agradecimiento a Dios (1.46-56).
  4. El nacimiento de Juan (1.57-66) y el cántico de Zacarías en agradecimiento a Dios (1.67-80).
  5. El nacimiento de Jesús en un pesebre, en la ciudad de Belén (2.1-7). 
  6. La revelación del nacimiento de Jesús a un grupo de pastores por medio de una manifestación angelical (2.8-20).
  7. La presentación de Jesús en el Templo de Jerusalén (2.21-40), incluyendo el cántico de Simeón (2.29-32) y las oraciones de Ana (2.36-38).
  8. El extraño episodio donde un Jesús pre-adolescente debate con los teólogos del Templo de Jerusalén (2.41-52). 

Recordemos que en el Antiguo Testamento los grandes héroes de la fe de Israel tienen nacimientos milagrosos. Los nacimientos de Juan y de Jesús siguen el mismo patrón.

Note los paralelos entre la anunciación de los nacimientos de Juan y de Jesús en Lucas. Ambos siguen la forma del llamamiento profético, donde la persona llamada al ministerio se resiste a aceptar la comisión divina, ofreciendo excusas o presentando objeciones. Sin embargo, Dios siempre vence sus objeciones y la persona llamada termina aceptando con fe el ministerio asignado (compare con Is. 6 y Jer. 1).

No debemos tratar de armonizar las historias de Lucas y de Mateo en nuestros sermones. Si vamos a predicar un sermón basado en una narrativa de Mateo, sólo debemos hacer referencias a los relatos que aparecen en ese evangelio. Lo mismo podemos aconsejar cuando prediquemos sermones basados en las narrativas de Lucas. 

Recalquemos que el niño que nace es el mismo quien revela el plan salvífico de Dios para toda la humanidad. Cristo va del pesebre de Belén, a la cruz en el Gólgota y, finalmente, a ocupar su lugar a la derecha del trono de Dios.

La Epifanía es otra temporada corta que sirve de puente entre la Navidad y el tiempo ordinario o normal. El 6 de enero es un día «pivote» que termina la Navidad y comienza la temporada de Epifanía. 

Epifanía significa “revelación” o “manifestación”. Es la celebración de la revelación de la gloria divina en la persona histórica de Jesús, el Cristo. Tiene su origen en la Iglesia Oriental y su celebración es más antigua que la observación del 25 de diciembre.

En su forma original, la Epifanía parece hacer sido una celebración de la forma como Cristo se revela a la humanidad por medio de eventos tales como su nacimiento, la estrella de Belén, su bautismo y el milagro de Caná de Galilea.

La celebración comienza con la revelación a los sabios y se mueve a la revelación en el bautismo de Jesús. Las celebración del bautismo y de la transfiguración enmarcan a temporada. En ambas historias una voz celestial afirma la identidad de Jesús.

La doctrina de la encarnación es central a la fe cristiana. Aprovechemos estas temporadas para recalcar el milagro de la encarnación, llamando a la audiencia a reconocer como Señor y Salvador a Jesús, el niño-Dios que nos revela la naturaleza, el carácter y la misión de Dios.



Allen, O. Wesley. Preaching and Reading the Lectionary: A Three-Dimensional Approach to the Liturgical Year. St. Louis: Chalice Press, 2007.

Bower, Peter C., editor. Handbook for the Revised Common Lectionary. Louisville: Westminster John Knox Press, 1996.

Stookey, Laurence Hull. Calendar: Christ’s Time for the Church. Nashville. Abingdon Press, 1996.

Cómo predicar Adviento Navidad y Epifanía

Las lecturas o “lecciones” del Año Cristiano están organizadas en tres ciclos o “años”. Cada año comienza en Adviento , es decir, a finales de noviembre o principios de diciembre del año natural. 

  • Año A: Comienza en Adviento 2025. 2028, 2031, 2034, 2037
  • Año B: Comienza en Adviento 2023, 2026, 2029, 2032, 2035
  • Año C: Comienza en Adviento 2024, 2027, 2030, 2033, 2036

Nótese que algunos días especiales sugieren las mismas lecturas para los tres años. En ese caso, en lugar de “Año A” aparecerá la sigla “ABC”.

A continuación presentamos las lecturas sugeridas para estas temporadas, siguiendo un formato fijo: primero indicamos el año, después la lectura del Antiguo Testamento; el Salmo o cántico sugerido; la lectura de la Epístola; y, finalmente, la lectura del Evangelio.

Primer domingo de Adviento

  • Año A: Isaías 2.1-5; Salmo 122; Romanos 13.11-14; y Mateo 24.36-44.
  • Año B: Isaías 64.1-9; Salmo 80.1-7, 17-19; 1 Corintios 1.3-9; y Marcos 13.24-37.
  • Año C: Jeremías 33.14-16; Salmo 25.1-10; 1 Tesalonicenses 3.9-13; y Lucas 21.25-36.

Segundo domingo de Adviento

  • Año A: Isaías 11.1-10; Salmo 72.1-7, 18-19; Romanos 15.4-13; y Mateo 3.1-12.
  • Año B: Isaías 40.1-11; Salmo 85.1-2, 8-13; 2 Pedro 3.8-15a; y Marcos 1.1-8.
  • Año C: Malaquías 3.1-4; Lucas 1.68-79; Filipenses 1.3-11; y Lucas 3.1-6.

Tercer domingo de Adviento

  • Año A: Isaías 35.1-10; Salmo 146.5-10 o Lucas 1.47-55; Santiago 5.7-10; y Mateo 11.2-11.
  • Año B: Isaías 61.1-4, 8-11; Salmo 126 o Lucas 1.47-55; I Tesalonicenses 5.16-24; y Juan 1.6-8, 19-28.
  • Año C: Sofonías 3.14-20; Isaías 12.2-6; Filipenses 4.4-7; y Lucas 3.7-18.

Cuarto domingo de Adviento

  • Año A: Isaías 7.10-16; Salmo 80.1-7, 17-19; Romanos 1.1-7; y Mateo 1.18-25.
  • Año B: 2 Samuel 7.1-11, 16; Lucas 1.47-55 o Salmo 89.1-4, 19-26; Romanos 16.25-27; y Lucas 1.26-38.
  • Año C: Miqueas 5.2-5a; Lucas 1.47-55 o Salmo 80.1-7;  Hebreos 10.5-10; y Lucas 1.39-45, (46-55).

Nochebuena/Día de Navidad

Cualquiera de las siguientes series de lecturas pueden ser utilizadas en Nochebuena o en el Día de Navidad. Las lecturas de los Propios II y III para Navidad son alternativas para el Día de Navidad. Si el Propio III no se utiliza el Día de Navidad, entonces debe utilizarse en cualquier otro servicio del ciclo de Navidad, debido al gran significado que tiene el prólogo de Juan.

  • Navidad – Propio I (A, B, C): Isaías 9.2-7; Salmo 96; Tito 2.11-14; y Lucas 2.1-14, (15-20).
  • Navidad – Propio II (A, B, C): Isaías 62.6-12; Salmo 97; Tito 3.4-7; y Lucas 2.(1-7), 8-20.
  • Navidad – Propio III (A, B, C): Isaías 52.7-10; Salmo 98; Hebreos 1.1-4, (5-12); y Juan 1.1-14.

Primer domingo después de Navidad

Las siguientes lecturas pueden utilizarse el primer domingo después de Navidad, a menos que se prefieran las lecturas sobre la Epifanía del Señor.

  • Año A: Isaías 63.7-9; Salmo 148; Hebreos 2.10-18; y Mateo 2.13-23.
  • Año B: Isaías 61.10—62.3; Salmo 148; Gálatas 4.4-7; y Lucas 2.22-40.
  • Año C: 1 Samuel 2.18-20, 26; Salmo 148; Colosenses 3.12-17; y Lucas 2.41-52.

1ro de enero: Día de Año Nuevo

  • Cuando se observa como Día de Año Nuevo (A, B, C): Eclesiastés 3.1-13; Salmo 8; Apocalipsis 21.1-6a; y Mateo 25.31-46.
  • Cuando se observa como el Día del Santo Nombre de Jesús (A, B, C): Números 6.22-27; Salmo 8; Gálatas 4.4-7 o Filipenses 2.5-13; y Lucas 2.15-21.

Segundo domingo después de Navidad

Las siguientes lecturas pueden ser utilizadas cuando el 6 de enero se celebra en un día de la semana después del segundo domingo después del Día de Navidad, (A, B, C): Jeremías 31.7-14; Salmo 147.12-20; Efesios 1.3-14; y Juan 1.(1-9), 10-18.

6 de enero:

Epifanía del Señor (A, B, C): Isaías 60.1-6; Salmo 72.1-7, 10-14; Efesios 3.1-12; y Mateo 2.1-12.

Primer domingo después de Epifanía: El Bautismo del Señor

  • Año A: Isaías 42.1-9; Salmo 29; Hechos 10.34-43; y Mateo 3.13-17.
  • Año B: Génesis 1.1-5; Salmo 29; Hechos 19.1-7; y Marcos 1.4-11.
  • Año C: Isaías 43.1-7; Salmo 29; Hechos 8.14-17; y Lucas 3.15-17, 21-22.

Segundo domingo después de Epifanía

  • Año A: Isaías 49.1-7; Salmo 40.1-11; 1 Corintios 1.1-9; y Juan 1.29-42.
  • Año B: 1 Samuel 3.1-10, (11-20); Salmo 139.1-6, 13-18; 1 Corintios 6.12-20; y Juan 1.43-51.
  • Año C: Isaías 62.1-5; Salmo 36.5-10; 1 Corintios 12.1-11; y Juan 2.1-11.

Tercer domingo después de Epifaní

  • Año A: Isaías 9.1-4; Salmo 27.1, 4-9; 1 Corintios 1.10-18; y Mateo 4.12-23.
  • Año B: Jonás 3.1-5, 10; Salmo 62.5-12; 1 Corintios 7.29-31; y Marcos 1.14-20.
  • Año C: Nehemías 8.1-3, 5-6, 8-10; Salmo 19; 1 Corintios 12.12-31a; y Lucas 4.14-21.

*Cuarto domingo después de Epifanía

*Las lecturas sugeridas para el cuarto, quinto, sexto, séptimo y octavo domingo después de Epifanía no se utilizan todos los años. De todos modos, el domingo antes del Miércoles de Ceniza, que marca el comienzo de la Temporada de Cuaresma, deben utilizarse las lecuras para el Día de la Transfiguración.

  • Año A: Miqueas 6.1-8; Salmo 15; 1 Corintios 1.18-31; y Mateo 5.1-12.
  • Año B: Deuteronomio 18.15-20; Salmo 111; 1 Corintios 8.1-13; y Marcos 1.21-28.
  • Año C: Jeremías 1.4-10; Salmo 71.1-6; 1 Corintios 13.1-13; y Lucas 4.21-30.

*Quinto domingo después de Epifanía

  • Año A: Isaías 58.1-9a, (9b-12); Salmo 112.1-9, (10); 1 Corintios 2.1-12, (13-16); y Mateo 5.13-20.
  • Año B: Isaías 40.21-31; Salmo 147.1-11, 20c; 1 Corintios 9.16-23; y Marcos 1.29-39.
  • Año C: Isaías 6.1-8, (9-13); Salmo 138; 1 Corintios 15.1-11; y Lucas 5.1-11.

*Sexto domingo después de Epifanía

  • Año A: Deuteronomio 30.15-20; Salmo 119.1-8; 1 Corintios 3.1-9; y Mateo 5.21-37.
  • Año B: 2 Reyes 5.1-14; Salmo 30; 1 Corintios 9.24-27; y Marcos 1.40-45.
  • Año C: Jeremías 17.5-10; Salmo 1; 1 Corintios 15.12-20; y Lucas 6.17-26.

*Séptimo domingo después de Epifanía

  • Año A: Levítico 19.1-2, 9-18; Salmo 119.33-40; 1 Corintios 3.10-11, 16-23; y Mateo 5.38-48.
  • Año B: Isaías 43.18-25; Salmo 41; 2 Corintios 1.18-22; y Marcos 2.1-12.
  • Año C: Génesis 45.3-11, 15; Salmo 37.1-11, 39-40; 1 Corintios 15.35-38, 42-50; y Lucas 6.27-38.

*Octavo domingo después de Epifanía

  • Año A: Isaías 49.8-16a; Salmo 131; 1 Corintios 4.1-5; y Mateo 6.24-34.
  • Año B: Oseas 2.14-20; Salmo 103.1-13, 22; 2 Corintios 3.1-6; y Marcos 2.13-22.
  • Año C: Isaías 55.10-13; Salmo 92.1-4, 12-15; 1 Corintios 15.51-58; y Lucas 6.39-49.

Último domingo después de Epifanía: Día de la Transfiguración

Las siguientes lecturas deben utilizarse el domingo antes de la Cuaresma, no importa cuántos domingos hayan transcurrido desde el 6 de enero.  

  • Año A: Éxodo 24.12-18; Salmo 2 o Salmo 99; 2 Pedro 1.16-21; y Mateo 17.1-9.
  • Año B: 2 Reyes 2.1-12; Salmo 50.1-6; 2 Corintios 4.3-6; y Marcos 9.2-9.
  • Año C: Éxodo 34.29-35; Salmo 99; 2 Corintios 3.12—4.2; y Lucas 9.28-36, (37-43).
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Consuelen a mi pueblo (Isaías 40)

Audio, vídeo y texto listo para predicar de un sermón sobre Isaías 40, titulado “Consuelen a mi pueblo”, por el Dr. Pablo A. Jiménez.


  • Texto: Isaías 40.1-11
  • Idea central: Dios da consuelo en los tiempos difíciles a quienes le buscan con fe.
  • Área: Formación espiritual
  • Propósito: Preparar la iglesia para encontrarse con Dios.
  • Lógica: Deductiva
  • Diseño: Expositivo, para la temporada de Adviento

«Consuelen a mi pueblo; ¡consuélenlo!

2 ¡Hablen al corazón de Jerusalén!

¡Díganle a voz en cuello

que ya se ha cumplido su tiempo,

que su pecado ya ha sido perdonado;

que ya ha recibido de manos del Señor

el doble por todos sus pecados.» 

Así comienza Isaías 40, un pasaje bíblico lleno de consuelo y esperanza. Este capítulo marca un cambio en el libro de Isaías, transitando de la condena y el juicio hacia un mensaje de consuelo y redención. Es un llamado a la consolación, dirigido al pueblo de Israel, que había experimentado el exilio y la aflicción como consecuencia de su desobediencia a Dios. A lo largo de estos versículos, encontramos poderosas imágenes poéticas que resaltan la grandeza, la fidelidad y el inagotable amor de Dios hacia su pueblo.

Este hermoso pasaje bíblico afirma que Dios da consuelo en los tiempos difíciles a quienes le buscan con fe.

El v. 1 comienza con las palabras “consuelen a mi pueblo”, dándole un tono particular al pasaje. El verbo “consolar” se repite enfáticamente para subrayar la urgencia y la importancia del consuelo divino. Dios mismo se presenta como el dador de consuelo, revelando su carácter compasivo y amoroso.

La razón detrás de este llamado a la consolación se expone en los versículos siguientes. El pueblo de Israel había sufrido las consecuencias de su pecado y desobediencia, pero ahora Dios le promete perdón y restauración. La voz profética declara que la deuda de Israel ha sido pagada, simbolizando la reconciliación entre Dios y su pueblo. Este mensaje de gracia y perdón es un recordatorio de la naturaleza redentora de Dios, que siempre busca restaurar la relación con aquellos que se apartan de él.

Estos versículos nos enseñan que Dios promete consolar a su pueblo. También nos enseñan que el arrepentimiento conduce al perdón. Por lo tanto, el texto recalca la gracia de Dios, quien es compasivo y misericordioso.

El texto continúa diciendo:

3 Una voz clama en el desierto:

«Preparen el camino del Señor;

enderecen en el páramo

una calzada a nuestro Dios.

4  Que todo valle sea enaltecido; 

que se hunda todo monte y collado;

que se enderece lo torcido

y que lo áspero se allane.

5  Se manifestará la gloria del Señor,

y la humanidad entera la verá.

La boca del Señor ha hablado.»

La imagen de un “voz que clama en el desierto” en el versículo 3 evoca la figura de Juan el Bautista, quien preparó el camino para la llegada de Jesucristo. Esta conexión entre el Antiguo y el Nuevo Testamento resalta la continuidad del plan redentor de Dios a lo largo de la historia. La voz en el desierto llama a preparar el camino para el Señor y enderezar sus sendas, una metáfora que sugiere la necesidad de arrepentimiento y preparación espiritual para recibir al Mesías.

Siguiendo las enseñanzas del Bautista, ustedes y yo también tenemos necesidad de preparar nuestros corazones para encontrarnos con Dios. 

Los versículos 6-8 hablan de la brevedad de la vida humana, en contraste con la permanencia de la Palabra de Dios.

6 Una voz decía: «¡Grita!»

Y yo respondí: «¿Y qué debo de gritar?»

«Grita que toda carne es como la hierba,

y que su belleza es como la flor del campo.

7  La hierba se seca, y la flor se marchita,

porque el viento del Señor sopla sobre ella.

Y a decir verdad, el pueblo es como la hierba.

8  Sí, la hierba se seca, y la flor se marchita

pero la palabra de nuestro Dios permanece para siempre.»

La vida humana es efímera, como la hierba del campo, pero la Palabra de Dios permanece para siempre. Este pasaje bíblico nos invita a reflexionar con humildad sobre la brevedad de nuestras vidas y a reconocer la soberanía divina sobre todas las cosas. Aunque los seres humanos somos mortales, el mensaje de Dios perdura eternamente, ofreciendo consuelo y orientación a lo largo de todas las generaciones.

El texto que hoy nos ocupa termina diciendo: 

¡Súbete a un monte alto, mensajera de Sión! ¡Levanta con fuerza tu voz, mensajera de Jerusalén! ¡Levántala sin miedo y di a las ciudades de Judá: «¡Vean aquí a su Dios!» 10 ¡Miren! Dios el Señor viene con poder, y su brazo dominará. ¡Miren! Ya trae con él su recompensa; ya le precede el galardón. 11 Cuidará de su rebaño como un pastor; en sus brazos, junto a su pecho, llevará a los corderos, y guiará con suavidad a las ovejas recién paridas.

Los versículos 10-11 cierran el pasaje con una imagen tierna y poderosa de Dios como pastor. Dios viene con poder y su brazo señorea sobre él, pero al mismo tiempo apacienta como un pastor amoroso a su rebaño. La imagen del Señor recogiendo a los corderos en sus brazos y llevándolos en su regazo transmite un cuidado personal y una ternura divina. Este retrato de Dios como pastor refuerza la idea de su cercanía y preocupación por cada uno de sus hijos, guiándolos con amor y protegiéndolos con su fuerza.

Toda persona cristiana que escuche este texto seguramente pensará en la imagen de Jesús de Nazaret como el Buen Pastor, que aparece en Juan 10.11-15 que dice: 

Yo soy el buen pastor; el buen pastor da su vida por las ovejas. 12 Pero el asalariado, el que no es el pastor ni el dueño de las ovejas, huye y abandona las ovejas cuando ve venir al lobo, y el lobo las arrebata y las dispersa. 13 Al que es asalariado, no le importan las ovejas. 14 Yo soy el buen pastor. Yo conozco a mis ovejas, y ellas me conocen a mí, 15 así como el Padre me conoce a mí, y yo conozco al Padre; y yo pongo mi vida por las ovejas.

De este modo, el texto afirma que Dios consuela, cuida y protege a quienes le buscan con fe. 

En resumen, Isaías 40:1-11 es un pasaje rico en significado y profundidad espiritual que:

  • Ofrece consuelo y esperanza a través del perdón divino, llamando al arrepentimiento y la preparación para recibir al Mesías. 
  • Contrasta la brevedad de la vida humana con la eternidad de la Palabra de Dios, recordándonos la importancia de buscar lo eterno en medio de lo temporal. 
  • Presenta la llamada a Sion a proclamar buenas nuevas y subraya nuestra responsabilidad de compartir la gracia divina con el mundo. 
  • Describe, como imagen final, a Dios como pastor, lo que refuerza la cercanía y el amor personal que el Señor tiene por su pueblo. 

Hoy la Palabra de Dios nos invita a buscar consuelo en Dios, particularmente en tiempos de prueba. Hoy la Palabra divina nos invita a prepararnos para encontrarnos con Dios.

Isaías 40 - Consuelen a mi pueblo
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Misión redentora (Lucas 4.14-21)

Misión Redentora, el mensaje que presentado en este Encuentro del Movimiento La Red, aborda la presencia de Jesús en la sinagoga de Nazaret.

Jesús regresa “en el poder del Espíritu”, de acuerdo al relato de Lucas 4.14-21. La meditación resalta que Jesús se ubicó en la tradición de líderes religiosos carismáticos en Galilea y destaca la costumbre de Jesús de participar en servicios sabatinos en las sinagogas. Al leer Isaías 61, Jesús declara su misión de dar buenas noticias a los pobres, sanar a los quebrantados y liberar a los cautivos. En su impactante lectura, Jesús enfatiza lo positivo y omite de referencias a la venganza. Las palabras de Jesús, tanto ayer como hoy, producen sorpresa y hasta escándalo.

Este relato subraya el llamado a la misión: Dios nos invita a colaborar en la misión divina; nos llama a predicar buenas noticias de esperanza y vida, particularmente a las personas débiles, sufridas y vulnerables.

14 Con el poder del Espíritu, Jesús volvió a Galilea; y su fama se difundió por todos los lugares vecinos. 15 Enseñaba en las sinagogas de ellos, y todos lo glorificaban.

16 Jesús fue a Nazaret, donde se había criado, y en el día de reposo entró en la sinagoga, como era su costumbre, y se levantó a leer las Escrituras. 17 Se le dio el libro del profeta Isaías, y al abrirlo encontró el texto que dice:

18 «El Espíritu del Señor está sobre mí.
Me ha ungido para proclamar buenas noticias a los pobres;
me ha enviado a proclamar libertad a los cautivos,
a dar vista a los ciegos,
a poner en libertad a los oprimidos
19 y a proclamar el año de la buena voluntad del Señor.»

20 Enrolló luego el libro, se lo dio al asistente, y se sentó. Todos en la sinagoga lo miraban fijamente. 21 Entonces él comenzó a decirles: «Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de ustedes.»

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Lo mejor del 2023 – drpablojimenez

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Lo mejor del 2023


¡Le damos la bienvenida a la celebración de lo mejor del año en nuestras redes! Ha sido un año lleno de emociones, descubrimientos y momentos inolvidables, y estamos encantados de compartir con ustedes lo más destacado de lo que hemos ofrecido a lo largo del 2023. Desde artículos académicos, hasta entrevistas únicas, hemos trabajado arduamente para brindarle contenido que forme, informe, y transforme, llevándole a explorar nuevos horizontes en la fe de Jesucristo.

Prepárase para sumergirse en lo más destacado de nuestro año, donde celebramos no solo nuestro esfuerzo, sino también su continuo apoyo. ¡Acompáñenos en este viaje de recuerdos y descubrimientos mientras destacamos lo mejor que nuestras redes tienen para ofrecer en este fascinante recorrido anual!

  1. Sermones listos para predicar

2. Cómo bosquejar el sermón textual

3. Tercera de las Siete Palabras: Mujer, he ahí tu hijo

4. Sermones para el Día de las Madres

5. ¿A dónde me iré de tu espíritu?: Un bosquejo sobre el Salmo 139

Los cinco vídeos con más visualizaciones en nuestro canal de YouTube durante el 2023 han sido:

  1. El valle de los huesos secos (Ezequiel 37)

2. ¡Transformación! De Saulo de Tarso al Apóstol Pablo

3. ¿Qué pide Dios de mi? (Miqueas 6.6-8)

4. Cómo bosquejar el sermon textual (Audio)

5. El bosquejo del sermón: Cómo predicar

Entre todos los vídeos publicados en nuestro canal de YouTube durante el 2023, estos fueron los más vistos:

  1. Predicación inductiva vs. el sermón inductivo: ¿Cuál es el mejor estilo de predicación?

2. Deuterocanónicos y apócrifos ¿Cuál es la diferencia?

3. El propósito de la educación cristiana

4. La oración no es una transacción

5. Cómo definir un sermón

Estos fueron los archivos de audio más escuchados en nuestro podcast, www.prediquemos.com:

  1. Getsemaní

2. Cómo preparar sermones bíblicos

3. Doce características de una iglesia sana

4. Qué es el sermón narrativo

5. Siete características de la Iglesia que vive en el poder del Espíritu

La estructura de este libro no puede ser más sencilla. Comienza con un ensayo sobre principios para el liderazgo pastoral en tiempos de crisis, escrito en respuesta a la situación provocada por la pandemia que sufrimos des- de comienzos del 2020. Continúa con la sección titulada «Aspectos teóricos del liderazgo», con siete artículos que definen conceptos básicos de la disciplina y ofrecen consejos prácticos sobre el ministerio pastoral. Concluye con la sección titulada «Aspectos teológicos del liderazgo», con cinco meditaciones de corte pastoral sobre el tema. Les presento este sencillo libro introductorio esperando que les inicie en el estudio del liderazgo y les anime a profundizar en el tema.

Este breve libro ofrece consejos prácticos sobre la redacción de escritos religiosos, tales como artículos, lecciones, ensayos y libros cristianos. El enfoque de nuestro artículo es práctico, ofreciendo consejos claros y ejemplos concretos sobre el arte de escribir lo sagrado. Esperamos que los lectores y las lectoras lo utilicen como una guía para dar sus primeros pasos en el mundo de las publicaciones religiosas.

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La ruta de Pablo: Grecia y Turquía

En este programa especial hablamos sobre la ruta del apóstol Pablo por Grecia y Turquía, con fotos y datos históricos.

Este programa cuanta con la participación del Dr. Samuel Pagán, el Dr. Edwin Rivera Manso y el Prof. Sam Pagán. El Dr. Pagán comienza hablando sobre la Colina de Marte, un lugar de gran significado para la fe cristiana donde el apóstol Pablo predicó el evangelio. Luego, hablamos sobre Izmir (Esmirna) y Pérgamo, con comentarios extendidos por el Dr. Rivera Manso. También escuchamos un cántico especial por Sam Pagán.

Discutimos los sermones del libro de Apocalipsis y cómo se relacionan con el contexto arqueológico. También identificamos recursos gratuitos en línea para predicadores y la importancia de las excavaciones de las áreas visitadas. Además, hablamos de las aguas termales en Pamukkale y la experiencia de visitar Tiatira. Reflexionamos sobre el significado de las Cartas de Pablo y Juan el Vidente a estas iglesias.

Continuamos explorando lugares como Hierápolis, Colosas y Éfeso, y cómo se conectan con las comunidades primitivas de creyentes. También mencionamos futuras oportunidades de viaje y la importancia de visitar personalmente estos lugares históricos. 

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La ruta de Pablo
La ruta de Pablo
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Conozca las Tierras Bíblicas: Galilea

Conozca las tierras bíblicas es una serie de programas educativos auspiciados por el Dr. Samuel Pagán y el ministerio Prediquemos.

En este programa el Dr. Samuel Pagán, el prof. Sammy Pagán y el Dr. Pablo A. Jiménez se reúnen para hablar sobre la importancia de lugares significativos para la fe cristiana, centrados en Galilea. Samuel comparte con emoción perspectivas sobre su lugar favorito en Tierra Santa: el Mar de Galilea.

Conozca las Tierras bíblicas – Vídeo

Prediquemos Podcast – Audio

Pablo Jiménez, del Ministerio Prediquemos, conoce a Samuel desde hace muchos años, pues fue su alumno. Samuel fue a Tierra Santa por primera vez en el 1980, mientras completaba su doctorado. En esa ocasión tuvo la oportunidad de participar en un semestre de arqueología en Israel. Desde entonces, ha seguido visitando la región. Sus lugares preferidos en la región son: el Mar Muerto, la Vía Dolorosa en Jerusalén y, por supuesto, la Galilea, donde Jesús llevó a cabo la mayor parte de su ministerio.

La Galilea es un lugar de gran importancia histórica, teológica y geográfica. Allí Jesús realizó milagros, ofreció enseñanzas e hizo sanaciones. Es esencial recordar que Jesús fue un rabino carismático de la “Galilea de los gentiles”, no de Jerusalén, ni un rabino ortodoxo tradicional. Pablo, el Dr. Pagán, y Sammy exploran la rica historia y el significado de Galilea en el contexto de la fe cristiana. Además, exploran cómo aplicar los valores de paz que surgen del estudio de los lugares sagrados en las Tierras Bíblicas.

Conozca las Tierras Bíblicas
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Bendecir al que te bendiga (2 Corintios 9.6-11)

Bendecir al que te bendiga es el título de la reflexión sobre la mayordomía, basada en 2 Corintios 9.6-11. presentada en este Encuentro.

La fe cristiana enseña que Dios es el creador de todas las cosas. Por lo tanto, podemos decir que todas las cosas le pertenecen a Dios. Los seres humanos vivimos en el mundo que Dios creó y nos beneficiamos de los muchos recursos que ha provisto para nuestra vida.

También nos enseña que los seres humanos debemos administrar de manera responsable todo lo que Dios nos ha dado. Dios nos llama a administrar con sabiduría nuestras vidas, nuestras habilidades y nuestros recursos económicos.

La mayordomía cristiana, es decir, la administración de los recursos que Dios nos ha dado, es el tema central de este Encuentro de Adoración y Predicación del Movimiento La Red.

Pero recuerden esto: El que poco siembra, poco cosecha; y el que mucho siembra, mucho cosecha. Cada uno debe dar según se lo haya propuesto en su corazón, y no debe dar con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama a quien da con alegría. Y Dios es poderoso como para que abunde en ustedes toda gracia, para que siempre y en toda circunstancia tengan todo lo necesario, y abunde en ustedes toda buena obra; como está escrito: «Repartió, dio a los pobres, y su justicia permanece para siempre.» 10 Y aquel que da semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá los recursos de ustedes y los multiplicará, aumentándoles así sus frutos de justicia, 11 para que sean ustedes enriquecidos en todo, para toda generosidad, que por medio de nosotros produce acción de gracias a Dios.

LA RED aspira a ser una genuina comunidad de fe que se reúna con el propósito de alcanzar personas de habla hispana en distintas partes del mundo. La participación en LA RED es libre y voluntaria. Está abierta tanto para ser su principal comunidad de fe, como para enriquecer su vida cristiana. LA RED es un movimiento cristiano que no está afiliado a denominación alguna. 

Aquellas personas que deseen apoyar económicamente el ministerio de LA RED pueden hacerlo por medio de:

Bendecir al que te bendiga
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La Cena del Señor (1 Corintios 11.23-26)

La Cena del Señor es el título de la meditación presentada en este Encuentro de Adoración y Predicación del Movimiento La Red.

Nuestro Señor Jesucristo dejó dos ordenanzas: el bautismo y la Cena del Señor. Distintos movimientos cristianos usan distintos nombres para referirse a la Cena, tales como la «Santa Comunión» o la «Eucaristía». La mayor parte de las congregaciones protestantes celebran la Comunión, pero no con la misma regularidad.

Las tradiciones más antiguas y la Iglesia Cristiana (Discípulos de Cristo) celebran la Santa Comunión todos los domingos. Otras la celebran una vez al mes y aún otras una vez cada tantos meses. De todos modos, la Cena del Señor es el otro acto mediante el cual afirmamos nuestro pacto con Dios.

La Cena del Señor – Vídeo

Prediquemos Podcast – Audio

Lectura bíblica – 1 Corintios 11.23-26

Yo recibí del Señor lo mismo que les he enseñado a ustedes: Que la noche que fue entregado, el Señor Jesús tomó pan, 24 y que luego de dar gracias, lo partió y dijo: «Tomen y coman. Esto es mi cuerpo, que por ustedes es partido; hagan esto en mi memoria.» 25 Asimismo, después de cenar tomó la copa y dijo: «Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre;hagan esto, cada vez que la beban, en mi memoria.» 26 Por lo tanto, siempre que coman este pan, y beban esta copa, proclaman la muerte del Señor, hasta que él venga.

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El bautismo (Romanos 6.3-11)

El bautismo, una de las ordenanzas que Jesucristo le dejó a su Iglesia, es el tema de la meditación presentada en este Encuentro del Movimiento La Red.

¿Cuál es nuestra visión del bautismo? Nosotros entendemos que el bautismo es principalmente un testimonio de fe. Esto es, el bautismo es parte de la respuesta del creyente al amor de Dios manifestado en Jesucristo. El bautismo es expresión y sello de lo que ocurre en el corazón del creyente.

El bautismo – Vídeo

Prediquemos Podcast – Audio

Lectura bíblica – Romanos 6.3-11)

¿No saben ustedes que todos los que fuimos bautizados en Cristo Jesús, fuimos bautizados en su muerte? Porque por el bautismo fuimos sepultados con él en su muerte, para que así como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros vivamos una vida nueva. Porque si nos hemos unido a Cristo en su muerte, así también nos uniremos a él en su resurrección. Sabemos que nuestro antiguo yo fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado. Porque el que ha muerto, ha sido liberado del pecado. Así que, si morimos con Cristo, creemos que también viviremos con él. Sabemos que Cristo resucitó y que no volverá a morir, pues la muerte ya no tiene poder sobre él.10 Porque en cuanto a su muerte, murió al pecado de una vez y para siempre; pero en cuanto a su vida, vive para Dios. 11 Así también ustedes, considérense muertos al pecado pero vivos para Dios en Cristo Jesús, nuestro Señor.

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Lo que creemos (Efesios 4.1-6)

Lo que creemos (Efesios 4.1-6) es el título de la reflexión presentada en este Encuentro de Adoración y Predicación del Movimiento La Red.

Efesios 4.1-6 es una de las secciones más importantes de la carta a los Efesios. En este texto, Pablo resume las creencias más importantes de la fe cristiana. Los vv. 4 al 6 contienen un corto poema que los primeros cristianos probablemente usaban para memorizar los puntos básicos de la fe.

El texto afirma que la fe cristiana confiesa tener un solo «cuerpo», es decir, una sola iglesia que es el «cuerpo» de Cristo. Hay un sólo Espíritu Santo, sólo una esperanza de salvación, sólo un Señor Jesucristo, sólo una fe cristiana, sólo un bautismo, y sólo un Dios. Este Dios es el creador del mundo que gobierna toda la humanidad.

Lo que creemos – Vídeo

Lo que creemos – Prediquemos Podcast – Audio

Lectura bíblica: Efesios 4.1-6

Yo, que estoy preso por causa del Señor, les ruego que vivan como es digno del llamamiento que han recibido, y que sean humildes y mansos, y tolerantes y pacientes unos con otros, en amor. Procuren mantener la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz. Así como ustedes fueron llamados a una sola esperanza, hay también un cuerpo y un Espíritu, un Señor, una fe, un bautismo, y un Dios y Padre de todos, el cual está por encima de todos, actúa por medio de todos, y está en todos.

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Lo que creemos (Efesios 4.1-6)
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