Principios de evangelización es una conferencia sobre cómo evangelizar, con el propósito de revitalizar una iglesia local.
La conferencia titulada “Principios de evangelización” presenta un marco integral para entender y mejorar el proceso de evangelización en contextos eclesiales. Inicia estableciendo el propósito de la conferencia, que es explorar principios básicos sobre la evangelización, centrada en la transmisión del mensaje salvador en Cristo mediante el poder del Espíritu Santo.
La idea central de la conferencia titulada “Principios de evangelización” es que el crecimiento de la iglesia no puede ser forzado. El crecimiento es algo que Dios otorga, de acuerdo al NT. Sin embargo, la iglesia puede y debe crear condiciones propicias para dicho crecimiento, como “preparar el terreno” y “sembrar la semilla”, dejando el fruto en manos de Dios.
Christian A. Schwarz identifica ocho características de iglesias saludables en su libro “Desarrollo Natural de la Iglesia”. Estas características incluyen: capacitación y desarrollo de liderazgo, reconocimiento y uso de dones espirituales, fomento de una espiritualidad ferviente, estructuras funcionales que faciliten el trabajo de la iglesia, un culto inspirador, células integrales que activen a la congregación, evangelismo orientado a las necesidades específicas de los no-creyentes, y la promoción de relaciones afectivas saludables y abiertas.
El factor mínimo
Además, se introduce el concepto del “factor mínimo”, que se refiere a la calidad más baja en cualquier área de la iglesia, limitando su crecimiento general. Se propone identificar y superar estos factores mínimos mediante estrategias específicas que incluyen: recalcar la importancia de la espiritualidad, establecer metas cualitativas, y estar atentos a nuevos desafíos que puedan surgir.
“Principios de evangelización” concluye con un llamado a superar estos factores mínimos sin perder de vista los principios cualitativos que fomentan el crecimiento saludable de la iglesia, motivando a los participantes a seguir creciendo en su fe y práctica.
Una entrevista al Pastor Enoc Osorio, sobre un modelo de iglesia celular para la revitalización de la iglesia llamado “La estrategia de Jesús”.
La estrategia de Jesús es un modelo de evangelización y discipulado desarrollado por la Asamblea Apostólica de la fe en Cristo Jesús, una denominación hispana pentecostal cuyas oficinas centrales está en el sur de California pero que se extiende por toda América latina, varias regiones de Europa y otras partes del mundo.
El pastor Enoc Osorio es miembro de la Iglesia “La Misión”, ubicada en la hermosa ciudad de Mazatlán, en el Estado de Sinaloa, en México. El pastor rector de “La Misión” es el obispo Elias Paez de la Cerda. Esta iglesia tiene más de 200 grupos de amistad en Mazatlán y áreas limítrofes. El obispo Paez ofrece talleres y conferencias sobre la estrategia de Jesús al nivel internacional, en distintos puntos del mundo de habla hispana.
La estrategia de Jesús – Vídeo sobre la revitalización de la iglesia
Suscríbase a nuestro canal de YouTube por medio de www.drpablojimenez.tv donde podrá ver y escuchar centenares de sermones y conferencias: No olvide oprimir la campanita para recibir las notificaciones inmediatamente.
Únase al Movimiento La Red, una comunidad de fe que se reúne a través de las redes sociales: www.movimientolared.com
Un ensayo sobre el peligro de caer en el pecado de la idolatría cuando se trata de hacer teología sin misericordia, olvidando que Dios es amor.
El Internet y las redes de interacción social han facilitado el desarrollo de los grupos extremistas. El anonimato que proveen las redes cibernéticas permite que un joven confundido comparta sus ideas sobre cualquier tema, por mas descabelladas que sean, sabiendo que ha de encontrar alguien que concuerde con él.
Medios
La religión no escapa de esta realidad. Tanto los grupos que postulan la supremacía blanca como los que afirman la supremacía islámica usan el Internet para reclutar adeptos, adiestrar nuevos simpatizantes y coordinar actividades.
Los extremistas religiosos odian, abusan, roban, matan y se destruyen los unos a los otros en el nombre de Dios. El problema es que la fe de esos extremistas es falsa, tan falsa como un billete de tres dólares.
El error de los extremistas religiosos es simple: Quieren observar las leyes divinas, pero no desean mostrar compasión por los demás. Tienen teología, pero no tienen misericordia.
La teología sin misericordia nos lleva a despreciar a quienes no comparten nuestras creencias y prácticas religiosas.
La teología sin misericordia justifica la persecución, el hostigamiento y hasta el asesinato del «infiel» que no comparte nuestra fe.
La teología sin misericordia lleva a hombres violentos a pensar que cumplen con la justicia divina cuando odian a los demás “en el nombre de Dios”.
La teología sin misericordia justifica el abuso infantil, la violencia contra la mujer y la discriminación contra el inmigrante.
La teología sin misericordia mueve a los extremistas a estrellar aviones contra edificios llenos de gente inocente.
Y, repito, esa teología sin misericordia es falsa. ¿Por qué? Porque la Biblia nos enseña que Dios es amor (1 Jn. 4:8). En esto todas las teologías concuerdan. Por esta razón, quien desea hacer teología sin amor desea forjar una teología sin Dios. Eso explica por qué justifican la maldad. Olvidan la enseñanza de Santiago 1.20: «La ira del hombre no obra la justicia de Dios». Los religiosos que carecen de misericordia viven tan lejos del Dios de amor que terminan cayendo en la idolatría.
El capítulo 10, versículo 10 del Evangelio según San Juan dice: «El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia».
Esas palabras de Jesús son cruciales. El que hurta, mata y destruye hace las obras del Diablo, aunque lo haga “en el nombre de Dios”. Quien justifica la violencia en nombre de la teología cristiana no ha conocido a Dios, porque Dios es amor.
Por eso afirmo hoy, con toda libertad, que la teología sin amor es idolatría. En parte, esto explica por qué nuestra sociedad atraviesa su peor crisis social en el momento cuando más líderes religiosos tiene. ¿Por qué tanta violencia, si hoy tenemos más iglesias, páginas web, y escuelas de teología que nunca antes? Porque necesitamos aprender esta verdad: la única teología que transforma el corazón humano es la que conduce a la práctica del amor y de la misericordia.
Un breve ensayo sobre el aporte de la iglesia, en sus diversas expresiones, a las bellas artes en la cultura puertorriqueña.
Las Iglesias evangélicas, protestantes y católicas hacen grandes aportes a la cultura, aportes que en muchas ocasiones pasan desapercibidos.
Todos los años, las Iglesias reparten alimentos, ropa, y donativos en efectivo a miles de familias en necesidad. Otras Iglesias aún ofrecen becas de estudio para personas jóvenes, tanto al nivel de escuela superior como al nivel universitario. Y no podemos olvidar el rol pacificador que tiene la presencia de nuestras Iglesias aún en las comunidades más violentas del país. La Iglesia está presente hasta en los barrios donde la Policía lo piensa dos veces antes de entrar.
Ahora bien, en esta ocasión deseo tomar otro camino, ofreciendo algunas perspectivas sobre los aportes de la Iglesia a nuestra cultura. En particular, deseo hablar sobre la contribución que hacen las Iglesias a la enseñanza de las bellas artes en Puerto Rico.
Es de todos sabido que el sistema educativo en Puerto Rico pasa por una grave crisis. Esa crisis tiene ribetes financieros, aunque en el fondo es un problema sistémico. Y una de las manifestaciones más claras de la crisis es la reducida oferta de cursos relacionados a las bellas artes en las escuelas públicas del país.
A la hora de recortar programas, los primeros cursos que se eliminan son aquellos relacionados al deporte y a las bellas artes. Esto se debe a que los sistemas educativos en la cultura occidental siguen una pirámide educativa, una jerarquía que privilegia los cursos relacionados a las ciencias y las matemáticas mientras menosprecia las bellas artes y los deportes.
Para decirlo con mayor claridad, la mayor parte de nuestras escuelas —tanto públicas como privadas— ofrecen muy pocas oportunidades para que nuestros estudiantes aprendan música, teatro, danza, dibujo y arte visual.
Debemos reconocer que las Iglesias han tratado de responder a este problema social ofreciendo, la mayor parte de las veces de forma gratuita, cursos y talleres en estas áreas. Es en la iglesia que mucha gente aprende a cantar, a tocar instrumentos musicales y a apreciar la música. Muchas Iglesias también ofrecen clases de arte, ayudando a la juventud a conocer el mundo del dibujo y la pintura. Del mismo modo, las Iglesias también tienen grupos de teatro donde nuestra juventud disfruta por primera vez de la oportunidad de actuar.
Y los aportes no terminan ahí. Nuestra cultura ha entrado al mundo digital y nuestras Iglesias no se están quedando atrás. Por eso, es en la Iglesia donde muchos jóvenes se enfrentan por primera vez a una consola de sonido. Del mismo modo, es en la Iglesia donde muchas personas jóvenes aprenden los rudimentos de la producción de vídeo y de la transmisión de vídeo por Internet.
Por eso, afirmo que las Iglesias puertorriqueñas están haciendo un aporte incalculable a la educación de la juventud puertorriqueña, subsanando algunas de las deficiencias que aquejan al sistema educativo del país.
Puedo decir con orgullo que la Iglesia local donde serví como pastor por 10 años ha sido un vivo ejemplo de lo que estoy argumentando. Por décadas, la Iglesia Cristiana (Discípulos de Cristo) [ICDC] en Espinosa ha fomentado la enseñanza de las bellas artes en sus diversos programas educativos para la niñez y la juventud. Éstas dimensiones estéticas enriquecen la vida de nuestro pueblo.
En particular, deseo destacar su Ministerio de Arte Dramático, el cual presenta dos o tres obras cada año. En ese ministerio participan personas de otras Iglesias locales de la comunidad, lo que permite que las obras teatrales sean representadas en otras comunidades aledañas. En este ministerio participan adolescentes, jóvenes, personas adultas y hasta personas de la tercera edad.
Muchas de las obras representadas por el Ministerio de Arte Dramático han sido escritas por personas que forman parte de la ICDC en Espinosa, congregación que ha producido toda una serie de poetas, muchos de los cuales han publicado parte de su obra.
La buena noticia es que la ICDC Espinosa no es la excepción, sino la regla. Cada Navidad y cada Semana Santa, centenares de Iglesias en Puerto Rico presentan dramas, cantatas y otras representaciones visuales del Evangelio. Proclaman el Evangelio no sólo por la palabra, sino también por medio del arte, de la música, de la danza, de la poesía y de la actuación.
Damos, pues, gracias a Dios por estos aportes culturales de la Iglesia Cristiana al país y a la sociedad.
Escuche la conferencia titulada HACIA UNA TEOLOGIA DE LA MAYORDOMIA, por el Dr. Justo L. González. Fue ofrecida en el Encuentro de Mayordomía 2005 auspiciado por la Fundación de la Iglesia Cristiana (Christian Church Foundation) en Orlando, FL.
Justo L. González es un teólogo y escritor cubano, especializado en la historia de la teología de la Iglesia Cristiana.. Ha contribuido al desarrollo de la teología metodista en América Latina.
Nació en La Habana, Cuba, el 9 de agosto de 1937. Su señora madre, Luisa García Acosta, fue profesora de literatura española y autora de libros sobre gramática y ortografía. Su padre, Justo González, fue un conocido ministro, autor y oficial de gobierno en Cuba. También fue el fundador de la organización Alfalit, especializada en la labor alfabetizadora y en la edición de libros cristianos para apoyarla.
González estudió en el Seminario Unido en Cuba, y en la Universidad de Yale, donde recibió su M.A. y luego recibió su Ph.D. Al momento de su graduación, fue la persona más joven en obtener el doctorado de Yale. Fue profesor del Seminario Evangélico de Puerto Rico durante varios años. Luego se agregó a la facultad de la Candler School of Theology de Atlanta (Georgia, EE. UU.). Después se dedicó a las labores literarias y docentes, produciendo más de 100 libros de texto. También estuvo motivó la fundación de varias instituciones dedicadas a fomentar la teología hispana, tales como la Revista Apuntes, el Programa Hispano de Verano (HSP), la Asociación para la Educación Teológica Hispana (AETH), y el Hispanic Theological Initiative (HTI).
Justo está casado con Catherine Gunsalus González, Profesora emérita de Historia de la Iglesia del Columbia Theological Seminary.